Por: Julio César Leal Duque
El karma sigue y recargado, el desorden es bestial, y aún mi madre de 76 años no se vacuna, eso si, muchos conocidos, familiares menores que ella pero con póliza o prepagada, ya están vacunados. Como lo dije en el artículo anterior, las EPS han usado las vacunas como si ellos las hubiesen comprado, las han distribuido a su antojo sabiendo que las vacunas son bienes del Estado, quien se apropie para beneficiar sus intereses comete delitos graves, entre ellos peculado por apropiación (dicen los abogados), las vacunas no les pertenecen, las vacunas fueron compradas con nuestros impuestos, los impuestos de todos los colombianos, así algunos ignorantes digan que en Colombia solamente 2 millones de personas naturales pagan renta, (que gente tan bruta, es increíble); el punto es que las EPS han priorizado las vacunas a sus intereses como siempre, como están acostumbrados desde hace muchos años a hacer lo que les da la gana porque saben que no los sancionan o les quitan las licencias o autorizaciones. Pasan agachados y cayados; como quien dice, el gobierno verá porque primero es la plata de los accionistas así estemos en pandemia. Como si a ellos no les hubiese llegado también.
Pero la cosa es más grave de lo que uno se imagina, como las EPS hacen lo que les da la gana, las IPS también, finalmente pude saber que pasaba con el registro en Mi Vacuna con los datos de mi madre, en la actualización de datos hemos dado los datos correctamente y no hemos cambiado la IPS que es donde desde hace más de 10 años está inscrita en Envigado, pero según el registro de Mi Vacuna la cambiaron al municipio de El Retiro (donde vivimos) donde hay un hospital. Allá fui a preguntar y la recepcionista me dijo “no tenemos vacunas, cuando lleguen llamamos, pero sólo las estamos aplicando a las personas de esta IPS”.
La desgracia es total, porque ya autorizaron aplicar vacunas de 65 a 69 años, pero las EPS y las IPS las aplican como si fueran de ellos, los alcaldes las aplican como grandes propagadores de Covid en unas filas donde no hay prioridad para los ancianos, en los municipios es en orden de llegada, sálvese quien pueda; la prioridad sigue siendo los intereses de los particulares que NO COMPRARON LAS VACUNAS, y las vidas de miles de ancianos sigue en riesgo porque la superintendencia, el Ministerio, y la Presidencia no tienen pantalones para ejercer autoridad y poner orden en la vacunación.
Están violando las leyes que protegen a los ancianos, no sólo las del Covid, otras que ya existen sobre la prioridad para las personas de la tercera edad. El Prevaricato es total, y ni hablar de los entes de control, están muy ocupados mirando que no les recorten el presupuesto de gastos seguramente ahora con el chiste de decreto que saco el gobierno de austeridad.
Acá seguimos haciendo la fila y atendiendo las recomendaciones del Presidente y el Ministro Ruíz de esperar la llamada.