Por: Fernando Torres Mejía
Termino el paro de transportadores y se esfumó la gran y única oportunidad que los Colombianos tenían para de manera anticipada volver a encausar y enderezar el timonel de un barco que definitivamente cada día va de mal en peor, porque si hay un sector que realmente “para en seco” la economía de un país y a quienes precisamente el gobierno le tiene miedo y temor, es precisamente al transporte, y logramos que lo iniciaran, y nadie los apoyo.
Muchos “influencer” en todas las redes sociales sobre todo en “X”, y en los distintos grupos de “whatsapp” aclamábamos e invitábamos a empresarios, gremios y todos los sectores de la economía en general para que se unieran a un “paro nacional ya” con el solo propósito y tal vez el único, para de una vez por todas “obligar” a Petro a renunciar, porque a punta de marchas, eso de nada sirve y menos los que guardan la esperanza de la aplicación del artículo 109 que dice: “la violación de los topes máximos de financiación de las campañas, debidamente comprobada, será sancionada con la pérdida de investidura o del cargo”.
Pero nada, esa oportunidad, ese sueño se esfumó, definitivamente nos falta la verraquera de los Peruanos, Ecuatorianos, Bolivianos, Chilenos que cuando dicen basta, es basta, pero en nuestra querida Colombia antes parece que nos hemos vuelto masoquistas o tal vez empezamos a sufrir el síndrome de “Estocolmo” y parece que nos está gustando la figura “varonil” de Petro, sus andanzas, sus desplantes, sus discursos “cantinflescos” y que esté haciendo y deshaciendo con complicidad de algunos sectores que pareciera no les importa la suerte de todos los colombianos sino de unos pocos.
Lo que estoy diciendo no es por llenar unas líneas para esta columna y salir del paso y cumplir, no, es que durante los días del paro, se escuchaban a grandes y respetables personalidades de la vida nacional que en vez de “apoyar” al sector transportador, lo que hacían era despotricar y tratarlos como lo peor que nos ha podido pasar, casi que los trataron de delincuentes, por el simple hecho de hacer valer sus derechos, es el caso del presidente de la SAC, Jorge Bedoya quien manifestó que lo que estaban haciendo era “una vagabundería, que quienes están bloqueando las carreteras están jugando con la vida de los colombianos”.
Desconoce el señor Bedoya, que quienes bloquearon fueron una minoría porque el sector transporte cuenta con más de 496.000 vehículos entre camiones, volquetas y tractomulas, de estos un gran porcentaje fueron guardados y solo una pequeña minoría eran los que bloquearon algunas vías.
Lo curioso es que este mismo señor Bedoya dice que “a quienes se les vulneran los derechos nadie les responde” y eso fue precisamente lo que les está sucediendo al sector transporte, llevan más de dos años tratando que este gobierno los atienda, y aunque existen unas mesas técnicas de concertación, durante todo ese tiempo, no les han dado ninguna solución.
Pero además incita a la fiscalía a que continúe y saque adelante los 36 procesos que abrió contra los transportadores y agrega que “quienes hoy gobiernan deberían ejercer la autoridad porque aquí lo que van a hacer es acabar con la seguridad alimentaria, la justicia debe entrar a actuar, pero no puede ser que los transportadores chantajean a todo el país”, que mal esta posición de todo un presidente de una agremiación que en vez de apoyar el clamor de todos los colombianos, ahora parece más bien apoyando a este nefasto régimen.
Pero no solamente fue el presidente de la SAC, también el señor Yamid Amat, quien le reclamó al señor Jorge García, presidente de la Confederación Colombiana de Camioneros, que “si teníanconciencia cívica nacional del daño que le están haciendo a todo el país”. Qué fácil es opinar desde la comodidad de un escritorio y una presidencia de un gremio sin detenerse a pensar en que hoy tenemos a los transportadores quebrados, que están colgados que no tienen con que pagar las cuotas de sus vehículos e incluso que no tienen para vivir porque escasamente están sobreviviendo.
Nos faltan escasos 22.5 meses que lucen eternos de solo pensar que es el tiempo que le queda a este gobierno para dejar el poder sin que suceda nada extraordinario, pero pensar en la destitución de Petro por las vías legales será un imposible, porque acá todo se compra y se vende al mejor postor, o es que nos olvidamos del “elefante” que convivió en la Casa de Nariño durante la narco presidencia de Samper, esa que fue elegida con dineros del narcotráfico y que nuestros “honorables” legisladores no solamente no lo obligaron a dejar el cargo, sino que, por el contrario, se dejaron tentar por la mermelada de ese entonces que al igual que la del gobierno Santos, venía concentrada y con “adictivos” para una mejor nutrición.
Septiembre de 2024 será recordado en la historia, perdimos una gran oportunidad porque a los transportadores “los dejamos solos a pesar de que coreamos e inundamos las redes con el “Fuera Petro”