Por: Fredy Garzón
A través del tiempo las teorías de la conspiración han estado presentes, pero en esta última era digital y de la desinformación son más frecuentes y se viralizanmás aún cuando son suscitadas por delirantes Jefes de Estado.
Pasamos de las teorías de que la luna es falsa, de quela tierra es plana o hueca, del Área 51, de que los extraterrestres están entre nosotros y que varios de ellos son reptilianos; pasamos de todo a eso; a las teorías conspirativas de nuestro paranoico presidentePetro que predice un “Golpe de Estado” y se enfrenta al orden mundial liderado por Elon Musk que compraredes sociales exclusivamente para cerrarle el twitter al mejor Presidente del cosmos.
Si hay algo que le faltaba a la narrativa de persecución de Petro, era un enemigo tan omnipotente como Musk. Entre el presidente que imagina una conspiración detrás de cada esquina y el que se dedica a cazar brujas digitales, Petro ha demostrado que puede superar incluso a Nicolás Maduro en el arte de los delirios paranoicos.
Ahora no solo se enfrenta a una imaginaria conspiración local sino la ha elevado al orden mundial, orquesta su propio espectáculo de distracciones y cortinas de humo mientras gobierna con una mezcla de estrategia política virtual y digital digna de una novela de ciencia ficción y una administración económica, social y política que deja mucho que desear, que solo beneficia a los grupos delincuenciales y terroristas que se han tomada las ciudades de Colombia.
En otra de sus teorías de conspiración mediática, elpresidente Petro ha decidido que su principal tarea en el cargo es transformarse en el azote de los medios periodísticos y de comunicación, que según él transfiguran la realidad, atacándolos con la furia de un héroe enojado que ha decidido que la verdad es su enemiga y optando por fortalecer económicamente a los influenciadores de redes sociales; la lógica es impecable: si no puedes convencer a los medios de comunicación tradicionales; al menos puedes dominar el mundo del like y el retweet.
La brillantez de las teorías de conspiración de Petro ha demostrado una habilidad impresionante para tapar escándalos de corrupción, cada intervención presidencial y cada publicación en Twitter son como una serie de fuegos artificiales diseñados para desviar la atención de los problemas reales. ¿Un caso de corrupción? No hay problema, simplemente publique una teoría conspirativa o una declaración grandilocuente sobre cualquier otro tema y listo, el público olvidará el escándalo en cuestión, al menos hasta el siguiente trino.
Presidente Petro, hágale un favor a la nación y de losnombres de aquellos que lo quiere tumbar; la gente espera que gobierne, no que actúe como el protagonista de un drama interminable, deje la quejadera, tome las riendas de su administración y demuestre que su tiempo en el poder no se reducirá a un espectáculo de conspiraciones, distracciones y excusas, ya va por la mitad de su periodo y no se avizora el cambio.
En esta novela de enredos políticos, la única certeza es que el espectáculo está garantizado. Colombia, abróchese el cinturón, porque el show del Golpe de Estado Imaginario está lejos de terminar.