Por: Miguel Argueta @arguetamigue
Informe especial para El Expediente
El Juicio Final es el nombre del fresco ubicado en la pared detrás del altar de la Capilla Sixtina en los Palacios Vaticanos. Fue diseñado y realizado en su totalidad por Miguel Ángel entre 1533 y 1541.
Un fresco no es mas que una pintura realizada en una superficie que se cubre con 2 capas de una pasta de cal y yeso llamadas, la primera “arriccio” y la segunda “intonaco”. En la primer capa (arriccio) se pinta la sinopia, que es el boceto y delineado general de la pintura.
Sobre la segunda capa (intonaco) cuando el yeso aún se encuentra húmedo se aplican los colores y detalles finales de la pintura. Al secarse esta capa, los pigmentos quedan impregnados en la pared haciendo prácticamente imposible corregir cualquier error en la pintura.
Esta técnica también cuenta con la dificultad que es muy complicado determinar el cambio que existirá entre el tono del color cuando se aplica sobre la mezcla húmeda y cuando se seca.
Sabiendo esto podemos dimensionar lo complicado que tuvo que ser para Miguel Ángel pintar años finalizarla por completo. Al momento de iniciar la obra Miguel Ángel tenia 60 años.
La realización y ubicación de la pintura vinieron por deseo especifico del Papa Clemente VII, quien únicamente alcanzó a ver el modelo preliminar de la composición debido a su fallecimiento. La pintura real tuvo lugar bajo el Papado de su sucesor el Papa Paolo III Farnese.
Miguel Ángel aceptó realizar la obra con una condición. Le dijo a Clemente que, para hacerle justicia al trascendental tema divino del fresco, necesitaría primero tapar las ventanas y remodelar el muro por completo.
El muro sobre el cual se pintó la obra fue modificado colocando una capa gruesa de ladrillos en la parte superior y una capa mas delgada en la parte inferior y así tener una superficie inclinada.
Miguel Ángel dijo que era necesaria esta inclinación para mejorar la visibilidad de la pintura y evitar la acumulación de polvo y moho sobre esta. Tuvo que sacrificar 3 frescos previamente pintados en el área por Pietro Perugino y 2 mas pintados por él mismo anteriormente.
Sin embargo la verdadera razón es que Miguel Ángel quería de manera sutil lograr que el espectador se diese cuenta de lo que él consideraba el verdadero árbitro entre el bien y el mal.
Cuando el espectador se coloca frente a la pintura y sube la vista para contemplarla, la inclinación hacia dentro que se levanta, transmite lo que el artista consideraba el elemento que debía juzgar el comportamiento humano, las tablas de la ley, conocidas como Diez Mandamientos.
En la época el color azul era un tono sumamente caro para pintar al fresco pues estaba hecho a partir de lapislázuli, una piedra semipreciosa importada de Persia que se molía mano.
Anteriormente el Papa Julio II obligaba al artista a pagar los materiales descontándolo de su sueldo.
Miguel Ángel nunca hubiera utilizado azul y dorado de no ser porque al momento de la ejecución final de la obra el Papa Paolo III quien venía de una familia acaudalada ofreció hacerse cargo de todos los gastos.
El enorme fondo azul para los centenares de figuras del monumental trabajo hace que el Juicio Final sea una de las pinturas más valiosas de la historia no solo por su valor artístico sino por lo costoso que fue su ejecución en materiales y tiempo.
Ahora si, hablando un poco de la obra pictórica tenemos dentro de ella la representación de la segunda venida de Cristo, así como el juicio final y eterno de Dios sobre toda la humanidad de acuerdo a la religión cristiana.
En total hay 391 figuras con casi todos los hombres y ángeles estando originalmente desnudos. Además de obviamente inspirarse en el Apocalipsis según San Juan, Miguel Ángel también citó y tomó como inspiración y referencia el poema escrito por Dante, La divina comedia.
El Juicio Final era un tema tradicional para los grandes frescos que solicitaba la iglesia en la época , sin embargo era inusual colocarlo sobre el altar. La ubicación tradicional era sobre las puertas principales para poder recordar a los miembros de la iglesia su posible destino al salir.
Esta pintura se caracteriza por su radical alejamiento de las representaciones tradicionales del Juicio Final. La estructura general reemplaza el patrón tradicional antiguo que mostraba en capas horizontales la representación del cielo, la tierra y el infierno.
En vez de eso Miguel Ángel utilizo un solo espacio grande. Agrupó las figuras en formaciones individuales, colocándolas aisladas una de la otra y de esta forma caracterizar el terrible vacío de la eternidad.
Miguel Ángel empezó pintando por la parte superior de la pared y fue descendiendo lentamente por más de siete años, pintando únicamente él y con la única ayuda de dos asistentes que mezclaban colores o las pastas del fresco.
En la parte superior inició pintando a los ángeles portando los instrumentos del martirio de Cristo, la cruz, la corona de espinas, la columna en la que fue flagelado y el palo rematado con la esponja empapada en vinagre.
Miguel Ángel tenia una forma especial de pintar ángeles, no tienen alas, ni aureola, ni cara de bebé. Son jóvenes guapos, musculosos y de rostro delicado.No esta claro si lo que hacen es subir al cielo los símbolos de la Pasión o los descienden de allí para que el espectador los vea
Debajo de este nivel aparecen las Almas Justas, formando un círculo por encima de la cabeza de Jesucristo. Sobre la cabeza de Jesucristo, aparece un ángel de rubio vestido de rojo y señalando a dos hombres del círculo interior de los justos. Son judíos.
Los judíos jamás podrían pretender disfrutar de una recompensa celestial. Sin embargo ocupan el centro de El Juicio Final. Esto fue un gran atrevimiento de Miguel Ángel al tomar una postura respecto al asunto que contravenía la doctrina oficial de la Iglesia de su época.
Al centro del grupo están representados dos atractivos jóvenes desnudos fundiéndose en un apasionado abrazo y besándose. Detrás se ve una figura entre las sombras que es la de Dante, triste y con mirada de desaprobación como se lo suele describir.
Al lado, un hombre desnudo y fuerte jala a otro hombre desnudo para ayudarlo a subir a la nube donde el primero se encuentra. A la par otra pareja de jóvenes rubios desnudos besándose, y a su derecha, un joven mirando a los ojos a un hombre de más edad mientras le besa con respeto la barba.
No está demás señalar lo impactante y ofensiva que debía resultar esta escena en el siglo XVI. Los Papas y autoridades de la época dejaban pasar este tipo de “humillaciones” porque sabían que no había genio que lograra ni de cerca lo que Miguel Ángel podía plasmar.
Debajo de las parejas besándose, aparecen diversas mujeres entre los hombres. Son las esposas y las madres, en una intención de demostrar que ellos no alcanzaron por si solos el estado donde están, sino con la ayuda de las mujeres fuertes y piadosas que siempre los apoyaron.
En el centro de la obra esta la representación de Cristo, capturándolo en el momento anterior al pronunciamiento del veredicto del Juicio Final. A la derecha de Cristo está su madre, la Virgen Maria, quien esta girando la cabeza en un gesto de resignación sin poder intervenir mas.
Esta representación de Cristo rompe por completo con las representaciones tradicionales, no lleva barba, es musculoso, con un pose sensual y enfurecido al mismo tiempo. Una representación poco cristiana.
Jesucristo mira a una sola figura, un hombre que se asoma por encima del hombro de San Bartolomé. Por el perfil y sus grandes ojos, mismos que ha plasmado en otras obras, se puede reconocer que es el amante de Miguel Ángel en aquella época, Tommaso dei Cavalieri.
Aquí en el fresco parece demasiado mayor, con cabello gris y entradas, aunque su rostro es joven y sin arrugas. Para la época su amante tenia 38 años y fue pintado de esta forma para lograr pasarlo desapercibido.
Alrededor de Cristo en un lento movimiento giratorio están las figuras de los Santos y de los elegidos de Dios. Se pueden identificar pues parecen estar mostrando a Cristo sus atributos o la evidencia de su martirio. Están asustados e inquietos por la acción que esta ocurriendo.
San Pedro se encuentra sosteniendo las llaves del cielo, San Lorenzo con la parrilla, San Bartolomeo con su propia piel, como curiosidad en esta piel dejo su marca Miguel Ángel donde dibujó su autorretrato en la piel del rostro. San Blas sostiene 2 rastrillos.
Santa Catalina de Alejandría se encuentra sosteniendo una rueda dentada, se reconoce a San Pablo por su aspecto ceñudo y su barba gris, San Andrés sostiene una cruz en forma de X, San Sebastián se encuentra arrodillado sosteniendo las flechas de su martirio.
Esto se interpreta como los santos que pedían la condenación de aquellos que no habían servido a la causa de Cristo, sin embargo sus expresiones reflejan que ni ellos mismos están seguros de su propio destino e intentan en el ultimo momento recordarle a Cristo sus sufrimientos
En el centro de la sección inferior están Los Ángeles del Apocalipsis, quienes despiertan a los muertos con el sonido de trompetas. A la izquierda los resucitados recuperan sus cuerpos mientras ascienden hacia el cielo.
A la derecha ángeles y demonios pelean por hacer que los condenados caigan al infierno. Debajo de este detalle esta la representación del Infierno en un contexto del cielo rojo en llamas. Caronte, quien en la mitología griega era el barquero de Hades
Conduce a los condenados al infierno donde son recibidos por Minos, un rey legendario según la mitología griega, cuyo cuerpo en la pintura se encuentra envuelto entre serpientes. Esta parte hace una referencia clara al infierno de la Divina Comedia de Dante.
En el centro, sobre Caronte, hay un grupo de ángeles en las nubes, siete de los cuales están tocando trompetas, según la referencia del libro de Apocalipsis, y otros tienen libros que registran los nombres de los Salvados y los Malditos.
A la derecha del detalle anterior hay una figura mas grande de un alma que acaba de darse cuenta que está condenado y parece paralizado por el horror, dos demonios lo empujan hacia abajo.
La genialidad de Miguel Ángel en esta obra radica en la capacidad que tiene para transmitir toda la fuerza del terror en el momento supremo, cuando el destino llega rápidamente y no queda tiempo ni oportunidad para corregir errores.
Este instante termina teniendo una connotación universal, simbolizando el momento en que la vida termina y no queda esperanza alguna. Toda la pintura esta dominada por la figura humana con los cuerpos representados con gran expresividad y poder.
El estilo y rasgo mas notable de Miguel Ángel y al cual dio nombre el Papa Julio II fue la “terribilitá”. Esto hace referencia a la fuerte expresividad de sus obras, reflejo del propio carácter del artista.
Era un hombre violento, de temperamento enfermizo, fácilmente irritable y muy terco. Su corpus artístico tiene la influencia del ideal de belleza de la Grecia clásica puesto que tuvo acceso a las grandes colecciones de la antigüedad gracias a su relación con los Medicis.
Sus obras caen en la constante, obsesiva y exhaustiva representación de la anatomía humana. El volumen, la masa y lo corpóreo fueron siempre su principal preocupación. Su natural inclinación por la materia y la fisicidad de las formas fue determinante en su estilo.
En esta obra Miguel Ángel logró incorporar una cantidad considerable de ideas atrevidas para la época . Encontró la manera, de incluir a su amante masculino, su respeto hacia los judíos, su indignación por la corrupción y la inmoralidad de la Iglesia.
Incluyó técnicas pictóricas experimentales y, también, su fe neoprotestante clandestina y subversiva. Mientras Miguel Ángel estaba creando esta obra de arte para la Iglesia, había abandonado la fe católica y suscrito personalmente una creencia distinta.
Miguel Ángel logró con éxito abrumar al espectador con tanto color y tantas imágenes que pocos observadores logran apreciar el atrevimiento que la obra contiene.
Luego de la muerte de Miguel Ángel, con la decisión del Concilio de Trento, se ordenó tapar los genitales de los personajes por considerarlos irrespetuosos. Se le encargó al artista Daniela da Volterra cubrir todos los genitales con túnicas y calzones.
En Nápoles existe una copia de El Juicio Final con el aspecto que tenía antes de la censura. La copia, una pintura al óleo, fue realizada en 1549 por un amigo de confianza de Miguel Ángel, Marcello Venusti y bajo la dirección personal del artista.
Miguel Argueta @arguetamigue