Una cena en el centro comercial Andino en Bogotá, en el restaurante de los hermanos Rausch, entre el gobernador (e) Weilder Guerra y el investigado Senador y codirector de La U Armando Benedetti, es el fiel reflejo de la crisis que golpea a La Guajira y que a pesar de los anuncios del gobierno Santos no encuentra solución; los niños siguen muriendo por necesidades básicas insatisfechas -este año van 87- y las medidas para llevar agua potable a las rancherías no han funcionado.
La crisis es producto de las decisiones entre varios socios políticos: el presidente Juan Manuel Santos, y los senadores Armando Benedetti y Alfredo Deluque, en un truque burocrático con un ingrediente con sabor a mermelada: el Departamento de Prosperidad Social (DPS), entidad que administra los millonarios recursos de la inversión social en Colombia y que está en manos de ambos congresistas a través de un recomendado suyo, el ex candidato a la alcaldía de Riohacha, Nemesio Roys, nombrado el pasado 27 de abril por el Presidente Santos.
La historia se comenzó a tejer en las pasadas elecciones de Octubre de 2016 cuando La Guajira concurrió a un proceso electoral en el que salió electo el legítimo gobernador Wilmer González Brito derrotando al candidato del detenido el ex gobernador Juan Francisco »Kiko» Gómez. Aunque la realidad es que González Brito fue electo con el apoyo de la prófuga ex alcaldesa de Uribia Cielo Redondo, cuando se posesionó en el cargo no le dio ninguna participación burocrática como tampoco lo hizo con el gobierno nacional ni con los caciques regionales Alfredo Deluque y Armando Benedetti, jefes políticos de La U, partido por el que fue electo.
Las consecuencias de la desobediencia no se hicieron esperar y a Wilder González Brito la suerte pronto le cambió. De repente la Fiscalía le abrió una investigación por la entrega de mercados en su campaña electoral y terminó detenido el pasado mes de febrero. Hoy está en la Picota en Bogotá mientras el Presidente Santos aprovechó el escenario para poner en el cargo a una persona de su confianza y recomendada por el ex ministro liberal Amilkar Acosta y con el visto bueno de Benedetti y Alfredo Deluque. Se trata del ex gerente del Banco de La República en Riohacha, Weilder Guerra.
El juez Orlando Muñoz Neira, quien ordenó la captura, terminó premiado con una la Notaria 63.
Pocos días después del nombramiento de Weilder Guerra el Presidente hizo un anuncio por todo lo alto: el gobierno nacional había encontrado el yacimiento de petróleo “Gorgon1”, el más grande del que se tenga registro en Colombia, perforado por la estadounidense Anadarko, empresa socia de Ecopetrol en los bloques Fuerte Sur y Purple Angel, en aguas profundas frente a las costas de Córdoba y Sucre y que se suma a los hallazgos en los campos de gas Chuchupa y Ballenas en La Guajira, en 1969, y los campos de Cusiana y Cupiagua, descubiertos en 1989.
Durante los meses en que Weilder Guerra ha estado encargado no solo se han tomado decisiones de gran calado como la asignación del multimillonario proyecto sino que también se ha empoderado en la gobernación gracias al respaldo del Presidente y ha convertido la oficina en una oficina de empleo para sus amigos y sin responder a las inquietudes de los guajiros ni a las denuncias que han circulado por haberse favorecido de créditos por más de $500 millones de la Universidad de La Guajira para cursar tanto su doctorado como el de su hijo. El gobernador (e) no ha respondido si canceló o no el crédito que le otorgó la universidad que actualmente se encuentra en serias dificultades económicas por los manejos de su rector y aliado Carlos Robles.
Rector @caroblesjulio ¿podría presentar soportes de pago de créditos que otorgó al gobernador, a su hijo y a políticos?#Guajira @PGN_COL pic.twitter.com/zOSDvecNh5
— Gustavo Rugeles (@GustavoRugeles) 31 de marzo de 2017
En febrero de 2015 el rector de la Uni Guajira Carlos Robles también le otorgó crédito condonable al hijo del hoy gobernador Weilder Guerra. pic.twitter.com/ZNUNTtcNV7
— Gustavo Rugeles (@GustavoRugeles) 30 de marzo de 2017
En Bogotá Armando Benedetti y Alfredo Deluque, responsables de enviar la terna para elegir un gobernador en propiedad, no lo han tomado en serio dos fallos de tutela que les ordenan enviar a sus tres candidatos y solo hasta la semana pasada enviaron una terna integrada por Luis Alfonso Colmenares, Tania Buitrago González y Casimiro Cuello, una terna de adorno con tres personas que no tienen posibilidad de ocupar el cargo. Esa fue una de las conclusiones de la reunión a manteles en Bogotá desde donde se toman las decisiones de La Guajira y a la que Benedetti asistió acompañado de su esposa Adelina Guerrero y de su suegra Adelina Covo de Guerrero, encuentro en el que se acordó la continuidad de Weilder Guerra en el cargo indefinidamente contrario a la voluntad de los guajiros que exigen elegir a su propio gobernador sin la injerencia del gobierno y de los políticos desde Bogotá que nos les han llevado soluciones a la a los problemas que los azotan.
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