Por: Fernando Torres Mejía
Sin duda, un número importante de colombianos creyeron que con la izquierda y su famoso “cambio” se atacaría y acabaría la corrupción, pero, por el contrario, esta “enfermedad” parece no tener cura en nuestro país, e incluso se podría catalogar como huérfana y es que durante la administración deGustavo Petro, así como en los gobiernos de Cesar Gaviria, Ernesto Samper, Andrés Pastrana, Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque, no han sido ajenos a esta situación que nos agobia, nos carcome y continuaremos “sufriendo” lasconsecuencias, hasta que llegue alguien con los pantalones bien puestos no le tiemble la mano para acabar de una vez por todas con este mal de raíz.
No ha pasado una sola semana desde que Petro llego al poder, sin que tengamos que escuchar un escándalo de corrupción, de hecho, la Contraloría acaba de anunciar que las “irregularidades” en la UNGRD en los últimos 4 años asciende a $5billones, si BILLONES, eso solo sucede en el país del Sagrado Corazón de Jesús, y no nos vengan a decir ahora que esto fue a sus espaldas, porque los gobernantes de turno no pueden salir a lavarse las manos, pues tienen con que hacer control, ya sea con los consejos de ministros, con cifras, resultados, indicadores, además cuentan con entes de control que si bien es cierto no dependen directamente de ellos, pueden solicitarles acompañamiento e informes del manejo de los recursos del estado.
Es desafortunado escuchar a los ciudadanos decir, “bueno, ese robó, pero al menos hizo algo”, esa es una excusa en la que muchos se escudan o mejor se resignan y se quedan maní cruzados dejando que unos pocos se queden con todo y esa no tiene que ser la forma de gobernar.
Por otra parte, volvió la polarización tóxica entre Petro y el expresidente Álvaro Uribe, quienes se volvieron a enganchar en las polémicas que por años alimentaron el odio y que sin duda no permiten que se avance hacia una reconciliación que tanta falta le hace a este país. Uribe aseguró que Gustavo Petro quiere presionar la aprobación de reformas “con congresistas sobornados y ha amenazado con volver a los estallidos sociales», en igual sentido se pronunció Jorge Enrique Robledo quien dijo, «nunca en todos mis años en la política, había visto un gobierno tan corrupto, comprar congresistas es gravísimo», vamos a continuar con esta polarización que no le hace bien ni al país ni mucho menos a los colombianos.
Estamos a 2.2 años de tener un nuevo inquilino de la Casa de Nariño, pero a 1,9 de su elección siempre y cuando no tengamos que recurrir a una segunda vuelta, pero creo que ahora lo más importante, es lograr que el 7 de agosto de 2026, tengamos el privilegio de asistir al “desalojo” de quien sin duda ha sido el peor presidente de la historia de Colombia, aunque ese “honroso” título, se lo disputaban Samper y Santos.
A través de la historia, solo hemos tenido como presidente figuras masculinas y si bien es cierto “sobrevivimos” es claro que llego el momento de tener una verdadera renovación, un revolcón, que entendamos como lo he venido manifestando en varias de mis columnas, que llego la hora para que una mujer asuma como presidente, lo que implica, no seguir estigmatizándolas, ni creer que no están preparadas o no tienen el “perrenque” o la verraquera para asumir ese papel, no más ese machismo que no ha permitido darle ese espacio a quienes sin duda nos han demostrado que cuentan con grandes virtudes, empatía, capacidad de colaboración, resiliencia, prudencia, inteligencia emocional, habilidad para resolver conflictos de manera pacífica, visión a largo plazo y capacidad de tomar decisiones equitativas y justas.
Por otra parte, la diversidad de género en el liderazgo puede aportar diferentes perspectivas y enfoques para la toma de decisiones, lo que será beneficioso para una sociedad diversa.
Sin duda vamos a contar con un número significativo de candidatos para las próximas contienda electoral hacia la presidencia, de hecho hoy contamos con, 11 del Pacto Histórico, 8 de Centro Izquierda, 5 del Centro Democrático, 16 de otros partidos, es decir 40 precandidatos que ya están “calentando” motores, pero muchos de estos, deben detenerse y hacer un análisis profundo de lo que realmente le conviene al país y pensar que, es el momento para una mujer.