En la carrera por la alcaldía de Santa Marta, un candidato ha centrado su campaña en un tema que afecta profundamente a los samarios: la falta de agua potable. Este candidato es José Alfredo “El Cura” Ordóñez, quien ha criticado duramente al movimiento político conocido como caicedismo por su supuesta ineficiencia en este aspecto.
El caicedismo, o ‘movimiento naranja’, es una fuerza política liderada por el ex gobernador Carlos Caicedo. Ha tenido un control considerable en Santa Marta y en todo el departamento del Magdalena durante los últimos años. Ahora, buscan mantener su influencia a través de Patricia Caicedo, hermana de Carlos y candidata a la alcaldía.
Ordóñez ha cuestionado la capacidad del caicedismo para resolver el problema del agua en Santa Marta. A pesar de las inversiones significativas y años de gobierno, la ciudad aún carece de agua potable.
Los turistas enfrentan costos elevados y los samarios se ven obligados a consumir agua de calidad cuestionable.
En un reciente debate organizado por W Radio y Caracol Radio, Ordóñez criticó a Patricia Caicedo por su papel como gerente de la ESSMAR (Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta). Según Ordóñez, bajo su gestión, la ESSMAR no logró garantizar el suministro de agua para los samarios.
Ordóñez también acusó al caicedismo de endeudar la ciudad y utilizar los recursos para fines políticos y electorales en lugar de invertir en soluciones para el problema del agua.
Estas críticas marcan un cambio potencial en la política de Santa Marta. Sin embargo, solo el tiempo dirá si estas acusaciones resonarán con los votantes y si Ordóñez podrá poner fin al dominio del caicedismo en la región.
El asunto del agua trasciende el ámbito electoral. Lo cierto es que hay comprometidos recursos millonarios y este caso podría escalar a responsabilidades disciplinarias y penales.
Esto no sería una novedad en Santa Marta, donde ya han ocurrido situaciones similares con otros asuntos y presupuestos.
Actualmente, la Fiscalía avanza en investigaciones en contra del actual gobernador, quien tiene afinidad con el gobierno nacional. Este es un tema que requiere atención inmediata y soluciones efectivas más allá de las promesas de campaña.
Más allá de las críticas y las promesas de campaña, lo que Santa Marta necesita es un cambio real. Un cambio que no solo se limite a las palabras, sino que se refleje en acciones concretas y resultados tangibles.
La ciudad necesita líderes que estén dispuestos a enfrentar los desafíos, a tomar decisiones difíciles y a poner los intereses de los samarios por encima de todo.
La cuestión del agua es solo la punta del iceberg; hay muchos otros problemas que requieren atención. Y mientras los samarios esperan un cambio, la ciudad de Santa Marta, con su rica historia y su belleza natural, sigue esperando el amanecer de un nuevo día.