• Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto
viernes, junio 13, 2025
16 °c
Bogota
El Expediente
  • Iniciar Sesión
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
Inicio Opinión

Y LA PERCEPCIÓN DE SEGURIDAD, ¿QUÉ?

por El Expediente
marzo 18, 2021
en Opinión
Tiempo de leer:4 mins read
0
¿UNA REFORMA A LA POLICÍA NACIONAL?
1.5k
COMPARTIDAS
2.5k
VISITAS
Compartir en FacebookCompartir en WhatsappCompartir en TwitterTelegram

Por: Juan Daniel Giraldo

En 1970, cuenta Carlos Martínez Simahan, que un periodista, ávido de una chiva periodística, mal interpreto los sondeos electorales con los escrutinios oficiales, dando a entender que el gobierno de la época le había arrebatado a Gustavo Rojas Pinilla la victoria presidencial. Este hecho, visto de una manera simplista se puede tomar como un “gazapo” periodístico; pero las consecuencias de aquél desacierto no pudieron ser más nefastas para el país: gracias a ello nació el Grupo Narco Guerrillero M19, y todo lo que sucedió después, es historia que todos conocemos, a nuestra medida, pero la conocemos.

Relato esta historia como introducción porque es necesario hablar de la doble responsabilidad: la gubernamental y la mediática, en la sensación y la percepción de seguridad que tiene un pueblo como el nuestro en medio de nuestra cotidianidad.

Hablar de seguridad se ha vuelto tan recurrente en el discurso público, que se convirtió en un tema de obligatoria discusión siempre que comienzan las campañas electorales. Candidato que se respete en campaña promete que bajará los indicadores de inseguridad y que será primordial la atención de ésta en su gobierno, en caso de ser elegido.

Pero creo que este tipo de discusiones debe ir mucho más allá. Pocas veces hemos hecho deliberaciones serias y con argumentos sensatos, que arropen los fenómenos locales y nacionales, incluso globales, para poder descifrar y solventar una amenaza que se convirtió en el calvario de todo gobernante. Los ideólogos de escritorio teorizan y lanzan postulados que muchas veces me parecen salidos de la mente de serafín o del mundo de Alicia en el país de las maravillas; todo ello porque se evaden de un postulado que cogió fuerza y ahora es la punta de lanza del discurso en torno a este tema: LA PERCEPCIÓN DE SEGURIDAD.

De nuevo, hagamos algo de historia. ¿Cuándo comenzó a escucharse este concepto? Diría que desde el atentado a las Torres Gemelas en EEUU, el pueblo norteamericano comenzó a determinar que existe una diferencia entre la seguridad y la percepción de seguridad. Podemos vivir en un estado o un pueblo relativamente seguro, pero si mi percepción como ciudadano o como sociedad, debido a fenómenos intra ó antrópicos, me lleva a concluir lo contrario, diré abiertamente que no me siento seguro.

Y otra anécdota más: durante más de 30 años los medios se acostumbraron a titular sus noticias gracias al terror que el narcotráfico y la guerra para-guerrillera generaba en el país: la noticia del día era un común denominador: masacres, carros bombas, atentados, secuestros, entre otros. No había otro titular ni primicia, era la constante; el resultado: vivir en un estado de alarma permanente, entendimos que vivíamos en un país inseguro, y nuestra percepción de seguridad era esa, vivir seguros en un país inseguro.

El Plan Colombia y la Seguridad Democrática cambiaron el panorama: ya no siguió siendo costumbre ver en los titulares periodísticos estos hechos; ahora, y lo digo con sensatez y certeza, ver en las ciudades actos terroristas o acciones delicuenciales son hechos aislados normalmente, salvo contadas excepciones, (como el vil atentado contra los estudiantes – cadetes de la Escuela General Santander), excepciones que deben ser revisadas, prevenidas, atacadas y condenadas, por la inteligencia y la investigación criminal, un tema que merece ser abordado en otro artículo.

Aquí cabe, bajo estos preliminares, dos grandes interrogantes: 1. ¿Qué papel deben cumplir los medios, como informantes de los hechos, de asegurar que la percepción de seguridad ciudadana no se menoscabe? 2. ¿Qué dialéctica deben manejar los gobernantes para que la comunicación de los hechos no afecten esta?

En primer lugar, los medios como responsables directos de la transmisión de los hechos, tienen la responsabilidad ética y moral, y con ello no quiero rayar en la censura, pero sí hacer hincapié en su deber de no generar caos y desorden a través de sus crónicas. Estamos en una época y un escenario histórico totalmente diferente al de hace 20 años, y pretender crear zozobra y pánico colectivo a través de noticias que bien pueden ser contextualizadas, ahorraría muchos efectos colaterales no deseados en los hechos nacionales y regionales.

En segundo lugar, a nuestros gobernantes debe quedarles claro que el lenguaje que ellos usen, es el mismo lenguaje con el cual serán medidos. Si yo como alcalde de una ciudad como Bogotá afirmo, sin un sustento de inteligencia y de análisis criminal claro, que haya grupos armados generando caos en el Sumapaz; como alcalde debo entender que informar ello generará sensaciones de inseguridad, y ello afectará enormemente la calidad de vida y tranquilidad de sus ciudadanos. La comunicación debe ser efectiva y afectiva con todos los demás entes involucrados, y así el mensaje que se envíe genere confianza, y no un sinsabor de inseguridad por falta de liderazgo de los mismos.

Finalmente, no podemos endilgar la responsabilidad plena de la sensación de seguridad a los entes policiales; ellos como ejecutores de las políticas diseñadas por el ejecutivo, muchas veces quedan en una sin salida por cuenta de esos cortos circuitos entre el gobierno, los medios, y la sociedad en general.

(Visitas Totales 385 )
Compartir593EnviarTweet371Compartir
El Expediente

El Expediente

Deje un comentario

¿Quieres Apoyarnos?


 

Popular

  • Primicia de El Expediente: Nueva Marquetalia y un «Pisa Suave» de las FARC ejecutaron el atentado contra Miguel Uribe

    Primicia de El Expediente: Nueva Marquetalia y un «Pisa Suave» de las FARC ejecutaron el atentado contra Miguel Uribe

    691 Compartidas
    Compartir 276 Tweet 173
  • El Expediente responde a El Veinte de Ana Bejarano: ni censura ni silencio, solo libertad de prensa

    42 Compartidas
    Compartir 17 Tweet 11
  • Escolta de la UNP condenado a 26 años aun presta servicio

    50 Compartidas
    Compartir 20 Tweet 13
  • Petro firma decreto para consulta popular con la bandera de «Guerra a Muerte» como telón de fondo

    19 Compartidas
    Compartir 8 Tweet 5
  • Primicia de El Expediente: UNP denegó solicitud de seguridad al senador Miguel Uribe antes del atentado. Revelamos la comunicación privada

    343 Compartidas
    Compartir 137 Tweet 86
Tweets by EIExpedienteCol

Facebook

Recomendado

¡VENTA DE AVALES!

Persecución a los adultos mayores de Bucaramanga

4 años atrás
¡LEVANTEN LA RESERVA!

PIDO PERDÓN

4 años atrás
El Expediente

Dirección: Carrera 19A # 84 - 29 oficina 502
Teléfono: 3132161175
Contáctenos: info@elexpediente.co

Nuestro compromiso es con la verdad.

Secciones

  • Ciudadanas (47)
  • Corrupción (678)
  • DATO El Expediente (394)
  • Opinión (3.286)
  • Postconflicto (32)
  • Redes (7)

Redes

  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta

¿Olvido su contraseña?

Retrieve your password

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Iniciar
Ir a la versión móvil