Un asesor del exministro de Defensa Juan Carlos Pinzón, fuente confiable y de vieja data, envió esta carta a la redacción de El Expediente la cual reproducimos integralmente teniendo en cuenta la seriedad de la persona que la suscribe y cuyo nombre protegemos por su seguridad. Invitamos al hoy dirigente de las Farc Jesús Santrich a desmentir o a dar las explicaciones sobre esta denuncia que relata el supuesto acoso a mujeres del gobierno colombiano y de las Farc y sus parrandas en un reconocido burdel de La Habana.
Señores
El Expediente
Ciudad
Durante dos años fui asesor del Ministerio de Defensa para el Proceso de Paz en la Habana. Hoy, cuando se destapa toda la posición solapada frente a la justicia especial de paz, cuando es imposible creer en actos de generosidad por parte de la guerrilla, y es claro que muchos crímenes se van a quedar impunes te quisiera contar una información, la cual podrán corroborar con toda tranquilidad.
Durante en las reuniones en la Habana tuve que soportar el suplicio de asistir a reuniones con el señor Jesús Santrich y su mano derecha, el hoy vocero de paz, Francisco «Pacho» Toloza. En todas las reuniones tuve que tolerar el tratamiento morboso y pervertido de Santrich a todas las mujeres, incluso las asistentes del gobierno que tenían que asistir al recinto en el palacio de convenciones.
Aprovechando su su condicion de discapacidad, por demás parcial, se acercaba y les hacia tocamientos, las intimidaba sexualmente. Las mismas guerrilleras tuvieron que tolerar esta situación. Incluso Victoria Sandio (Integrante de las Farc) en episodios tuvo que responder a los acosos de Jesus Santrich a las guerrilleras y asesoras de las propias Farc
Los episodios más graves en La Habana llegaron a mis oídos por los asesores de gobierno, de las llamadas «parrandas del ciego», y como incluso el gobierno cubano tuvo que encubrir lo que ocurría.
Era común encontrar a Jesús Santrich en la »Cueva del oso» un prostíbulo en el barrio jaimanitas. Su circulo de confiaza le asistia, cuales files escuderos. Romaña, Francisco Toloza entre otros. En el mes de septiembre del año pasado Santrich decidió golpear a una de las prostitutas, o jineteras, como las llaman en Cuba. No contento con ello ante la reacción del dueño del bar, Santrich junto con Toloza comenzaron a gritar que ellos eran amigos del gobierno, de las FARC y que eran intocables.
La cosa fue tan escandalosa que se volvió un rumor en el barrio Jaimanitas, la mujer intentó demandar pero la Dirección de Inteligencia de Cuba (DGI) cubana lo impidió.
Toloza y Santrich siguieron usando la ‘Cueva del oso’ como lugar de conspiración. Allí se hicieron famosos los gritos cucuteños de Toloza que no osaba en sacar dólares y euros para pedir que Jineteras cubanas se tocarán enfrente de él y manosearan a Santrich.
PD: Hoy Toloza esta en el Congreso como supuesto miembro de la sociedad civil, pero desde hace casi 4 años no dudaba en presentarse como miembro de las FARC y uno de los padres del partido clandestino en Cuba, incluso lo usaba para intentar conquistar a algunas niñas de las organizaciones comunistas de la isla.
EL Expediente indagó con algunas fuentes y colegas que cubrieron durante cuatro años y de primera mano el proceso en Cuba quienes manifestaron que esta información era de dominio público entre periodistas y asesores del gobierno pero nunca se puso en conocimiento por considerar que podría afectar el desarrollo del proceso de paz. Estamos abiertos a entregar copia de la información recibida a las autoridades si así lo requieren.