Por: Julio César Leal Duque
De los anuncios del gobierno del pasado 10 de junio en redes sociales respecto a lo que puede venir en una Reforma Tributaria, la cual sigue siendo inoportuna sin reducción de gastos burocráticos y la persistencia de seguir aumentándolos de forma descarada; y sustentada con “babas” los que llaman “líderes gremiales” que defienden posturas políticas y no técnicas sobre los daños que se avecinan con los cambios de tarifas en el impuesto de renta, incluso afirmando que no importa la pérdida de competitividad -no pues que líder gremial tan inteligente-.
Un aspecto que no han tenido en cuenta los asesores de los políticos, de los grupos de interés y de mucho otros que han participado activamente de las reformas tributarias que han disparado los impuestos por encima del 71.2%, es que las empresas pierden valor cuando los gobiernos suben las tarifas en impuestos directos como el de Renta o el de Patrimonio. Algunos que incluso hoy se hacen llamar “líderes gremiales” pero que en realidad son politiqueros hacen perder valor a las empresas incluso de sus afiliados. Ese es el problema de llamar “asesores”a gente sin formación a pesar que muestran “más cartones que un tugurio”.
El valor patrimonial de las empresas puede ser determinado de varias formas, el valor de éstas puede ser determinado por el mercado, por la cantidad de activos que posee, por la capacidad que tiene de generar utilidades, por sus intangibles, por la valorización de los activos, etc, y muchos analistas utilizan indicadores financieros antes de impuestos, que desde mi punto de vista es absurdo, porque muchos impuestos se convierten en la erosión del capital, es decir, son confiscatorios, además es prohibido por la Constitución Nacional. La razón para que sea prohibido es sabia, y es que uno no puede gravar el capital, debe gravar las utilidades que genera el capital, pero acá los asesores que se consiguen o que consultan están felices gravando sobre los ingresos -¡ah bestias!-.
Entonces de nada sirve analizar una empresa sin analizar la tarifa de impuestos y la base sobre la cual se aplica (no saben que la progresividad es sobre la base y no la tarifa), no se pueden analizar solo los balances contables sin analizar los balances fiscales, sobre todo en estos días en los cuales algunos creativos -bien pendejos por su puesto- quieren no solo aumentar las tarifas de renta, sino también destruir la base sobre la cual se calcula, disminuyendo por ejemplo de la base en renta el gasto de ICA. Esos genios creativos lo que causan es un detrimento en las compañías que pocos analistas calculan. Destruyen las bases gravables y las tarifas, dejando la aplicación de la tarifa casi sobre los ingresos, así cualquiera dice que es experto.
Nadie va a trabajar para que lo vean, nadie va a trabajar solo para pagar impuestos, los agentes económicos no son tontos. Por eso cuando el gobierno sube las tarifas mucha gente cierra las empresas, se cambia de inversión a una de menos riesgo, esto porque los activos que son productivos se convierten en improductivos al perder la capacidad de generar renta (el Ministro de Vivienda piensa que los incrementos en la compra de vivienda de interés social es su gestión, y no, es del mercado que se acomoda). El efecto es devastador y se puede reflejar incluso en la bolsa de valores donde los grupos de interés que gestionan reformas tributarias para su beneficio, esos, también se ven afectadas sus empresas por la pérdida de valor. Quizás los grupos de interés también han estado mal asesorados, porque probablemente no han determinado la perdida de valor de sus empresas por efectos de las tarifas que han promovido a favor de ellos en detrimento de otros agentes del mercado. Es decir, hoy quizás las empresas colombianas deberían tener un valor más alto en el mercado internacional si su capacidad de generar renta estuviese en otros niveles deseables. Como quien dice, se pegaron un tiro en el pie por andar politiqueando.
Cuando en el mercado se determina el valor de una empresa, se le restan las arandelas que impiden la generación de utilidades (renta). Como cuando una persona va a comprar un apartamento para arrendarlo y que le genere utilidades, cuando la administración del edificio es muy alta, esa persona pierde el interés en comprarlo porque los arriendos se van en administración (prediales y otros) y lo que recibe al final del ejercicio es muy poco; así que prefiere no comprarlo. Ese ejemplo sirve para entender lo que pasa también con las empresas del sector productivo, los bancos (las empresas que tienen garantías, esas garantías pierden valor) si los impuestos a la renta se convierten en impuestos a los ingresos, las empresas se van del país, esas decisiones afectan directamente la inversión extranjera directa, así al señor politiquero no le interese la competitividad del país. Es otro tiro en el pie para la generación de empleo y la recuperación económica que necesitamos.
Les dejo además un ejemplo simple matemático para entender.