Por: Roberto Ortiz Ureña
A poco más de un año de la Alcaldía del Medico Jorge Iván Ospina se puede afirmar que, aparte de los problemas de planificación que tiene la ciudad, la desfinanciación del plan de desarrollo, escándalos por derroche de recursos públicos y la desatención de las necesidades de los ciudadanos, por lo cual, lo que manda la pauta en su gobierno son problemas relacionados también con la ética y la moralidad pública.
En la administración pública está determinada por normas que fijan las funciones, obligaciones, prohibiciones de los funcionarios públicos; por otro lado, la ética de la gestión pública está ligada al cumplimiento de los principios, deberes y prohibiciones que rigen la conducta funcional de los servidores del sector público, como ejemplo de esto, en la administración de nuestra ciudad se presentan los siguientes casos: Primero, tuvo que renunciar el Secretario de Educación por irregularidades en la contratación del PAE; segundo, se suspendió compra de tapabocas N95 por posibles sobre costos; tercero, escandalo en la compra de mercados y su logística durante la pandemia; cuarto, nombramientos de funcionarios públicos con ciertos impedimentos de conflicto de intereses, como es el caso del Director del Departamento de Hacienda Municipal Fulvio Leonardo Soto que tiene demandado al municipio y que seguramente en su condición de director de Hacienda Municipal apartará esos recursos para dar fiel cumplimiento a la sentencia a su favor; quinto, se debe mencionar que en la secretaria de participación ciudadana con el doctor Rodrigo Salazar que está siendo investigado por la Fiscalía por la entrega de recursos de anticipo, sin llenar los requisitos en METROCALI a una empresa ISRAELÍ que finalmente se voló con más de 6.000 mil millones de pesos.
También quebrantaron la moralidad y la ética publica en esta administración varios secretarios del gabinete entre ellos, Fabiola Perdomo ex secretaria de Bienestar Social y Argemiro Cortes ex secretario de Desarrollo Económico quienes con su contratación favorecieron intereses de amigos de la campaña electoral y contratistas afines a sus ámbitos de amistad. Y por supuesto, no podemos dejar atrás los escándalos sobre los recursos de Corfecali y EMCALI en la feria virtual y alumbrado navideño.
Se debe mencionar un hecho más grave, el silencio cómplice de EMCALI con el incumplimiento de modernización de la PTAR, en el cual en este momento permite que llegue las aguas residuales al rio Cauca atentando contra el medio ambiente.
Y para terminar con este análisis de atentados contra la ética y la moralidad pública del gobierno de los Ospina, el doctor Roy Alejandro Barreras Director de Planeación Municipal al intentar mediante una circular cambiar el uso del suelo de una zona de reserva ambiental, a fin de favorecer la construcción de torres de apartamentos por parte de particulares, asunto que por fortuna impedimos varios concejales en un debate de control político. También cabe mencionar, el escándalo del nombramiento del señor Elver Marino Montaño como subdirector del Departamento Administrativo de Desarrollo Integral desde el mes de enero 2020 teniendo este funcionario inhabilidades por haber sido sancionado por los órganos de control. Gastó miles de millones de pesos en estudios de una encuesta que nadie conoce a la fecha. Además, contando con el escándalo por nepotismo de funcionarios de la actual administración y eso nos lleva a recordar que en la primera Alcaldía de Jorge Iván Ospina en el año 2007 al 2011, fue condenado un secretario de Infraestructura a 64 meses de prisión por la contratación de la esposa de otro secretario del gabinete en ese entonces, y que también fue condenada a 48 meses de prisión.
De tal manera, que en el gobierno de los llamados alternativos que se presentan hoy como los padres de la moral y la ética pública deja mucho que decir con la incoherencia política que manejan. Esperamos que los órganos de control enderezcan el camino gorobeto en el que anda la actual administración de Santiago de Cali.