Como en sus tiempos de activista la señora Claudia Nayibe López, hoy alcalde de Bogotá sigue estigmatizando y criminalizando al sector ganadero de Colombia, que a su vez ha sido víctima de las FARC, EPL, ELN, M19 y cuanto grupo terrorista de izquierda haya existido en Colombia.
No podemos dejar de recordar el tiempo de los secuestros por parte de todos los grupos terroristas de izquierda a finqueros, ganaderos y comerciantes en los años 80 y 90, pero fue el gremio de ganadero en su totalidad víctima de secuestros, asesinatos y extorsiones a lo largo y ancho del país.
Siempre me viene a la memoria lo vivido por el ganadero cordobés César Navarro, quién en su secuestro por un tema delicado de salud, fue intercambiado por su hijo de crianza para que él pudiera recibir atención médica en Medellín, sin embargo, el secuestro del hijo se extendió por meses mientras el señor Navarro mejoró y consiguiera el dinero para liberar a su hijo. Y como el caso del ganadero Cesar Navarro en Córdoba, hay miles en todo el país pero, para la señora Claudia Nayibe López, los victimarios en Colombia son los ganaderos y comerciantes mas no las FARC, EPL y ELN, mientras ella anda de plácemes en muchos eventos con quiénes fueron los verdugos de miles de personas en este país, muchos de ellos hoy con curules gratis inmerecidas y otros a quiénes ella les ha abierto las puertas de su administración en Bogotá, actitud además revictimizante contra las victimas en este país.
La ganadería hace un enorme aporte a la economía de nuestro país. Cada año se producen más de 7.500 millones de litros de leche y un promedio de 812.000 toneladas de carne bovina para la producción nacional y de exportación; en nuestros hatos, fincas y parcelas existen más de 28 millones de cabezas de ganado y búfalo, estos últimos son el 5 % de un sector que genera trabajo y empleo para cerca de 900 mil colombianos Gracias a ellos nos llega a nuestra mesa el queso, la leche, la carne el suero sinuano y costeño que cada día se consume más en Colombia y fuera de nuestras fronteras, sin dudas es un renglón dinamizador de nuestra economía que no debe ser estigmatizado ni criminalizado y sobre todo por funcionarios en altos cargos como la señora alcalde de Bogotá Claudia López Muchos hemos visto con entusiasmo y alegría que el gobierno de Gustavo Petro haya acordado con FEDEGAN en cabeza de José Félix Lafaurie y con la ministra de agricultura Cecilia López Montaño, la compra de tres (3) millones de hectáreas de tierra para campesinos, es un hecho que va en la dirección correcta que merece todo reconocimiento y que espanta el fantasma de la expropiación de tierras que vociferaban algunos personajes de izquierda para congraciarse con los receptores de sus arengas.
Sin dudas se necesita entregar tierras a campesinos para que trabajen y poder mejorar su calidad de vida, ojalá también venga con ello, las capacitaciones para tecnificar el agro, capital semilla para la siembra y producción de todo lo que se pueda y desee cultivar en nuestros campos. Y también esperamos que haya pedagogía para incentivar la cultura campesina en nuestros jóvenes, ya que lastimosamente, hoy la juventud no le quiere dar un palazo a la tierra y muchos de ellos, hasta se avergüenzan de sus raíces campesinas y prefieren irse a las ciudades a engrosar los cinturones de miseria que hay en nuestras urbes, aunque debo precisar que también ese exodo se debe a la falta de oportunidades para nuestra juventud campesina.
Algunos sectores políticos e indígenas han hecho creer que la tierra productiva es la tierra plana, y por eso han apuntado a invadir tierras en norte del Cauca, Valle, Magdalena, Cesar, Meta, Córdoba, Antioquia y magdalena medio, lógicamente detrás de las invasiones hay manos oscuras de grupos armados y algunas personas o “líderes” muy en sintonía con organizaciones que pretenden desestabilizar a empresarios y otros gremios de la economía del país, y podríamos experimentar que si el gobierno les dice, o los convoca para darles tierras en zona cordillerana o en vichada o Guainía estos no lo aceptarían, eso se debe a que realmente no tienen vocación campesina y detrás de las invasiones hay más una estrategia y pretensión política e ideológica, que el deseo real de poner a producir la tierra.
Cuando hemos visitado a zonas de Cauca, Tolima, Caquetá, Putumayo y Huilla vemos en su zona cordillerana especialmente en Cauca y Huila, un enorme potencial, sobre todo para el café, caña de azúcar, maíz, frijol, lulo, Plátano y Yuca; también se abren las puertas para la producción de carne de cerdo, pollo de engorde y huevos. Escucho a algunos indígenas que dé (34) millones de hectáreas que poseen principalmente en Cauca, la mayoría son cancheras, arbustos y peladeros, yo les he manifestado que la zona de Toribío, Jambaló, Corinto, Tacueyó, Caldono, Inzá y Belalcazar con una similitud geográfica a las tierras del eje cafetero, sólo le hace falta es ganas de ponerlas a producir con empuje y dedicación.
Es más, les manifesté que, si las arriendan a productores agrarios con deseos de y vocación agrícola en término de cinco años, tendríamos un Cauca productor de alimentos y con una economía legal dinamizada a gran escala ya que es una tierra fértil que sólo le hace falta empuje y ganas. Cuando las nuevas generaciones de colombianos tengamos claro que en el campo está el futuro de nuestro país y, volvamos a nuestra cultura campesina de producción de alimentos, les aseguro que vendrán cosas nuevas para nuestra gente, pero esto se daría con un campo sin presencia de grupos armados ni narcotráfico.
Con libertad de empresa y confianza inversionista para que los campesinos de la mano del capital privado jalonen la economía de la nación. Señora alcaldesa Claudia López, el sector ganadero no es despojador ni victimario cómo usted apresuradamente lo ha dicho, es un gremio víctima de muchos con quienes usted se alinea en su concepción política e ideológica y, que desafortunadamente hoy ocupan curules gratis en el congreso.