Estamos por debajo de otros países de la región con negocios con solo tres laboratorios. Sin vacunas Chinas ni Rusas y resignados al ‘Covax’ para los países más pobres.
Mientras otros países de Latinoamérica ya comenzaron su plan de vacunación, en Colombia, el ministro de salud Fernando Ruiz ha manifestado que cerró contratos que le entregarán al país 29 millones de vacunas para la misma cantidad de colombianos.
Aunque no se conocen los detalles de la negociacion, se sabe que esas vacunas serán entregadas a partir de la próxima semana por Pfizer y AstraZeneca. Más adelante por la compañía farmacéutica de Johnson & Johnson, Janssen. Más allá de eso, nada. Nos queda esperar lo que se consiga por el mecanismo “Covax”, la coalición de 172 países que busca garantizarla a los países más pobres, como el nuestro.
En Chile, la vacunación comenzó desde diciembre y a partir de hoy continúa el proceso con la aplicación de la vacuna china CoronaVac, de las cuales el país austral compró 60 millones. Completan así compras por cerca de 90 millones de vacunas, con entregas reales, una cantidad tres veces mayor a la que Colombia ha asegurado, aunque Chile solo tiene algo más de la tercera parte de nuestra población.
Brasil por su parte ha adquirido también grandes lotes de otras vacunas distintas a Pfizer y AstraZeneca: 100 millones de la misma vacuna china CoronaVac, y 50 millones de la vacuna rusa Sputnik V. A la fecha, Brasil ha aplicado cerca de un millón doscientas mil vacunas chinas CoronaVac. Perú ya aseguró 52 millones de vacunas, aunque su población es de 32 y medio millones, la gran mayoría de la farmacéutica china Sinopharm. Como se sabe, México, Costa Rica, Argentina, Ecuador y Panamá, ya comenzaron vacunación.
El Ministerio de Salud colombiano creó hasta el 15 de septiembre del año pasado una “Instancia de Coordinación y Asesoría para el Acceso a Vacunas Seguras y Eficaces contra el Coronavirus”. De esa instancia no se conocen sus actas, sus análisis, las hojas de vida y posturas de sus integrantes, ni su competencia real para tomar las decisiones que afectan la salud de todos los colombianos.
Otra dificultad que enfrenta Colombia es que la entrega de vacunas de las grandes empresas farmacéuticas occidentales con las que negoció Colombia se complica ante la exigencia de priorización para los países desarrollados.
Tampoco se sabe nada de si el gobierno está adelantando negociaciones serias con las otras farmacéuticas que fabrican las otras vacunas seguras y eficaces: Moderna (mRNA-1273), Gamaleya (Sputnik V), Novavax (NVX-CoV2373), Sinopharm (BBIBP-CorV) y Sinovac (CoronaVac).
Lo cierto es que el gobierno nacional parece resignado que los “mecanismos multilaterales” como Covax, le resuelvan nuestro futuro no obstante la rapiña de todos los países por sobrevivir a toda costa.
Como dijo Saúl Hernández Bolívar en su columna en El Expediente: “Buena parte del país mira con rabia la indolencia de un gobierno que se equivocó en lo único en lo que no se podía equivocar. El gobierno del presidente Duque se equivocó gravemente o lo hicieron equivocar. Sus funcionarios se quedaron pensando en los pajaritos preñados del multilateralismo, o sea en la tal plataforma Covax que supuestamente nos iba a proveer ágilmente la vacuna anticovid, mientras muchos otros países sacaron la billetera y compraron sin dilaciones el fármaco”.