Por: Laura Pinzón
Querido ciudadano del mundo: Bien es sabida la situación que lamentablemente en mi país se viene desarrollando, un Paro Nacional, que, por la actuación de unos pocos, nos tiene estancados a todos, cumpliendo la neurofilosofía de la naturaleza humana: el egoísmo como la búsqueda de la supervivencia del “yo” sin pensar en el “otro”. Sin embargo, antes de contarle qué sucede realmente déjeme ilustrarlo un poco sobre Colombia, si aún no la conoce.
Somos privilegiados, nos rodean dos océanos (Pacífico y Atlántico) motivo que nos hace ser un territorio lleno de diversidad. Dicen que “barriga llena, corazón contento”, por eso aquí, tenemos miles de platos típicos como el sancocho, la bandeja paisa, la “picada”, la arepa, entre otros, que son preparados por manos de colombianos mestizos, honrados y trabajadores que sueñan con un país cada día mejor y que están dispuestos a atenderlo como si usted, fuera de su casa.
Sin embargo, sé que todas estas maravillas que le cuento han sido nubladas por el desarrollo de hace más de un mes, de un Paro Nacional, que ha acaparado titulares internacionales, pero le aseguro, que, aunque usted nos perciba como una democracia “antagonista”, esto solamente ha sido la búsqueda de implantar el socialismo en nuestro país.
Siendo así, debo aclararle algunas cifras oficiales (fuente de la Policía Nacional): Se han hecho más de 5.800 concentraciones a lo largo del país, 602 movilizaciones y 2.189 marchas; además, ha habido más de 2.992 bloqueos, los cuales han impedido el paso de alimentos, combustible y en general bienes básicos, pero, como si no fuera suficiente, algunos de estos bloqueos han impedido el paso de ambulancias, situación que ha llevado a la muerte de 2 bebés ¿Esta debería ser la manera de protestar?
Ahora bien, sé que ha recibido noticias de “abuso policial” contra civiles y si, lo ha habido, pero no en las cifras que las “organizaciones de DD. HH” le cuentan. Es por eso, que yo si quiero mostrarle el “otro lado”, los más de mil uniformados afectados por la actuación de varios vándalos, los cuales, por ejemplo, han quemado y maltratado físicamente a los miembros del Ejército, Policía y ESMAD, de los cuales 2 han fallecido a raíz de estas actuaciones criminales, 681 han sufrido violencia y 213 han sido víctimas de lesiones personales. Además, una de las uniformadas de nuestra Policía Nacional fue violada.
Por otro lado, estamos afrontando un riesgo real: La comunicación en medios sociales y los movimientos en redes, que han traído a nivel global resultados como la Primavera Árabe o, la Revolución Naranja. Pero, en el caso de Colombia, solamente ha traído ruina, pues le ha costado al país 6.2 billones de pesos colombianos, lo que representa un costo diario de $484.000 millones. Además, habrá visto en redes la etiqueta #NosEstanMatando o, la bandera de Colombia al revés. Frente al primero, debo asegurarle que todo lo que ve, no es real, pues han salido comprobadas por fuentes oficiales más de 84 Fake News y, con respecto a nuestra hermosa bandera (creada desde 1806) le diré que su posición correcta es amarillo, azul y rojo, no deje que le coloquen el país al revés, y menos, aquellos violadores, asesinos y reclutadores de las Farc, quienes con cinismo se atreven a exigir cuando no han pagado por sus crímenes, quizás usted ahora los conoce como Senadores del Partido Comunes, título que vulgarmente recibieron después de la firma del Acuerdo de Paz.
Finalmente, le hago una invitación: conozca a Colombia y, no por las de falsedades que en redes difunden para generar una crisis gubernamental y asustarlo de nuestro país, tómese el tiempo de indagar realmente lo que sucede y, si me lee por favor emita un SOS en su país, para que vengan a conocer de primera mano la situación real, desde una perspectiva general y no parcializada como algunos quieren presentarlo y por favor, invite a los jóvenes, a que lean y conozcan la historia, para que puedan entender la situación más allá de las tendencias en redes y los titulares de las noticias.