Por: Germán Senna Pico
Entre 2017 y 2019 los combos y bandas de Medellín sufrieron duros golpes y reveces en su actuar delictivo en esta ciudad durante la administración del ex alcalde Federico Gutiérrez, no sólo se les persiguió en Medellín, sino a otros municipios donde estos tenían alianzas con otras organizaciones delictivas llamadas “ODIN”: Organización Delincuencial Integrada al Narcotráfico.
Se habla mucho de cogobiernos en la ciudad de Medellín con organizaciones ilegales, crimen organizado y narcotráfico, pero no se identifica por parte de las autoridades judiciales en investigaciones sobre cómo se ejerce esa connivencia entre la administración o cuales son los pactos entre la alcaldía y los combos o bandas en esta ciudad.
Pero indudablemente para quienes hemos vivido en Medellín, no nos cabe dudas que estas alianzas existen y, se pueden dar entre las autoridades policivas y la administración municipal, en la pasada alcaldía presidida por Federico Gutiérrez, los combos y bandas de Medellín fueron golpeados con mano fuerte por parte de las autoridades, desaparecieron muchas fronteras invisibles en muchos barrios y comunas de la ciudad, al mismo tiempo fueron capturados muchos jefes de bandas y combos; la articulación armoniosa de la administración anterior entre la policía metropolitana de Medellín y la DIJIN, pusieron en desventaja a la criminalidad en todo el valle de aburra.
Ese ataque frontal a la criminalidad organizada en Medellín durante el 2017 y 2019, produjo que los activistas políticos y líderes zonales de la campaña del actual alcalde, hábilmente lograran buena comunicación con fichas de estos combos y construir alianzas en campaña electoral para cooptar el voto en las comunas y zonas donde éstos son la autoridad y pueden imponer por quien deben votar los ciudadanos, sin dudas hubo una presión de los combos y bandas en Medellín para que se diera la elección de Daniel Quintero como alcalde de la segunda ciudad más importante de Colombia.
Palabras textuales de los combos en Medellín a finales del 2019 barrio Robledo, “en este barrio no se puede votar por ninguno que apadrine Federico Gutiérrez o candidatos uribistas” y, así hicieron correr la bola en toda la ciudad de Medellín imponiéndole a un enorme sector de la ciudad por quien debían votar en la pasada campaña a elección de alcaldes. Hoy tenemos una ciudad donde aparentemente hay una disminución en homicidios, pero con una gobernabilidad apremiante del crimen en todas sus manifestaciones.
En Medellín pagan impuestos y extorsiones a combos y bandas hasta la señora que vende arepa en la esquina y, los vendedores ambulantes tienen que servir como informantes sí, o sí, a estas estructuras delincuenciales so pena de sufrir retaliaciones sino se informa alguna actividad por parte de autoridades o combos rivales.
Ese fenómeno también se da en Cali, pero no es posible asegurar que se haya configurado desde la elección del alcalde Jorge Iván Ospina, como si es posible verlo en Medellín después que la criminalidad sufriera duros golpes en sus actividades de financiación y control territorial en barrios y comunas, en Cali los combos y bandas en mucho tiempo no han recibido ataques o persecución de parte de las autoridades parece que las relaciones son más que armoniosas.
Pero si existe una coincidencia en el actuar de las bandas delincuenciales en Medellín y Cali durante las administraciones de Daniel Quintero y Jorge Iván Ospina y, es la coordinación entre la criminalidad organizada y “Odin” con los promotores de las marchas, paros, bloqueos, actos de vandalismo y terrorismo urbano contra bienes públicos e infraestructura pública y privada de la mal llamada “primera línea” en asocio con organizaciones armadas llámese ELN, FARC u (Odin) como “La Sierra”, “Belén Rincón”, “la Oficina”, “San Javier”, “Caicedo” y “San Pablo”, quienes son las que en su mayoría controlan el tráfico y distribución de estupefacientes en todo el valle de aburra.
En Cali pasó lo mismo con los combos y bandas que se aprovisionan de estupefacientes a través del departamento del Cauca con las organizaciones armadas de las disidencias (farc) Dagoberto Ramos y Jaime Martínez al igual que reductos del ELN que dominan un amplio sector del Naya en Cauca y sur del valle del Cauca, en esta zona del país cuando se produjeron las marchas y paros vandálicos, se pudo ver la connivencia entre la administración municipal de Cali y la mal llamada “primera línea” y estos a la ves con grupos armados ilegales o combos que tienen línea directa con organizaciones armadas ligadas al narcotráfico.
Lo cierto es que, si al gobierno nacional a través del ministerio de defensa y agencias de inteligencia no intervienen para desarticular las alianzas criminales entre las administraciones y organizaciones delincuenciales, podemos vivir pronto capítulos muy parecidos como los que ha vivido EL Salvador con los Maras Salvatrucha, donde estos deciden por encima de las autoridades legítimamente constituidas que se hace y que no en sus territorios.
OJO con el 2022, en Venezuela la izquierda chavista logró cooptar a casi toda la criminalidad y ponerlos a su servicio, gran parte de los colectivos chavistas que dominan barrios y comunas en Caracas, eran miembros de organizaciones criminales.
¿Se imaginan a dónde vamos si llega al poder un Petro o cualquier otro artefacto de izquierda?
German Senna Pico
Email: germansennapicko@gmail.com