Ahora andan con la euforia y se llenan la boca algunos incautos hablando de Paz Total, cuando lo que realmente busca el gobierno nacional es “metérnosla” a como dé lugar, aunque bueno, ya se intentó durante 2014, en la era del que sin duda fue uno de los peores presidentes de la historia, sin mencionar que también hemos tenido otros perversos, como el del “elefante”.
Curiosamente, esta semana se conoció la condena a Iván Márquez a 25 años por el asesinato de monseñor Duarte Cansino, que impuso la Sala Penal de la Corte Suprema de Justicia y, aunque muchos dicen que esta es una noticia sensata y que contrasta con las decisiones que se anuncian por parte de la JEP de impunidad total, la verdad es que con este gobierno, cualquier cosa puede pasar y no nos vamos a extrañar si en algunos años, veamos a Márquez en el antro de la democracia, perdón en el recinto de la democracia embestido como presidente del senado.
Recuerdan cuando Tomás Uribe decía, “Hay que mirarlo con pragmatismo, no con ideología. La JEP cuesta 330.000 millones de pesos al año. En 15 años, son 4 billones y medio. O sea, con lo que cuesta, se financia la alimentación escolar de millón y medio de niños. ¿Qué hace la JEP en la práctica? Escucha a unos exguerrilleros y exparamilitares. Si confiesan, les dan penas simbólicas.
Yo pienso que es más práctico darle amnistía total a esos guerrilleros, que se desmovilizaron en su gran mayoría de buena fe, y que en un formulario por internet confiesen sus crímenes y nos ahorramos esa platica”. Pues bien, esto es lo que al final nos costará este foco o mejor este cáncer de injusticia, que por cierto acaba de hacer metástasis, con la “estruendosa” condena que le impuso al secretariado de las FARC.
Desde ya es claro que la “paz total” del gobierno Petro que anuncia todos los días hasta en la “sopa”, jamás se va a lograr, porque no es posible que haya tanta impunidad y que la gente esté tranquila y relajada, no es posible que algunos colombianos crean que este país solamente les pertenece a los bandidos, a los criminales, a los reclutadores, a los que pueden torturar, encadenar a seres humanos como bestias salvajes en medio de la selva y ahora estén viviendo “sabroso”.
Causa curiosidad que haya personas preocupadas o reclamando del porqué a estos terroristas se les esté otorgando impunidad, e incluso muchos de los que votaron por él SI el 2 de octubre de 2016, en el plebiscito por la paz, si eso fue lo que se acordó y se pactó en la Habana y fuimos muchas las voces que lo advertimos, que estábamos y seguimos estando muy preocupados por la situación que hoy en día vive Colombia, pero entonces ahora se desgarran las vestiduras diciendo que no es posible que no paguen un solo día de cárcel, y claro que la JEP es un foco de corrupción, una olla, una cueva rolando y eso nadie lo va a discutir, pero esos personajes que hacen parte de esa organización, simplemente están cumpliendo lo que quedó escrito en los famosos acuerdos y ahí no hay nada que discutir, aunque es evidente el sesgo en las investigaciones que están desarrollando a favor de ese grupo de narcoterrorista, eso es cierto, pero cumplen las normas y leyes que se elaboraron para juzgar a los asesinos y criminales de las FARC.
Lo único cierto es que en este país para vivir como vive la vicepresidente y muchos del terrorismo histórico, perdón del Pato Histórico, hay que ser criminal, narcoterrorista, violador, reclutador de menores, secuestrador, eso es lo que hoy en día es importante, y todo esto con la complicidad de la justicia, porque la forma como está operando, es una “invitación” a que se siga el “camino” de la delincuencia, porque eso si paga, eso sí es importante, más que estudiar y trabajar honestamente, eso es lo que te permite vivir “sabroso” y está quedando demostrado, porque ahora no nos vengan a decir que Pablo Beltrán del ELN y sus demás camaradas no quieren curules como lo argumento en una entrevista reciente, en la que manifestó “nosotros no queremos estar en el Congreso”, por favor, que no sean hipócritas, cínicos, pues es claro que también están esperando los mismos o mejores privilegios que ya se otorgaron a sus colegas, pues también están viejos y buscan pensionarse viviendo en la capital o en cualquier otra ciudad, con comodidades con curules, camionetas blindadas, rodeados de escoltas o incluso porque no, viviendo en el exterior con privilegios que solo se le otorgan a esta clase de bandidos.
El ELN con quien se iniciaron los diálogos de burla y pantomima, continúa secuestrando a menores de edad, como ha quedado registrado esta semana, mientras el gobierno nos pretende “meter” lo que sin duda será “Una paz con vaselina”.