Por: Juan Daniel Giraldo
En medio de este caos, y en estos días de ‘tensa calma’ podemos sentarnos a reflexionar un poco y respondernos algunas preguntas. La primera de ellas es: cual es el futuro de nuestra policía nacional?
La única respuesta que se me ocurre en este momento es que la policía, nuestra centenaria policía nacional de Colombia, es una policía que ha sabido transformarse y responder a los momentos más críticos de la historia del país:
En la década del 50 fue soporte institucional de los graves desmanes que generó el bogotano y la Sub secuente guerra fratricida entre chulavitas y cachiporros y la dictadura militar. Fue nuestra fuerza pública, aún con un régimen dictatorial, quien supervivió y se fortaleció como nunca, siendo el respaldo permanente de la democracia colombiana, al punto que es el único país de Latinoamérica que solo ha tenido un episodio de ese estilo, mientras que en otros países es común que la fuerza pública intervenga políticamente y genere episodios de Ing estabilidad política, algo que con orgullo debemos decirlo y reproducirlo ante el mundo.
En la década del 80, ante la guerra declarada por el narcotrafico, guerra que amenazo con trastocar el orden democrático establecido, generando una economía subterránea del narcotrafico, el terrorismo y la anarquía de nuevo, fue la policía nacional quien se robusteció, fortaleció, aprendió, combatió y le ganó la guerra a los carteles de la droga, algo que ni siquiera EEUU fue capaz de lograr con su guerra contra el comunismo Marimbero de Vietnam. Con un desarrollo limpio y pulcro de los sistemas de inteligencia, se aprendió el modus operandi de estos carteles, se capturaron o se dieron de baja a sus cabellizas, logrando de nuevo que nuestra democracia no sucumbiera ante los intereses de unos cuantos bandidos.
En la década del 90, de nuevo ante la amenaza narco guerrillera y narco paramilitar, nuestra fuerza pública, especialmente nuestra policía, no permitió que ni se Infiltrara por ideologías de extrema izquierda o extrema derecha, combatió con honor y con las uñas unas fuerzas paralelas y diabólicas que pretendían tomarse el poder usando la combinación de todas la la formas de lucha. Si señores, fue el Estado Colombiano, en cabeza de sus fuerzas militares y de policía, quienes ganaron la guerra a los paras y a la guerrilla. Las sometieron y los sentaron a la mesa de diálogos, independientemente de los resultados políticos que ambos bandos lograron en la mesa. FUERON NUESTRAS FUERZAS MILITARES Y DE POLICÍA QUIENES GANARON LA GUERRA ARMADA.
Ahora, la lucha es en otro ambiente, con el mismo enemigo, y los mismos intereses, pero la historia nos ha mostrado qué nuestra policía se adapta, se transforma, aprende, combate y ante todo GANA!
Por eso si me preguntan cuál es el futuro de la policía, mi respuesta es: CONFÍO EN ELLA, SÉ QUE SEGUIRÁ, QUE APRENDERÁ Y SEGUIRÁ SIENDO EL VALUARTE DEL ESTADO INSTITUCIONAL Y DE LA DEMOCRACIA COLOMBIANA.
Por eso, con lágrimas en los ojos y con orgullo digo:
DIOS Y PATRIA! ES UN HONOR SER POLICÍA!