Por: José Miguel Santamaría Uribe
Nunca antes Colombia ha estado tan cerca de caer en las garras de la izquierda, el narcotráfico y la corrupción sin límites, los gobiernos de izquierda de Belisario Betancur, el narco gobierno de Ernesto Samper y la corrupción del gobierno de Juan Manuel Santos parecen un juego de niños frente a lo que nos puede llegar en el 2022, adicionalmente nos llega en un momento muy complicado, donde la credibilidad de la justicia y del Congreso está en su nivel mas bajo, donde los liderazgos se cuentan con los dedos de las manos y donde ya existe una lucha sin cuartel contra ellos por parte de sus contradictores.
Necesitamos un buen candidato que pueda competir frente a una izquierda que lleva mucho tiempo trabajando, con infinidad de recursos de ONGs y organismos supranacionales, inflados aterradoramente por los medios de comunicación que también reciben ayuda de esos organismos que quieren este cambio, este candidato debe tener muchas cualidades sociales, intelectuales, de estudios, capacidad de trabajo, ascendencia en la gente, pero sobre todo no puede tener rabo de paja y si tener mucha ética.
Lo digo así de frente porque estamos en inferioridad de condiciones frente a la izquierda, a ellos la justicia nos les hace ni cosquillas así hayan cometido los peores crímenes, no los investigan ni lo van a hacer, mientras que históricamente a sus contradictores les han sacado de la carrera electoral a sus principales fichas, primero a Andrés Felipe Arias, después a Luis Alfredo Ramos, siguieron con Oscar Iván Zuluaga, no podemos darnos este lujo en esta elección, muchas veces fue con invenciones y mentiras como lograron hacerlo.
Es por eso qué pido encarecidamente que todos los que por una u otra razón han pensado en ser precandidatos a la presidencia se hagan un auto chequeo, que miren y revisen todas sus actuaciones durante su vida pública y si tienen algún lunar desistan, no le hagan ese daño al país, seguro ese lunar saldrá a la luz y va a comprometer nuestro futuro.
Si durante su vida a cobrado coimas directamente o por interpuesta persona, si ha sido exitoso en tráfico de influencias para la consecución de contratos, puestos de trabajo o cosas similares, si durante algún cargo público firmó algo por lo cual puedan investigarlo y condenarlo no se lance, hágase a un lado, necesitamos un líder y candidato diferente, alejado de las componendas políticas y de la política tradicional, necesitamos a un verdadero líder que quiera trabajar por el pueblo sin recibir nada a cambio, que quiera hacer el cambio y reformar la política.
Acuérdense que los trapos al sol de todas maneras se los van a sacar a la luz pública, es cuestión de tiempo, el problema esta vez es que su egoísmo puede llevar al traste a todo un país, a 50 millones de colombianos que no nos merecemos vivir como en Venezuela o Cuba. Llego el momento de demostrar la verdadera grandeza y no ser candidato si no entregarse a las autoridades competentes.