Por: Fernando Torres Mejía
Cuando un gobernante corrupto, tramposo, deshonesto, delincuencial, se siente acorralado y chantajeado, busca a toda costa callar y ocultar cualquier evidencia que lo incrimine al precio que sea sin importar las consecuencias que estas le puedan traer, y menos le interesa el cambio que proponía con bombos y platillos cuando estaba en campaña, hoy eso es cosa del pasado con una retórica igual o peor a la que utilizaron sus antecesores, porque mientras estaba en la oposición todo lo criticaba y le parecía mal, pero ahora en las mieles del poder, todo le parece bien y está recurriendo a las mismas prácticas.
Por eso, todos son iguales y perfectamente se puede aplicar aquello que dice, “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra”, el problema no es que sean iguales, el problema radica en creerse o hacerle creer al pueblo que ellos son los buenos los “santos, los angelitos” y que van a cambiar el país.
Otorgarle “seguridad alimentaria” a Benedetti entregándole una embajada a cambio de callarlo y poner obstáculos a la justicia, para que no se pueda avanzar con las investigaciones de Nicolás Petro, Euclides Torres, Ricardo Roa, etc., evitando que se llegue a los estrados judiciales, para que se aclare lo de la entrada de $15.000 millones de aportes a la campaña, así como manifestar que «estamos todos acabados, si se sabe la verdad todos nos vamos presos», eso solo demuestra encubrimiento y complicidad.
Como nos cambia la vida, es que no hay nada más peligros que el azote de la lengua, hace tan solo siete meses, Álvaro Leyva consideraba a Benedetti un “drogadicto poco confiable” y hoy lo nombra nuevo embajador ante la FAO, donde por cierto como no se necesita el beneplácito de nadie, llegará sin ningún problema, pues no hay una contraparte que pueda hacer reparos a sus credenciales. Esa embajada actuaba como una dependencia dentro de la de Italia, porque ahí no se hace nada, pero claro, para pagar favores, callar a quien conoce los secretos oscuros y comprar su conciencia, era la más indicada.
Ahora bien, sin duda no sabemos quién al final será el mayor beneficiado en todo este entramado, si Petro que podrá continuar relajado, o Benedetti, quien no solo se alejará de la justicia porque algunos de sus casos salen de la Corte y vuelven a la fiscalía, con lo cual se les asignará un nuevo fiscal que debe iniciar de cero las investigaciones, como quien dice buscarán que se diluyan sus procesos.
Estamos ante un gobierno incoherente que crea y revive embajadas y crea cargos para favorecer y pagar compromisos adquiridos en campaña, o porque no, la mermelada que necesita para que le aprueben sus reformas en el Congreso, es que crear nueve embajadas y 116 cargos adicionales en el marco de un proceso de “modernización” para fortalecer la planta de personal del Ministerio de Relaciones Exteriores no tiene ningún sentido, ya que en su oportunidad se habían cerrado previa evaluación exhaustiva donde se concluyó que no eran necesarias, pues no se obtenían aportes reales para el país.
¿Para qué o cuál es el costo beneficio de abrir embajadas en Rumania y República Checa en Europa; y Etiopía y Senegal en África? La verdad no le veo los motivos, a no ser que se quiera impulsar el aprendizaje de “Suajili”, si ese que tanto promociona Francia Márquez. El costo de esos 125 cargos será de $55.058 millones de pesos anuales. Esta burocracia, que siempre la criticaba Petro cuando estaba en la oposición, hoy le parece normal y necesaria.
En tiempos del proceso 8.000, Ernesto Samper quiso enviar de embajador en la FAO a Santiago Medina, tesorero de su campaña, pero él no la aceptó porque quería la de Italia, entonces le ofrecieron Grecia, pero no le cumplieron y ahí se reveló y decidido destapar el escándalo de la financiación por el narcotráfico y estallo la crisis, eso precisamente es lo que ahora quieren evitar con el nombramiento de Benedetti, por eso es le apuestan al pacto del silencio.
P.D., Cuando Petro era senador, exigía que se publicaran las declaraciones de renta de los funcionarios del gobierno para ejercer control, conocer sus ingresos y bienes cuando se posesionaban y con cuanto terminaban al dejar sus cargos, pero ahora en su mandato ya no son públicas, definitivamente este es un gobierno contradictorio, acomodado o mejor, el del “cambio”