Por: Fernando Torres Mejia
Francia Márquez, en reciente entrevista, manifestó ser objeto de “bullyng”, ella y su familia, lo cual la tiene muy desmotivada y aburrida por la forma como los colombianos se burlan de ella. Le agregaría que también los de otros países.
Pero es que la señora Márquez como no quiere ser objeto de burlas si cada que intenta, hace o dice algo siempre la embarra o que tal al inicio como vicepresidente uso un lenguaje pendenciero en contra de sus críticos con palabras que no son propias de una persona de la vida pública que no solo tiene que dar ejemplo, sino que debe portarse a la altura de su cargo.
Lleva dos años y no ha podido con su Ministerio de la Igualdad, un embeleco que se inventó y que su mentor Petro le cumplió ese capricho, donde el derroche es monumental, empezando por el costo del arrendamiento de sus oficinas que ronda los $2.700 millones, el número de trabajadores que superan los 750, con ingresos por el mismo orden de los funcionarios de la rama ejecutiva.
A cuál igualdad se referirá la señora Márquez cuando al preguntarle sobre los resultados de las recientes elecciones en Venezuela, responde “yo no me puedo meter en esa discusión sobre quien ganó porque no estoy en ese país”, esto es algo inconcebible para quien tiene como bandera la lucha por los derechos humanos y si bien es cierto se hace referencia a otro país, su respuesta es sinónimo de complicidad con el régimen dictatorial.
Claro que son muchas otras las salidas en falso de quien ostenta el cargo de vicepresidente, pero la más reciente es la de decir sin ningún pudor que “solo invitamos a Harry y a Meghan porque me gustaron cuando los vi en “Netfliz”, y es que hablar de la importancia de esta visita, es igual a decir que se fue al continente Africano con una delegación de 150 personas cuyos resultados no se ven ni se van a ver aunque aprender el idioma “Suajili” nos traerá muchos beneficios y eso tenemos que abonárselo a su magnífica gestión.
¿El cambio no implicaba que dejaran de arrodillarse a las monarquías y a los capitalistas porque esclavizaron a los pueblos afros, a quien representa y que ella precisamente es la que siempre ha criticado y que ahora pareciera sentirse parte de la monarquía? Esta actitud parece ser un buen ejemplo del síndrome de Estocolmo. ¿Ya no hay una deuda histórica? Francia manifiesta que “llevamos 500, oiga bien, 500 si QUINIENTOS años de deuda histórica”, con las comunidades afros de este país.
Pero ¿será que la vice sabe o alguien le podría decir que Harry y Meghan no hacen parte de la realeza, como diría ella misma, «en estos momentos son un par de nadies o nadias». Bien vale la pena recordar que La Reina Isabel (E.P.D.) en su oportunidad manifestó que “los duques de Sussex no volverán a representar a la Familia Real Británica“.
Por ahora seguirán derrochando los recursos mientras en la Guajira, Choco, Cauca y Nariño continúan muriendo los niños de física hambre, es que “tirarse” más de $2.000 millones en esta visita (escoltas, hoteles, eventos, camionetas, policías, restaurantes, vuelos privados) como también lo que botamos a la caneca de la basura con la casa en Davos Suiza o la Villa Olímpica en París, tan solo para justificar los placeres de un gobierno inútil que claramente no parece importarle la situación de la niñez colombiana.
Si hay alguien verdaderamente está viviendo “sabroso” desde que empezó el gobierno del cambio es Yerney Pinillo Ocoró, quien hasta hace tres años trabajaba como mensajero y hoy es la pareja sentimental de Francia Márquez, quien sin estar con la presión de estar ocupando un cargo público, vive sin hacer nada, con bajo perfil, viajando por los distintos destinos nacionales e internacionales, con mansión en Dapa, casa en Bogotá y disfrutando de deliciosas palomitas de maíz mientras ven las películas y series en la plataforma que más le gusta a la señora vicepresidente Francia Márquez, Netfliz.