Por: Andrés Villota
El pasado 26 de junio del 2021 las comunicadoras sociales Diana Durán y María José Medellín del periódico El Espectador de propiedad de la familia de Alejandro Santodomingo, esposo de lady Charlotte Wellesley hija del duque de Wellington y tataranieta del Káiser Guillermo II, hicieron una crónica sobre la Operación Berlín, una acción militar en contra de una columna móvil de las FARC en la que murieron 74 niños que habían sido raptados en cabeceras municipales y permanecían en un campamento en medio de la jungla.
Diana y María José, fieles a la línea editorial de los medios de comunicación (El Espectador, Blu Radio y Noticias Caracol) de propiedad del magnate emparentado con la realeza europea, plantearon la historia como una atroz acción de los militares por haber asesinado a unos niños pero le restaron importancia al hecho que existiera casi un centenar de niños en un campamento de forajidos en medio de un lugar inhóspito con clima malsano y en condiciones no aptas para la vida humana. Eso lo tenían muy claro los miembros del secretariado de las FARC que obligaban a abortar a las guerrilleras que quedaban embarazadas porque era una desventaja militar enorme tener a un niño en la mitad de un combate y en medio del entorno hostil de la selva.
Sin embargo, curiosamente, las FARC y los Jemeres Rojos de Pol Pot, mantenían en sus campamentos a un considerable número de niños a pesar de los peligros y amenazas propias de la selva, de las fieras salvajes, de las enfermedades tropicales y de las incomodidades de dormir en un cambuche porque, supuestamente, eran niños que raptaban para convertirlos en feroces guerreros portando fusiles que difícilmente puede cargar un adulto. ¿De verdad? ¿En serio? ¿Se comieron ese cuento? ¿Le creen a Diana y a María José?.
Pregúntele a cualquier adulto responsable las enormes dificultades que tuvo cuando organizó una piñata para su hijo con 10 compañeritos del colegio en una casa en medio de la civilización con todas las comodidades, o el alto grado de dificultad que tuvo cuando organizó una piyamada, un paseo a la finca en los Llanos Orientales o una pool party con varios amigos de su pequeño hijo. ¿Las FARC y los Jemeres Rojos sí podían organizar, mantener y llevar al combate contra soldados profesionales a un ejercito de niños en medio de la espesa selva de Colombia y de Camboya?
El entonces presidente de la Federación Colombiana de Víctimas de las FARC, el periodista Herbín Hoyos (qepd) dijo que entre los años 1990 y 2016 fueron asesinados 39.700 niños y adolescentes raptados por las FARC. 4 niños diarios durante 26 años. Una total atrocidad. Tal vez por eso durante la marcha pacífica del 6 de enero del 2021 convocada en Washington DC para exigir transparencia en el proceso de certificación de los resultados de las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre del 2020, varios de los oradores que intervinieron en el acto multitudinario coincidieron en afirmar que esa gran marcha se hacía como un homenaje a los millones de niños que habían sido raptados en diferentes partes del mundo y que habían muerto en muy extrañas circunstancias.
No era la primera vez que se hablaba de ese tema en los Estados Unidos. Tim Ballard, fundador y director de Operation Underground Railroad (O.U.R.) y de The Nazarene Fund después de haberse desempeñado como agente especial del Department of Homeland Security en dónde fue asignado al task force de los crímenes contra los niños, lo ha hecho varias veces ante el Congreso de los Estados Unidos y ha mencionado a Colombia como un paso obligado de las “mulas” que utilizan para llevar a los niños a los Estados Unidos y ha dicho que las guerrillas comunistas colombianas son claves en todo ese negocio que, en la mayoría de los casos, es disfrazado con el tráfico de drogas. O es que los alijos de droga los llevan en narco submarinos para que no se moje la cocaína? O la isla exclusiva de Jeffrey Epstein en el Caribe tenía un muelle especial para submarinos porque sus visitantes, tan ilustres, no llegaban en avión sino que llegaban en submarino a hacerle la visita?.
Después de varios años de investigaciones realizadas en Colombia, México y los Estados Unidos fue capturado el caleño Fabio López, un agente de aduanas de los Estados Unidos que manejaba un emporio dedicado al trafico de niños y a la distribución de pornografía infantil. López, hizo un arreglo con la Fiscalía estadounidense que le conmutó una pena que podría haber sido de cadena perpetua o de muerte por una pena de solo 10 años en prisión. Esa rebaja tan considerable fue lograda por la cooperación de López que suministró cientos de nombres de clientes, proveedores de niños, intermediarios y las rutas por las que llevaban a los niños desde Colombia y América Latina hasta los Estados Unidos.
Parece que no es una coincidencia que se celebrara el 30 de julio el Día Mundial Contra la Trata de Personas. O que una juez de la República dejara en libertad a los principales implicados en la desaparición de la niña Sara Sofía Galván. O los ejercicios militares conjuntos del ejército de Colombia con el ejército de los Estados Unidos en territorio colombiano. O la llegada de miles de migrantes provenientes de todas partes del mundo, con niños, a Necoclí, Colombia. O los viajes de Tim Ballard a Colombia en los últimos meses. O la publicación de la columna de Diana y María José. El plan es perfecto, por eso dicen que lo hizo un computador sofisticado, aunque otros dicen que lo hizo un ser humano durante 22 años. Los sonidos de la libertad cada vez se oyen con más fuerza.
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Barack Obama va a celebrar su cumpleaños número 60 en su lujosa mansión de Martha’s Vineyard que le costó $45.200’000.000,oo de pesos colombianos. Está invitada gran parte de la farándula de Hollywood. Será una fiesta inolvidable.