Por: Jorge Ignacio Pretelt Chaljub
Sin haberse posesionado aún, el gobierno entrante ha dado algunas pistas de lo que será la reforma agraria que podría venir después del 7 de agosto, ya que el mismo Gustavo Petro expresó que debe primar el diálogo por encima de las amenazas o vías de hecho (como las invasiones a la propiedad privada que se han dado recientemente en distintos lugares del país).
Así mismo, invitó “a todos los poseedores de tierra fértil a producir“ e incluso agrega que su gobierno los “acompañará y protegerá”.
Por otra parte, la Ministra de Agricultura entrante Cecilia López, ha causado pánico en el sector del agro con sus amenazas veladas “invitando” a quien tenga tierra fértil a producir o exponerse a altos impuestos confiscatorios, en lo que sería un cambio de reglas en cuanto a la noción y respeto de la propiedad privada.
Mensajes como este atizan la desconfianza entre los ganaderos y agricultores con la ministra debido al desconocimiento del tema que demuestra Cecilia López, su anterior experiencia ministerial fallida y el hecho que sea una oligarca que no sabe de los menesteres del campo. A partir de lo anterior sacamos un par de conclusiones:
1. Se relativiza el respeto a la propiedad privada y uso de la tierra, pues si los indígenas, afros o cualquier grupo que los progresistas definan como “vulnerable” la desea, el propietario debe tender puentes para dialogar. ¿Sobre qué? ¿Por qué? Habrá vía libre a invasiones en todo el territorio nacional ? ¿Qué hará el partido conservador frente a semejante esperpento?
2. Hacen constantemente referencias amenazantes a tierras fértiles como las de la sabana de Bogotá, las del Valle del Cauca, Boyacá, Córdoba y muchas otras, pero hoy con tecnología de punta es posible que también otras regiones como los llanos orientales, sean fértiles y por ende están sujetas a la intimidación de la ministra entrante.
¿Qué debemos entender por ello? Que para quienes llegan al poder no son productivas aquellas tierras, que siendo aptas para sembrar y producir alimentos sean destinadas a la ganadería. Hay una prevención de entrada pues considera que no son empresarios del campo quienes tienen vacas y equinos.
Pero en aras de entender el tema creo que se refiere a disminuir la ganadería extensiva y aprovechar parte de esa tierra para cultivar, evocando una tesis que ya habían expuesto en el pasado Álvaro y Enrique Gómez Hurtado.
Aquí el gobierno debe indicar qué alimentos, en qué cantidades, cuáles créditos o subsidios habilitarán para el riego y sobre todo; ¿cómo será la regulación de los precios del producto final? Por el momento eso es lo que se ha dicho. Volveremos sobre el tema cuando exista una propuesta formal con su texto completo