Por: Fabio Arévalo Rosero MD @fabioarevalo.
El mundo realiza hoy esfuerzos extraordinarios, para combatir una emergencia para la cual NADIE estaba realmente preparado. Pero más que todo para afrontar logísticamente una pandemia, que pudo estar en el presupuesto y nunca se creó una especie de OTAN sanitaria ( en vez de armas disponer de un enorme arsenal terapeútico). Ni siquiera contar con unas reservas desde lo económico y lo logístico
Las ciencias médicas afortunadamente no han bajado jamás la guardia. Aquí podemos decir que si hay reservas y algo de previsión para intervenir en el campo de la inmunización. Por ello cuando se presenta una nueva epidemia por gérmenes como los virus, ya hay un trabajo avanzado, como ocurre con la actual urgencia sanitaria.
La producción de una vacuna contra una patología infecciosa tiene unos protocolos definidos y seguros. En esta pandemia que hoy padecemos hay hechos muy difíciles y unos efectos que serán definitivamente calamitosos en sus secuelas. Tantos ya irreversibles y todas las medidas que hoy se tomen por exageradas que parezcan, serán aun insuficientes. Aparte de las recomendaciones de higiene, el aislamiento evitando al máximo cualquier contacto personal, es definitivo, de allí las recomendaciones incluyendo el confinamiento.
Uno de los mayores interrogantes planteados es si será posible contar con una vacuna contra el Covid-19 (técnicamente llamado coronavirus SARS-CoV-2) en el mediano o corto plazo. Las organizaciones científicas de mayor poder en la salud están concentradas totalmente en la investigación y producción de una forma inmunológica para combatir el avance pandémico del llamado Coronavirus.
Una vacuna se produce mínimo en 6 etapas que llevan entre 5 y 10 años (a veces más). Ello no significa que debemos esperar años para tener esta inmunización. Hay dos etapas primarias, que son las más extensas: la de Exploración (la más larga, exige al menos dos años) y la Preclínica. En esta que lleva también unos cuantos años, se realizan estudios preclínicos usan sistemas de cultivos de tejidos o de células y pruebas en animales, que pueden ser ratones o monos, para evaluar la seguridad de la vacuna candidata y su capacidad imunógena, o capacidad de provocar una respuesta inmunológica.
En los EEUU, los científicos tienen bastante avanzado el proceso de la vacuna. En el momento se encuentra al menos ya en Fase 1, es decir, se han superado las etapas más extensas (Exploración y Preclínica). Están en proceso de prueba con animales y muy selectivamente en humanos. Los Institutos de Salud de EE.UU. (NIH, por sus siglas en inglés) anunciaron el inicio de la primera fase de ensayo clínico de la vacuna experimental desarrollada como medio de protección del coronavirus SARS-CoV-2. Las pruebas en humanos comenzaron en el Kaiser Permanente Washington Health Research Institute.
La primera participante en el ensayo clínico, Jennifer Haller, de 43 años, ya ha recibido una dosis experimental. En total, en el ensayo clínico participan 45 personas que recibirán dos dosis de la vacuna con un mes de diferencia. De confirmarse esto último, el proceso ya entraría en Fase 2, la penúltima antes de probarla en miles de humanos y esta previa a la fase definitiva que permitiría su comercialización, cuando se llegue a Fase 4.
La vacuna experimental, conocida bajo el nombre en clave mRNA-1273, fue desarrollada por los NIH y la compañía biotecnológica Moderna Inc. con sede en Massachusetts. Decenas de grupos de investigación en el mundo se apresuran a crear una vacuna eficaz contra el SARS-CoV-2, lo cual ha resultado más difícil de lo previsto.
Compiten fuerte China y EEUU, por alcanzar la primera vacuna contra el Coronavirus. Probablemente en unos 6 meses ya se entre formalmente en Fase 2 con gran posibilidad de aplicarlas a una buena cantidad de personas sin mayor riesgo y probar su verdadera eficacia. En un año o año y medio estaría en Fase 3, la previa al proceso de aplicación universal y comercialización con la Fase 4, aquí se producen muchos trámites burocráticos y mercantiles.
Es aún aventurado confirmar si habrá o no, vacuna efectiva para prevenir esta infección, pero las posibilidades en el mediano plazo son altas. Aclarando que para el éxito y confiabilidad de la vacuna se requiere de una efectividad de al menos un 95%, lo cual es bastante difícil de alcanzar en este tipo de formas virales tan mutantes, como el extraño y rebelde Covid-19.
China ha anunciado que está haciendo también pruebas clínicas. Según su Gobierno, hay sobre la mesa una vacuna basada en vectores virales de la gripe que se encuentra en fase de experimentación con animales que comenzará ensayos clínicos en abril con la participación de varias universidades y otras instituciones de investigación. Estaría en Fase 1, con opción de pasar pronto a Fase 2, con lo cual se aplicaría en una buena muestra de humanos.
En los dos casos hay esperanza de contar con mecanismos prontos de inmunización contra esta difícil forma de Coronavirus. Una vacuna en menos de 12 ó 18 meses, aún podría ser oportuna, pero la ciencia casi siempre es la más escéptica. Los ensayos clínicos en ambos casos demuestran lo avanzado de estos procesos, aunque por ahora el más confiable podría ser el modelo llevado por científicos de EEUU.
@fabioarevalo