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Inicio Corrupción

Detalles del tráfico de armamento y los visores nocturnos en el Ejército Nacional

por El Expediente
junio 11, 2021
en Corrupción
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En la última semana, cobró especial atención el proceso de contratación EJC 035-2017 ACOFA, cuya finalidad fue la adquisición de 52 dispositivos de visión nocturna para la División de Fuerzas Especiales del Ejército Nacional. La relevancia de este proceso de contratación, no sólo está en que los dispositivos de visión nocturna tienen un par de tubos intensificadores de imagen (IIT), clasificados internacionalmente como armas para uso exclusivo de las fuerzas militares por el ITAR (Regulación del tráfico internacional de armas) y su transacción ilícita, tipificada como “tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras” (TAPL); sino también porque las fuerzas militares se disponen a la reposición de todos los dispositivos de visión nocturna.

El tráfico ilícito de armas pequeñas y ligeras vulnera leyes tan importantes como la Convención Interamericana contra la Fabricación y el Tráfico Ilícito de Armas de Fuego, Municiones, Explosivos y Otros Materiales Relacionados (CIFTA), así como ordenamiento internacional Tratado sobre el Comercio de Armas, el Protocolo de la ONU contra la Fabricación y el Tráfico Ilícitos de Armas de Fuego, el Programa de Acción sobre Armas Pequeñas y su Instrumento Internacional de Rastreo.

Los Tubos intensificadores de Imagen son de lejos los módulos más importantes en dispositivos de visión nocturna y juegan un papel crucial en las operaciones de defensa, al proporcionar ventajas tácticas comparativas. La doctrina en la materia, ha establecido que el tráfico de armas pequeñas y ligeras “ha tenido un efecto devastador en muchas regiones, particularmente América Latina, que ha experimentado un aumento dramático en el crimen y la violencia debido al comercio ilícito de armas. Aunque los estados democráticos latinoamericanos se han desarrollado económica y políticamente, las amenazas a la seguridad han pasado de los conflictos entre estados a las actividades de grupos criminales transnacionales subversivos. Los controles inadecuados sobre las existencias militares y la corrupción gubernamental generalizada han agravado aún más esta frágil situación porque ambos están vinculados a transferencias ilícitas de TAPL » ( JOJARTH) destacando que la mala gestión de las existencias y los funcionarios gubernamentales corruptos son a menudo la causa fundamental de las desviaciones de armas.

Como se citó anteriormente, la corrupción gubernamental es la otra parte relevante de este esquema de tráfico ilícito de armas: los sujetos presuntamente involucrados en este caso son al menos 4 altos oficiales de las fuerzas militares de Colombia, el General (R) del Ejército Oswaldo Peña Bermeo y los coroneles Abdías Capera Tovar, sobre quién las fuentes consultadas aseguran estrechos vínculos con el actual comandante general del Ejército, Eduardo Zapateiro, y el coronel Ariel Pongutá Ortíz, con nexos al entonces comandante del Ejército, general (R) Alberto José Mejía Ferrero; así como el Coronel de la Fuerza Aérea Gustavo Adolfo Valbuena.

Las fechas de esta operación entre enero de 2017 a febrero de 2018, coinciden con la llegada del General (R) Alberto José Mejía Ferrero, en cuyas divisiones de asalto aéreo y el comando de operaciones especiales (CCOES) tuvo control. Las fuentes consultadas aseguran que los nombres de los altos mandos en estas investigaciones, tienen cercanía al general (R) Alberto Mejía, incluido el general (R) Peña, quien dejó el ejército tras el bochorno que sufrió el presidente de la República en las Naciones Unidas revelando un informe de inteligencia sobre las labores del ELN en Venezuela, en que éste había sido determinante.

Los funcionarios habrían eludido los controles de la Inspección del Ejército. Las fuentes aseguran que la investigación disciplinaria fue obstruida para evitar la accion contra el general (R) Peña y los coroneles Capera, Ponguta y Valbuena. Durante el periodo de Carrillo, La Procuraduría General de la Nación fue requerida para ejercer su poder preferencial por la fiscalía a cargo de la investigación penal, y sólo una vez posesionada la Procuradora Cabello, se evitó viciar la investigación disciplinaria.

Tramitado por un fiscal Especializado para la Contratación Pública, luego de un año de investigaciones, la Fiscalía General acusó a los coroneles de delitos contra la administración pública y ordenó su detención, así como al representante legal de la empresa adjudicataria del contrato. Una semana después de la captura, la fiscalía ordenó liberar a los coroneles imputados y aún entendiendo la gravedad de estos hechos, no acusó a los imputados del delito de tráfico ilícito internacional de armas pequeñas y ligeras (TAPL).

LA FICHA TÉCNICA PARA FAVORECER A UN ÚNICO PROPONENTE.

La corrupción en el proceso de adquisición de los visores con la compañía Aviacol USA Corp. para la división de fuerzas especiales del Ejército Nacional, no comenzó con el estudio de mercado No. 5352 ACOAD-2017. Antes de ello, un proceso de licitación había sido declarado desierto por los incumplimientos en las especificaciones, dejando a la institución en imposibilidad legal de asignarlo al único proveedor. Conscientes de que el proceso de licitación pública podría modificarse con el establecimiento de una nueva ficha técnica y siguiendo órdenes superiores, hombres del CEDE4 del ejército nacional se dieron a la tarea de establecer nuevos requisitos técnicos valiéndose de la experiencia de quien, afirman fuentes consultadas, es cercano a Aviacol USA Corp., el
sargento mayor Carlos Alberto Castaño Quintero, quien firmaba como suboficial de Estructuración técnica.

Peritos especialistas habrían comprobado que los términos de referencia fueron amañados para favorecer dicha empresa: se elaboró ​​sin cumplir con los requisitos establecidos para una ficha técnica, atendiendo a factores de evaluación o calificación de ofertas que permiten la elección de la mejor oferta para la Entidad Estatal en un proceso de licitación pública. A pesar de haber acreditado la existencia de una norma técnica emitida por el Ministerio de Defensa Nacional para los tubos intensificadores, el comité técnico estructurador y los funcionarios del CEDE4 no la consultaron al elaborar la ficha técnica, omitiendo el aval de la Subdirección de Normas Técnicas del Ministerio de Defensa Nacional. Establecieron el uso de tecnología 100% estadounidense en la ficha técnica, lejos de la norma técnica militar. Finalmente, el director del proyecto y el comité técnico estructurador no valoraron el riesgo de los elementos a adquirir, incluso cuando se trataba de objetos sujetos a regulación de TAPL.

Una vez dispuesta la ficha técnica, el comandante de la División de Fuerzas Especiales del Ejército Nacional, General (R) Oswaldo Peña Bermeo envió al CENAC el estudio técnico y aval técnico emitido por CEDE4 para la adquisición de dispositivos de visión nocturna a la división de fuerzas especiales. En consecuencia, el director del CENAC, Coronel Ariel Pongutá, solicitó al General José Francisco Ramón Forero Montealegre, Jefe de Operaciones Logísticas de la Fuerza Aérea Colombiana, adelantar el proceso de selección de acuerdo con la necesidad planteada por la división de Fuerzas Especiales del Ejército, para la adquisición de bienes con “tecnología americana”. Por tanto, CENAC tomó la decisión de adquirirlos a través de la Agencia de Compras de la Fuerza Aérea (ACOFA) en los EEUU.

El Director de la Agencia de Compras de la ACOFA y Ordenador del Gasto, Coronel Gustavo Adolfo Valbuena González, designó a los miembros del comité contractual e invitó a los proveedores registrados a presentar su oferta, enviando los requisitos establecidos en la ficha técnica.

ALTOS FUNCIONARIOS DE EJÉRCITO Y FUERZA AÉREA HABRÍAN OCULTADO INFORMACIÓN.

Los Miembros de las fuerzas militares fueron advertidos de presuntas irregularidades por parte de legal de Aviation Specialties Unlimited Inc. (ASU), a través de misiva que prendió las alarmas sobre el estudio de mercado No. 5352 ACOAD – 2017, solicitando una serie de documentos al CENAC que permitieran inferir la seriedad de las ofertas. En consecuencia, el Centro de Adquisiciones del Ejército (CADCO), solicitó a la CENAC la información relativa al proceso de contratación, con informe de su estado. Y como necesitaba un soporte especializado y autorizado para atender la denuncia (soporte en expertos en visores nocturnos y sus normas técnicas) solicitó apoyo a unidades de la Policía Nacional de Colombia, así como al Brigadier General Juan Vicente Trujillo Muñoz, comandante de la División de Aviación del Ejército Nacional, acompañado por el Jefe del Laboratorio de visores nocturnos.

La información en medios confirma que el gral (R) juan Vicente Trujillo había sido nombrado como director de la División de Aviación del Ejército Nacional por el también general (R) Mejía, y que fue retirado por discrecionalidad en el gobierno del presidente Duque en una purga liderada por el entonces comandante del ejercito, gral (R) Nicacio Martínez, junto al también general (R) Francisco Javier Cruz Ricci, ambos reconocidos por su cercanía al gral (R) Mejía.

El Director de CENAC, Coronel Ariel Pongutá, respondió a los requerimientos de CADCO afirmando que el proceso había dado como seleccionado a Aviacol USA Corp., con quien adelantaron negociaciones por valor unitario de 13.980 USD por cada dispositivo de visión nocturna. Una respuesta muy distinta dio el Cnel Pongutá a ASU, señalando que el proceso estaba en el análisis de la documentación aportada al proceso. De igual manera, la respuesta de ACOFA a ASU, manifestando que el Ejército no había entregado la documentación para iniciar el proceso formal. El director del CENAC tampoco le informó de las negociaciones con Aviacol USA Corp., a otro de los proponentes que le oficiaron, Force Improvement, postor registrado, aun cuando hizo su exigencia a través del Derecho de Petición. ACOFA respondió de igual forma a Force Improvement.

Si bien esas respuestas fueron mentiras para ocultar la corrupción, los problemas comenzaron cuando los agentes de policía y militares en soporte a CADCO dieron su dictamen, reportando inconsistencias en el aval técnico presentado por el comité técnico estructurador, generando posibles incumplimientos en la aplicación de los principios de Contratación Pública, así como la falta de experiencia del comité estructurador. Más grave aún, señalaron que 5 empresas no cumplieron con los requisitos en el proceso de licitación pública, incluida la adjudicataria, Aviacol USA Corp.

En aplicación de los principios de Contratación Pública, CADCO recomendó a ACOFA que el Ordenador del Gasto nombrara un nuevo comité técnico, integrado por los Jefes de Laboratorio de visores de cada Fuerza (Ejército, Policía, Armada y Fuerza Aérea) dada su experiencia y cocimiento en las normas técnicas del Ministerio de Defensa Nacional en la elaboración de las fichas técnicas de los dispositivos de Visión Nocturna, de modo que las ofertas presentadas fueran reevaluadas escogiendo al mejor postor. Estas recomendaciones le causaron problemas al Comandante de la División de Fuerzas Especiales del Ejército Nacional, General de Brigada (R) Peña, por la adjudicación a Aviacol USA Corp. Pero aun así, logró hacer una fachada para mostrar interés y desescalar las advertencias y recomendaciones de CADCO, realizando una reunión en las instalaciones del Comando del Grupo de Operaciones Especiales (CCOES) en presencia de su excomandante, el general Navarro, con el fin de escuchar a las citadas partes DIVFE (división de fuerzas especiales), DANTE (transparencia del ejército), CADCO, CENAC (centro administrativo y contable del ejército) y ACOFA (compras), para determinar el procedimiento a seguir.

Se organizó una reunión con los peritos de apoyo de la policía y ejército a CADCO con los miembros de CENAC designados por la ACOFA como comité de evaluación. Una vez concluida, todos los integrantes acordaron en procura de los principios de contratación pública, subsanar las fallas exigiendo a los proponentes complementar la información, siempre y cuando no implicara cambios en las condiciones de las ofertas presentadas. Pero otro anónimo allegado a la Inspección General del Ejército, alertó de nuevas irregularidades en este proceso de selección: el director de CENAC, así como los demás miembros del comité, oficiaron a ACOFA para le permitiera a Aviacol USA Corp, y no a las demás oferentes, corregir la información, en contra de las conclusiones de la reunión previa, dejando por el suelo los principios de la contratación pública. Como resultado de lo anterior, el comité de estructuración técnica, evaluador y gerente de proyecto, previo a las correcciones presentadas y evaluadas por la empresa Aviacol USA Corp., procedió a emitir un concepto técnico y recomendó la contratación, sin reevaluar a las demás firmas participantes, incluso cuando ACOFA envió a Aviacol USA Corp. la documentación sin el requisito de la apostilla exigida desde la finca técnica.

Aún hoy se investiga al CENAC, por haber falsificado en sus actas la firma del Mayor Juan Alonso de Valdenebro, miembro del Comité Técnico, con el fin de dar legitimidad a las actas fraudulentas. El Mayor De Valdenebro, condecorado oficial de operaciones especiales, denunció el respectivo delito de falsedad ideológica en documento público ante la Fiscalía General de la Nación, una vez se dio cuenta de la suplantación.

LOS INTENTOS DE ALTOS FUNCIONARIOS Y EL CONTRATISTA POR ELUDIR LA INVESTIGACIÓN

Los representantes de Harris Corporation en Colombia, ASU, dieron a conocer al coronel Pongutá, Director de CENAC, información de diferentes fuentes, sobre una empresa defraudando su representación, y que su imposibilidad de obtener copia de las ofertas de las firmas participantes en el proceso, daba pistas de la manipulación del proceso. Force Improvement INC., Atambién hizo saber al Coronel Pongutá, director de CENAC, que sólo había dos empresas que fabricaban IIT’s en Estados Unidos, Exelis Harris y L3, la última de ellas representada por Force Improvement. Solicitaron al coronel Capera que verificara el origen de la documentación, por el riesgo de que los postores engañaran a la administración al validar documentos que no necesariamente habrian sido emitidos por los fabricantes de ese país.

Pero a pesar de las advertencias, CENAC asignó orden de gasto para el proceso de compra de dispositivos de visión nocturna con destino a la división de fuerzas especiales del ejército, por valor de Dos mil cuatrocientos cuatro millones ochenta mil pesos colombianos (COP $ 2.404.080.000). , Así, se firmó el contrato No. 035EJC-2017 entre la ACOFA y Aviacol USA Corp., para la adquisición de 52 dispositivos de visión nocturna destinados a las fuerzas militares del Ejército, por un valor unitario de $ 13,980.00 USD (total de $ 726,960.00 USD). Un precio unitario tan alto, que solo permitió contratar el 52% de la necesidad establecida.

La ejecución del contrato también demostró la influencia de Aviacol USA Corp., para permitirle a la firma adjudicataria eludir el cumplimiento de sus obligaciones en plazo y las fuentes consultadas aseguran que logró del director del proyecto, coronel Capera, la transferencia del supervisor de contrato. Acordada una fecha para la entrega de los dispositivos de Visión Nocturna, el teniente coronel supervisor Aldúbar Herrera, advirtió a CENAC y ACOFA del incumplimiento de las obligaciones por parte de Aviacol USA Corp., motivo por el cual fue informado de la orden administrativa de personal que ordenó su traslado imposibilitando el cumplimiento de sus funciones en el contrato según lo establecido en la ficha técnica.

En la fecha límite, Aviacol USA Corp. se excusó de cumplir con la fecha de entrega acordada, argumentando problemas con la Aduana estadounidense. El director de ACOFA, coronel Gustavo Valbuena, prorrogó unilateralmente la entrega de los dispositivos de visión nocturna, accediendo a sus argumentos. El teniente coronel Herrera, supervisor del contrato, advirtió la ilegalidad en la prórroga, señalando la necesidad de constituir al contratista en incumplimiento, luego de solicitar muchas veces el protocolo de prueba para la recepción de las mercancías, el nombre y dirección del laboratorio donde sería realizado según la ficha técnica del contrato 035 ACOFA 2017. Advirtió que sin un protocolo de prueba no recibiría los dispositivos de visión nocturna.

Ante los problemas que implicaron las advertencias del teniente coronel Herrera, el gerente de proyecto, coronel Capera, solicitó a la gerencia de la directora de DANTE su apoyo para acompañar la recepción e inspección de los dispositivos nocturnos como garante verificador de los artículos de armamento que llegaran de ACOFA, con el aval del Mayor Wilson González, oficial de seguimiento de la división de operaciones especiales y del coronel Ricardo Clavijo, oficial de planificación de la división de operaciones especiales. El coronel Capera, no informó al teniente coronel Herrera, oficial supervisor contractual, de este nombramiento para el 20 de diciembre de 2017 en el depósito aduanero del ejército para cumplir con la verificación del material con la participación del fabricante.

Una vez en la entrega de los instrumentos de visión nocturna, Aviacol USA Corp., solo entregó 49. Pero más grave, no siguieron los protocolos de recepción: el supervisor de contrato no recibió los documentos de aduana del contratista, a pesar de haberlos solicitado tantas veces, pero el depositario de aduanas, el director del proyecto y el comité de estructuración y evaluación ignoraron la negativa del contratista. La inspección visual tampoco cumplió con los requisitos y especificaciones para su recepción; no verificaron que la documentación aportada coincidiera con los números de los dispositivos de visión nocturna, para lo cual era necesario que fueran desmontados para verificar los números de serie de los tubos intensificadores de imagen (IIT´s).

Ante la voluntad del contratista supervisor, teniente coronel Herrera de hacer cumplir el contratista en términos del Contrato 035 ACOFA 2017, los oficiales del ejército esperaron hasta su traslado, para nombrar al nuevo supervisor del contrato, teniente coronel William Miranda, quien suscribiera el recibo a satisfacción, luego de la recepción de los 3 dispositivos nocturnos restantes para completar los 52 solicitados.

SE DESCUBRE UN TRÁFICO ILÍCITO DE TAPL.

Las pruebas técnicas en los bancos de pruebas del Batallón de Mantenimiento del Ejército tuvieron que esperar hasta enero de 2018. El plazo de ejecución del contrato se pospuso sin la modificación de las cláusulas del contrato 035 ACOFA 2017 en contra de los requisitos establecidos legalmente. Con el acompañamiento solicitado por el nuevo supervisor contratado, teniente coronel Miranda al comando de Logística del Ejército, evidenciaron el incumplimiento de la ficha técnica. Cuando recibían los tubos intensificadores de imagen, el teniente coronel pregunta a los oficiales que supuestamente estaban acreditados ante la fábrica de tubos intensificadores, que los revisen y los abran, pero sorprendentemente responden que no saben nada, porque no fueron a la fábrica de los tubos intensificadores, aún cuando la empresa había certificado la formación de los dos técnicos.

Pero fue otro desacuerdo el que permitió descubrir el tráfico ilícito de TAPL: el comité técnico verificó que el Banco de Pruebas HOFFMAN ANV 110-GE no contaba con una actualización del software para el equipo Auto Gating, según observó el contratista, se trataba de una nueva tecnología para Colombia. Pero la ficha técnica no mencionaba que los dispositivos de visión nocturna debian traer el equipo Auto Gating, lo que habría generado una modificación de las condiciones establecidas para el contrato.

Con base en lo anterior, las pruebas se realizaron en el Banco HOFFMAN ANV-126 A, argumentando que permitía estudiar el equipo de forma general. Se llevaron a cabo las pruebas y como resultado, 24 de ellas no pasaron, superando la ganancia, y 2 de ellas ni siquiera se encendieron. En conclusión, decidieron rechazar el equipo que no cumplía. Posteriormente, el teniente coronel Miranda, supervisor del contrato, informó y solicitó mediante carta protocolaria la devolución de los elementos. El contratista solicitó que para que los IIT pasaran las pruebas en los Bancos ANV-110-GE y DQ, se debía brindar una actualización y de esta manera el 100% de la mercadería pasaría las pruebas, a lo cual el contratista manifestó que contactar al fabricante de los Bancos de Pruebas para actualizarlos en coordinación con el Ministerio de Defensa Nacional antes de finales de enero de 2018.

CADCO solicitó al supervisor que informara todo lo sucedido luego de las pruebas realizadas a los dispositivos de visión nocturna, dado que algunos elementos iban a ser devueltos al proveedor, pero el trámite judicial estableció que si el 5% de la mercancía entregada no pasa la prueba, habría que devolver el lote completo. Dado que las partes involucradas en el contrato acordaron un arreglo en oposición a la norma antes mencionada, y que los dispositivos de visión nocturna objeto del contrato no pudieron ser verificados posteriormente, CADCO quedó en custodia de los bienes. Bajo la custodia de CADCO, los documentos de la carpeta revelaron certificaciones de Carson Industries y los tubos intensificadores de fabricación Harris, como lo había señalado el representante legal de la firma en Colombia, ASU.

Dados los hallazgos de CADCO, éste escribió a Harris en averiguación. La respuesta oficial de Harris debidamente apostillada, confirmó la fabricación de los tubos intensificadores, advirtiendo que no eran de especificaciones militares sino de uso comercial, defraudando la ficha técnica y requisitos del proceso de contratación. Harris tenía claro que los tubos intensificadores de serie en los dispositivos de visión nocturna no estaban autorizados para salir de los Estados Unidos, porque fueron vendidos a concesionarios estadounidenses, lo que hizo dudar a CADCO del proceso de licenciamiento de la empresa Aviacol USA Corp. Harris También señaló que los tubos estaban adulterados y no tenían garantía, ratificando el fraude a la ficha técnica.

Ante la respuesta de Harris, CADCO pone en cuestión la propuesta de actualización de los bancos de prueba propuesta por el proveedor Aviacol USA Corp., y escribió a Hoffman INC., para confirmar la actualización de sus bancos de prueba. Los hallazgos fueron aún más serios en contacto con Hoffman INC., representado en Colombia por ASU. Hoffman estableció que no estaba familiarizado con Aviacol USA Corp. y negó cualquier comunicación con dicha empresa. Hoffman dijo no estar familiarizado con el producto suministrado al ejército nacional de Colombia por ACOFA, y que si el equipo comprado a Aviacol USA Corp. no era un sistema de especificaciones militares o incorporaba un sistema diferente al americano, el equipo no podría ser probado por Hoffman sin obtener el equipo y desarrollar interfaces mecánicas y eléctricas respectivas. Esta declaración expuso el fraude cometido por el contratista Aviacol USA Corp.

CADCO solicitó el apoyo del departamento de Comercio Exterior del Ejército Nacional para determinar el trámite de nacionalización de bienes con características militares a través del contrato ACOFA 035-2017, en contradicción con la respuesta recibida por el fabricante de Tubos intensificadores, Harris INC. Especialmente, por la declaración del fabricante de que las referencias de los tubos no deberían haber sido para uso militar en Colombia, sino para uso comercial en Estados Unidos. La respuesta que recibieron de la referida oficina es que no les interesaba saber cómo salieron del país de origen. Ante la frialdad de la respuesta y señalando al citado director ACOFA que los visores nocturnos para ingresar al país requerían permiso del Departamento de Estado de Estados Unidos, CADCO solicitó una copia del mismo. En respuesta, Comercio Exterior del Ejército Nacional envió a CADCO la licencia de exportación aprobada por el Departamento de Estado de Estados Unidos a nombre de IMDICOL, empresa que no participó en el proceso de selección. La licencia no incluía la descripción del número de serie de los tubos intensificadores en los 52 dispositivos de visión nocturna comprados, lo que generó inquietudes, toda vez que el Departamento de Estado de EEUU la hacía obligatoria. El capitán a cargo de la investigación fue removido de CADCO y ordenaron su traslado a una unidad del ejército en Larandia (Caquetá).

Para que una licencia de exportación sea otorgada por el Departamento de Estado de los EEUU se requiere presentar un certificado de uso final firmado por el Segundo Comandante del Ejército de Colombia, que debe ser dirigido al contratista, en este caso Aviacol USA Corp. Esta minuta tampoco se extendió. A través de su programa, el Departamento de Estado de EEUU Monitorea dichos permisos, así como los usos finales, con el fin de controlar el uso adecuado del armamento. Se desconoce cómo pudieron obtener una licencia sin un certificado de uso final.

CAMBIARON LOS TUBOS INTENSIFICADORES.

La investigación de la Fiscalía reveló en la inspección realizada a los tubos intensificadores que no eran los mismos proporcionados por el contrato. El ensamblaje con el que llegó la optrónica, no fue funcional con el casco que usan los oficiales de la división especial tanto para el salto militar en caída libre como con el casco de Kevlar Nivel III, y al ensamblarse quedaban por debajo de la vista del operador. El montaje con el que llegaron estas optrónicas no aportaba seguridad y el acople no se ajustaba correctamente, quedando espacios en el zócalo, por ello al operador que manipula el AVN, se le podía salir de su acople, quedando en peligro. Finalmente se comprobó que cuando los oficiales de las fuerzas especiales realizaban su salto en caída libre, los dispositivos se mojaban y empañaban, y una vez en tierra no funcionaban. Pero más grave aún, la inspección advirtió que los montajes no eran similares a los que habían sido entregados por la empresa. En conclusión, los dispositivos de la división nocturna suministrados, no solo dejaron en riesgo la vida de los oficiales de las fuerzas especiales, sino que no sirvieron para la necesidad requerida y se cambiaron.

Ante esta situación, la Fiscalía solicitó el apoyo del técnico experto en visores nocturnos para la verificación del estado de los dispositivos de visión nocturna objeto de la contratación EJC 035 ACOFA 2017. Encontró que Carson Industries no fabricaba dispositivos de visión nocturna y que la referencia BNVD CK 1500 no existía; las instrucciones aportadas eran una copia falsa para cada uno de los dispositivos de visión nocturna. La sorpresa fue mayor cuando abrió los dispositivos de visión nocturna y encontró que los Tubos intensificadores de imagen fueron cambiados de los iniciales Harris a L3 de especificaciones militares (como lo habría advertido Force Improvement) sin ninguna licencia, ni permiso del Departamento de Estado de EEUU, configurando un delito de Tráfico Ilícito de Armas Pequeñas y Ligeras.

Independientemente de lo anterior, el coronel Abdías Capera permanece activo, pero debió haber dejado el ejército al no ser sujeto a ascenso al grado de general de brigada. El coronel Capera es ampliamente identificado dentro del ejército como hombre de confianza del general Zapateiro, a quien designó como jefe de estado mayor de operaciones especiales, unidad militar a la cabeza del comando de apoyo de contrainteligencia militar.

Asi mismo, Aviacol USA Corp. continuó haciéndose a la contratación pública del ejército de los dispositivos de visión nocturna, como el contrato 008 EJC -2019, con la compra de piezas para el Dispositivo de Visión Nocturna AN / PVS7B y el Dispositivo de Visión Nocturna AN / PVS14 para la división de fuerzas especiales del ejército nacional, por el monto de COP $ 2.967.934.856, ejecutado con ACOFA. Además, es ampliamente conocido que Aviacol USA Corp., ha sido adjudicataria reiteradamente con adquisiciones militares de la división de aviación de CENAC en cuanto a los contratos Números 22 EJC-2015 repuestos UH60 (COP $ 1.348.509.925), 39- ACOFA-EJC-2016 Repuestos UH60 (COP $ 128.520.000), 49-ACOFA-EJC 2016 Repuestos UH 60 (COP $ 295.000.000), 011-EJC-2017 Repuestos ACOFA aeronáutica (COP $ 127.380.000), 014- EJC-2017 ACOFA UH60 repuestos (COP COP 1.071.156.009), 023- EJC-2017 Repuestos de aeronaves de ala fija ACOFA (COP $ 366.433.056), 028-EJC-2018 Repuestos de ACOFA para aeronaves división de aviación del ejército c-90, grand caravan y Cessna (COP $ 122.512.000), 002 – Servicios de reparación EJC-2018 ACOFA para UH60 (COP $ 244.800.000). Los helicópteros UH 60 de la división de aviación del ejército colombiano que fueron donados por el gobierno de Estados Unidos al gobierno de Colombia y nacionalizados durante el gobierno de Juan Manuel santos.

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