Existen algunos hechos concretos que relacionan al presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su entorno político con la investigación por el asesinato de Fernando Villavicencio.
Las autoridades de Ecuador ya capturaron a los responsables del homicidio, quienes resultaron ser seis colombianos pertenecientes al grupo terrorista ELN. Estos mismos individuos planeaban asesinar al fiscal de Colombia, Francisco Barbosa, y se encontraban en negociaciones con el gobierno de Gustavo Petro.
El primer hecho concreto tiene que ver con las denuncias presentadas por Fernando Villavicencio el pasado 29 de julio. En ellas, Villavicencio reveló presuntos vínculos entre partidos políticos ecuatorianos y Nicolás Petro, enfatizando que estos nexos estarían conectados con fondos ilícitos provenientes del narcotráfico.
Villavicencio fue más allá e incluso mencionó la relación que existe entre una cercana asesora de su opositor Rafael Correa y Camilo Burgos, primo del hoy procesado Nicolás Petro Burgos.
Luego de las denuncias de Fernando Villavicencio, su veracidad se comprobó en las audiencias en contra de Nicolás Petro. Allí quedó en evidencia que la señora Raiza Pulgarin, operadora política de Rafael Correa en Colombia, transportaba bolsas de dinero en efectivo para la campaña.
El asesinado Villavicencio se jugó la vida y afirmó que esos dineros provenían del narcotráfico. En efecto, en varios países de Latinoamérica opera el cartel de los soles, soporte político de los gobiernos de izquierda en la región, especialmente desde Venezuela.
Otro hecho importante está relacionado con la Congresista Piedad Córdoba, miembro del Pacto Histórico y cercana tanto al propio Gustavo Petro como a la dictadura venezolana. La amenaza de muerte realizada por Córdoba en contra de Villavicencio es un hecho grave y plenamente documentado que las autoridades de Ecuador también investigan.