Roy Leonardo Barreras Montealegre es sin duda alguna uno de los hombres más importantes del tablero político nacional.
El medico vallecaucano y hoy presidente del Congreso de la República se ha vuelto de esas figuras determinantes en el manejo de poder pero inmune ante los escándalos, se ha vuelto importante pero se sabe mover con un sigilo que lo autorizan a hacer con el poder lo que le da la gana.
Barreras representa todo lo que está mal en política.
Al presidente del Congreso poco o nada le importa el voto de opinión o lo que piensen de él. Ha cambiado de partido sin atender a ningún principio ideológico. Barreras inició su carrera política en las juventudes galanistas, de ahí pasó a ser militante y congresista por el partido Cambio Radical, luego se volvió un ferviente uribista dentro del Partido de la U, hoy es presidente del Congreso por el Pacto Histórico y el CNE le acaba de regalar un nuevo predio político llamado “La Fuerza de la Paz”.
Mal contados, el senador Barreras ha brincado por cinco diferentes organizaciones políticas todas con diferentes tintes políticos.
Roy es un mago del travestismo político, es el máximo de exponente de esa frase que se le atribuye a Groucho Marx “Si no te gusta mis principios, tengo otros”.
Apoyó la candidatura del presidente Andrés Pastrana en 1998 y luego lo criticó fuertemente por el fracaso que representó el Caguán, sin embargo, hoy es un abnegado defensor de los caguanes liderados por Santos y Petro.
Con sus años en el Congreso, ha sabido conocer los hilos del poder y es hoy quien los maneja de la mejor manera, tiene el poder, pero no responde por él. Nunca responde por nada.
El periodista Aurelio Suárez a principios de diciembre de 2022 publicó en revista Semana su columna de opinión titulada “El carrusel de convenios de Roy Barreras” donde narra con documentación los diferentes convenios multimillonarios firmados bajo la presidencia de Barreras en el Congreso de la República con empresas sin idoneidad o con cercanos vínculos a su grupo político.
Ante la denuncia, el senador Barreras se lavó las manos y señaló que esos contratos fueron celebrados por la directora administrativa Astrid Salamanca, quien llegó de su brazo en 2012 cuando barreras presidía el congreso por primera vez. Su ficha desde entonces.
Así mismo, en otra columna titulada “La “aplanadora” de 800 contratos de Roy Barreras” Suárez Montoya sigue narrando la cadena de contratos repartidos bajo el liderazgo de Roy Barreras de donde salieron beneficiados la esposa del director del DAPRE, Mauricio Lizcano, por un contrato de 13 millones de pesos, un contrato a favor de la rosca del presidente del Partido Conservador, Carlos Trujillo, por 30 millones de pesos y otros cientos de contratos que alimentan la maquinaria del Pacto Histórico.
A la luz de hoy, Roy sigue presidiendo el congreso y como siempre, sigue sin responder ni dar razón por los contratos firmados, por las “corbatas” como les suelen decir.
Ni hablar de caprecom. Ni del nombramiento de su exesposa en un cargo consular o del nombramiento de Roy hijo en el Banco Interamericano de Desarrollo. Toda la familia acomodada.
Aprovechando que estamos en épocas del “Cambio” e iniciando un nuevo año, le pido el favor al senador Barreras de que se retire de la política.
Hace poco anunció su retiro del Congreso, pero probablemente lo hará para liderar su nuevo partido político donde mutará a un nuevo Roy 6.0, pero la verdad creo que ya fue suficiente. Su renuncia senador, debería ser definitiva. Váyase de la política y por favor no vuelva.