Por: Jazmín Balaguer
La Policía Nacional es una institución estratégica y transversal a todo el Estado, que al igual que las demás policías del mundo, en países democráticos, tiene un proceso voluntario de mejoramiento y modernización, que responda a las necesidades y demandas actuales de la sociedad, así como de las nuevas amenazas, y tecnologías.
El plan de Transformación Integral de la Policía, y la modernización de Ministerio de Defensa, que presentó el Presidente Iván Duque en la última semana, se viene trabajando en su mayoría de Ejes, desde hace varios años, por lo que no obedece solamente a la situación social y de seguridad, que se vive hoy en el marco del Paro Nacional. Varios de sus temas son un acierto, unos ya se vienen realizando, y otros no producirán mayor impacto, o pueden ser ineficientes. Miremos.
En el Eje 1, sobre Transformación Integral de la Policía, se oficializa su pertenencia al Ministerio de Defensa, como parte integral del mismo. Así, el Ministerio pasa a llamarse, de Defensa Nacional y Seguridad ciudadana. Dejando clara la posición del Gobierno y las Fuerzas Armadas, frente al diseño institucional, con solicitudes de la oposición para que pase al Ministerio del Interior, en donde por cuestiones de eficiencia, prevención de corrupción, liderazgo, tamaño y seguridad nacional, no es conveniente que este.
El Eje 2, de Derechos Humanos, en donde se crea una Dirección con el fin de prevenir infracciones, protegerlos, respetarlos, y fortalecer las políticas en este sentido, ya es algo que se ha venido haciendo hace varios años. Tanto, que es muy probable, que no haya un funcionario con más capacitación, conocimiento, experiencia y controles en el manejo de Derechos Humanos, que un policía o militar. Eso en parte explica, porque las denuncias sobre abuso policial, no llegan ni al 1% del total de todos sus procesamientos anuales, según cifras de la Fiscalía.
El Eje 3, Nuevo Estatuto Disciplinario. No será algo que vaya a tener un impacto significativo, ya que al igual que en el Código Penal, porque haya más sanciones o penas, no desincentiva un comportamiento contrario a la ley, como si, que se apliquen con rigor las que existen.
El Eje 4, Profesionalización y desarrollo policial, con la creación de una Universidad Policial. Es algo que los mismos uniformados vienen solicitando hace varios años, ante la dificultad de los horarios de una universidad convencional, como de sus costos. Viendo como ejemplo a la Universidad Militar, que le otorga a los uniformados de las otras fuerzas, diversas facilidades para poder estudiar con unas reglas muchos más flexibles, que para el resto de alumnos. No obstante, por lo mismo, pierde rigor académico, se afecta la universalidad, y se crean sesgos, y endogamia. Se debe analizar si mejor, no se fortalece una educación más especializada y dirigida a las necesidades misionales, fortaleciendo los centros de formación que poseen, o en universidades del país o del exterior.
El Eje 5, Uso legal y legitimo de la fuerza con enfoque basado en Derechos Humanos. Al igual que el Eje 2, ya se viene trabajando hace años, modernizando los estándares, e indicadores de cumplimiento, ajustándolos a nivel internacional.
El Eje 6, Participación ciudadana para la transformación integral de la Policía. Para esto, el Director de la institución nombró al General Luis Ernesto García, para que esté al frente de «Hablemos de Policía», y a la General Jackeline Navarro, para la «Comisión para la Transformación Integral». Lo que se busca aquí, es abrir las puertas a la ciudadanía de forma organizada, para ser escuchados, procesados y tramitados sus aportes, siempre y cuando sean viables y oportunos. Así mismo, un canal más directo, permite aprender de la visión que tienen los ciudadanos sobre la institución, logrando una retroalimentación. Ya que uno de los graves problemas que existe con la Policía, es que la comunidad en su mayoría no entiende su naturaleza, sus procedimientos, la ley al respecto, y misionalidad en general. Estos escenarios, buscan también que la ciudadanía aprenda sobre ellos. Lo anterior hace, que esta estrategia si responda a la actual situación de alteración social, en donde el tema de la Policía es fundamental, porque su revisión general es una demanda no solo de los sectores políticos de oposición, también de una parte de la sociedad, principalmente los jóvenes, y a nivel internacional. Con este Eje, la institución demuestra la voluntad de dialogo y su empatía con los manifestantes, al democratizar su transformación.
El Eje 7, Tecnología para la efectividad y transparencia policial. Es un punto en el que constantemente se trabaja aprovechando las nuevas tecnologías con el fin, de mejorar la capacidad de respuesta, operatividad y trazabilidad. De esta manera, la institución esta a la vanguardia en análisis de datos, y vigilancia no tripulada, entre otros.
El Eje 8, Nueva identidad para un mayor relacionamiento ciudadano. El 85% de las policías del mundo son de color azul, quizás, porque en neurolingüística evoca cercanía, tranquilidad, confianza, y desvincula en el ideario, la militarización, que se facilitaba por compartir tonalidades del color verde.
Además, por el desgaste normal del paso del tiempo, y por campañas mediáticas y sistemáticas en redes sociales, durante las jornadas de marchas de los últimos años, que ha puesto incluso, la lupa internacional sobre la Policía Nacional.
El Eje 9, Desarrollo personal y profesional con enfoque humano. Aquí hay un punto fundamental en todo este plan, ya que la crisis institucional, que trajo a la CIDH a nuestro país, por presunto abuso policial sistemático y represión, obedece principalmente, a casos aislados pero emblemáticos y viralizados en redes sociales, y no a la Doctrina. Lamentablemente, estos casos excepcionales por su impacto, provocan en la opinión pública una generalización sobre la institución. Lo cierto, sea en este paro nacional o en otras situaciones, es que son decisiones individuales, que no se ajustan a la ley, ni a los entrenamientos, pero si en gran parte, a problemas de incorporación, cansancio, estrés, bajos salarios, exceso de turnos, y sobre carga de trabajo. Sumado a la desmotivación que genera, la falta de apoyo institucional del sistema judicial, al dejar en libertar a detenidos, en pocas horas, después de exponer no solo tiempo, recursos, sino la vida misma. Esto sucede, en la especialidad de vigilancia particularmente. El resto de especialidades gozan de mayores recursos humanos, técnicos y financieros, y no están tan expuestas mediáticamente.
El Banco Mundial dice, que el ideal son 350 policías por 100 mil habitantes, en Colombia tenemos 240. La Política Marco de Seguridad Nacional y Seguridad Ciudadana (2019), ya había avanzado en este Eje, al identificar que donde se concentra la mala imagen de la Policía, es en la especialidad de transito, instando a la alcaldesa Claudia López, inicialmente, que asuma como debe ser, los agentes de transito con civiles. Con esto, se liberarían uniformados que pasarían a la especialidad de vigilancia.
Si a lo anterior, se añaden mejores salarios, incentivos para ascensos, y facilidades para educación, incrementa la motivación y el descanso, para desarrollar sus operativos con una mente más despejada, mejorando el criterio en situación de crisis.
El Eje 10, Nuevo modelo de vigilancia policial, quiere volver dinámicos y flexibles los cuadrantes que existen, para lograr mayor cercanía en los vecindarios. En una maniobra por extender la jurisdicción de la policía de un cuadrante al unirlo con otro, sí las circunstancias lo ameritan. Pero esto traería un problema, puede crear incentivos perversos a la Policía de un cuadrante para evitar unirse, reduciendo la operatividad y eficiencia. Por tratar de abarcar más, se puede dejar expuesta a la comunidad. Lo que se solucionaría, aumentando los cuadrantes, pero esto requeriría de todas formas, aumentar el pie de fuerza.
Este Plan de mejoramiento, que suele gestarse e implementarse sin atención pública, esta vez si busca tener, como estrategia para quitarle el discurso a aquellos que quieren debilitarla deliberadamente o por incomprensión, ayudando también a apaciguar los ánimos en las calles, y enviando un mensaje a nivel internacional de la democracia que somos. Tanto, que concentró la atención del Congreso, el cual lo ve como el verdadero camino, ajustado a las necesidades del momento, y con el cierto propósito de fortalecer y mejorar a la institución. Eso fue parte del argumento, para archivar el proyecto de ley sobre su reforma, del Representante a la Cámara, Inti Asprilla. A la comisión primera de la Cámara, le pareció que no buscaba el bien de la institución, demostrando un actuar responsable con el mantenimiento del Estado y la institucionalidad.