Por: Duván Idarraga
Llevamos dos semanas de muchas noticias económicas y de importantes anuncios por parte del gobierno Petro. Unos y otros, poco favorables para las posibilidades económicas del país (exceptuando la reducción de la inflación). Las cifras y hechos que se han conocido recientemente aumentan la incertidumbre sobre la estabilidad macroeconómica; que, como he escrito en columnas anteriores, se ha afectado considerablemente en estos dos años de este gobierno. Veamos:
Desempleo: El DANE publicó la cifra a junio del 2024 con un 10.3% de desempleo, frente al 9.3% de junio del 2023,presenta un crecimiento de 100 puntos básicos. Aunque la cifra de incremento es de por si inquietante, hay que mencionar que la mayor parte de los sectores productivos del país presentan disminuciones en el número de personas empleadas al hacer la comparación del mismo periodo (construcción, entidades profesionales, comercio, actividades artísticas, transportepresentan decrecimientos.
Importación de gas: De acuerdo con registros oficiales, es cada vez más evidente la necesidad de importar gas para atender las necesidades del país. Hay un agravante, de acuerdo con un estudio realizado por personas calificadas en la materia, estiman que el incremento del precio al consumidor final podría llegar hasta un 140% más sobre la tarifa que se está pagando actualmente; algo que sin lugar a dudas afectará a la mayor parte de los hogares colombianos, pero también todas las actividades que de una u otra manera utilizan este elemento con consecuencias directas sobre la inflación del país. Peor aún deberemos comprar a precios internacionales en vez de pagar a costos de producción en Colombia.
Precio de combustibles: Se anunció por parte del gobierno un nuevo incremento en el precio de los combustibles, tanto gasolina como acpm. Recordemos que se había dicho que la gasolina no iba a tener más aumentos dado que se había logrado controlar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios en los Combustibles dado el alza desbordada e el precio de la misma. No solo no se cumplió con lo dicho, se está haciendo realidad el anuncio del ministro Bonilla de hace varios meses de incrementar el acpm. Recordemos que habló de llevar el precio del galón hasta los $16.000 aproximadamente; de concretarse sería nocivo para el tema de estabilidad de precios ya que la mayor parte de la carga del país se moviliza en vehículos que utilizan este combustible, por ende, el mayor costo del acpm se va a reflejar directamente en un incremento en los fletes que a la vez llevarán al incremento de precios de las diferentes productos y mercancías que se transan en el país, incrementando que finalmente pagan los consumidores y que presionan el alza de la inflación.
Nueva reforma tributaria: Se va a presentar al congreso de la República con la cual se esperan recaudar $13 billones. Como he comentado en columnas anteriores, este es un anuncio que genera gran incertidumbre y que alimenta el temor de inversionistas nacionales y extranjeros de realizar cualquier tipo de negocios en Colombia. Lo absurdo de este anuncio es que no va acompañado por una decisión y por acciones claras,contundentes e inmediatas por parte del gobierno de disminuir el derroche, los gastos de funcionamiento; adicionalmente, frente a los escabrosos escándalos de corrupción de este gobierno, que ya han implicado la suma de casi $2 billones, resulta bastante paradójico y contradictorio que se dé todo lo mencionado a la vez que se pida a la sociedad nuevos impuestos.
Presupuesto 2025: Por estos días el gobierno Petro presentó el borrador del Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2025, el cual presenta grandes inquietudes por diferentes aspectos. Primero, de acuerdo a los análisis que se han dado por expertos, las cifras no cuadran, no hay claridad en los ingresos, no se están contemplando erogaciones importantes resultantes de la reforma pensional; algunos estiman, ante las fallas protuberantes en su conformación, que el congreso de la República debe devolverlo para que se corrijan.
Adicionalmente, un tema que he comentado en columnas anteriores, algo que inquieta y mucho. Se consolida la disminución que ordenó el gobierno en el presupuesto de inversiones del año 2024 en el año 2025; reduce este cifra de $99 billones del 2024 a $82 billones en 2025 (son $17 billones menos, un 17%); si algo dinamiza la economía del país es la inversión por parte del Estado, reducir ese monto es una decisión que contribuye a que la recesión avance.
Mientras el presupuesto de inversiones baja, el de gastos de funcionamiento (más burocracia, más entidades, más embajadas y consulados, más viajes, más tiquetes aéreos, más vuelos privados para los funcionarios) aumenta de manera significativa.Subirá en $20 billones para 2025, llegando hasta los $328.8billones; una cifra desproporcionada y que, dada la disminución significativa en los recaudos de impuestos del 2024, va a generar un mayor déficit fiscal para el año 2025.
Por último y no menos preocupante que los anteriores, el reciente anuncio del presidente sobre su propuesta de incrementar las inversiones forzosas para canalizar ahorros de entidades financieras para manejo de esos recursos por parte del Estado. Otra propuesta que va en contra de la reactivación económica, del recaudo tributario (es altamente posible que más personas decidan manejar mas recursos en efectivo en vez de canalizarlos por entidades financieras lo que desestimula el crecimiento la oferta formal de créditos); también afectaría, aun mas, el clima de inversión, a la mayor parte de inversionistasnacionales y extranjeros este tipo de medidas regulatorias e intervencionistas del Estado les generan mucho temor; puede ser el preámbulo de que en Colombia opere lo que han denominado “los corralitos financieros” (restricciones interpuestas por el gobierno a la libre circulación del dinero), de lejos una alternativa muy dañina para el país y los colombianos.
Para finalizar, dos noticias favorables. Una, la reducción de 50 puntos básicos de las tasas de interés por parte de la Junta Directiva del Banco de la República, medida que debe repercutir en la disminución de las tasas para las personas y empresas. Dos, la cifra de inflación en julio del 2024 tuvo una variación anual del 6.86%, una reducción importante frente a Julio del 2023 cuando se ubicaba en el 11.78%, es decir, 492 puntos básicos; una noticia que favorece mucho a los colombianos, reconociendo las gestiones que viene realizando el Banco de la República en la materia y no propiamente el gobierno, que,como he mencionado, se ha dedicado a incrementar de manera desbordada sus gastos de funcionamiento y el derroche.