Por: Duván Idarraga
Con la posibilidad de volverme reiterativo, el tema del manejo fiscal del actual gobierno sigue generando muchas y seriasinquietudes. Empiezan a verse las consecuencias para la economía del país y para las propias finanzas públicas. Es prácticamente un hecho que el déficit fiscal en el año 2024 será muy elevado y hay serias posibilidades que se incumpla la Regla Fiscal.
Se pasa agua con el tema de los ingresos del Estado: Los recaudos caen significativamente y ademas no se cumple con la meta de recaudo; como se esperaba, no llegaron los ingresos por litigios ni por disminución de la evasión (cómo? No se generó ninguna estrategia por parte del gobierno contra este flagelo). Por el lado de los gastos se incrementaron considerablemente, en especial los de funcionamiento; también se mantuvieron los niveles de derroche (conciertos pagos con cargo al erario, muchos viajes y con muchas personas) y ni que hablar de la corrupción desbordada ($1.3 billones en la UNGRD, $85.000 millones en el FOMAG; mas de $130.000 en la Agencia Nacional de Tierras y faltan datos de otros municipios (entidades)).
El servicio de la deuda se ha incrementado producto del mayor endeudamiento interno y externo durante el actual gobierno; de los $503.2 billones del Presupuesto General de la Nación (PGN), $94.5 billones se van en pago de deuda, montos que se incrementan cada vez. A febrero del 2024 la Deuda Externa Pública (DEP) ascendía a US$ 113.293 millones, mientras que a diciembre del 2023 cerró en US $112.970; es decir, un incremento de US $6.311 millones, el 5,9%. Por el lado de la deuda interna, el panorama no es mejor; en lo corrido del 2024 el gobierno ha emitido $24 billones de deuda nueva, por supuesto, a tasas mas altas ante el mayor riesgo país.
A propósito del tema de la mayor tasa de interés por el riesgo país, genera perplejidad, por lo absurda, la propuesta que realizó el señor Gustavo Petro solicitando que “se eliminara la calificación de riesgo país para Colombia”, que los mercados internacionales han definido para la deuda soberana del país. Es necesario mencionar que la tasa de riesgo país se ha incrementado desde febrero del 2022 (estaba en el 5%) al 7.2% en Julio del 2024 (44%). Sin duda, refleja que los mercados internacionales no han visto con buen ojo ni la elección ni las decisiones del gobierno actual, en especial la de terminar la exploración y explotación de petróleo, su intención de modificar la Regla Fiscal y otros anuncios que han generado bastante incertidumbre entre los inversionistas y calificadoras de riesgo. Sorprende que un presidente, que además es economista, haga este tipo de planteamientos, sin considerar cómo opera el mercado financiero internacional y cómo este tipo de acciones y definiciones corresponden a la valoración que hacen los inversionistas de lo que puede pasar con las finanzas públicasdel país y por ende en la posibilidad de pagar la deuda de Colombia.
Por otro lado, no ayuda el manejo que da el Ministro de Hacienda a la aguda situación fiscal y de caja del país. Nuevamente, culpa al Fondo de Estabilización de Precio de Combustibles (FEPC). Creo pertinente mencionar que el FEPC fue creado en 2007, a través de la ley 1151, con el objetivo de atenuar del mercado interno el impacto de los precios internacionales de los combustibles; un objetivo loable dado el peso que tiene el precio de la gasolina en la canasta familiar y por ende en la inflación en Colombia. El Ministro Bonilla culpaal déficit de este fondo, del grave problema en materia fiscal e insiste en la responsabilidad de ello en el gobierno anterior. En varias ocasiones, el Ministro de Hacienda el gobierno Duque (doctor José Manuel Restrepo) le ha recordado, con documentos y actas de empalme en mano, las cifras con las cuales entregó este fondo en el 2022, cómo se había pagado lo causado hasta la fecha de empalme y cómo se había dejado financiado, tanto en el presupuesto, como en el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP) los recursos para seguir cubriendo sin inconvenientes las necesidades del FEPC; dejando en evidencia las mentiras de Bonilla.
Es necesario recordar que para el gobierno actual el FEPC no debía seguirse subsidiando con recursos del PGN, fue uno de los argumentos que utilizó para el incremento de los precios de la gasolina de más del 60% en los dos años en que va en este gobierno. Según estimativos se gastan entre $25 y $30 billonesal año para este fondo; si el precio de la gasolina fue ajustadocomo ya se indicó, se esperaba que esos $25 o $30 billonesfuesen deducidos del presupuesto general de la nación y presentarlos como un ahorro, cosa que no ha sucedido; por el contrario, el P G N durante el gobierno actual se ha incrementado en más del 23%.
Para hacer mucho mas grave el tema fiscal, inquietan mucho algunas apreciaciones del pronunciamiento del Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) a partir de la revisión del documento sobre el Marco Fiscal de Mediano Plazo (MFMP)presentado por el gobierno:
El MFMP supone un crecimiento del PIB del 7.1% en el 2024 y del 5.7% en el 2025. Me parece que es demasiado ambicioso y casi que ilusorio pensar en este tipo de resultados cuando la economía sigue estancada, cuando las variables de los sectores que generan dinamismo siguen con números rojos; cuando losresultados de crecimiento del PIB no suben del 0.7% del primer trimestre del 2024 y donde los más optimistas escasamente estiman un crecimiento del 2.0% en la economía en 2024.
Inquieta el crecimiento que ha tenido la deuda externa del país yque va a representar para 2024 intereses por $79.8 billones, que corresponden al 4.7 del PIB y al 31% de los ingresos tributarios; recordando que estos han tenido un decrecimiento y que no se están alcanzando los objetivos en la materia. También, que se mantiene al alza el saldo de la deuda del gobierno, tanto la interna como la externa, lo que generara una mayor presión de gasto en los próximos años.
Otro tema bastante preocupante, como lo menciona el CARF es que el MFMP presentado por este gobierno «no incluye de forma explícita el efecto sobre el gasto primario de la reforma pensional «. Es sorprendente y muy sospechoso que esta variable, que tiene una altísima repercusión en las finanzas públicas, no fuese incluida por parte del equipo económico del gobierno en los análisis del Marco Fiscal de Mediano Plazo y las severas consecuencias que tendrá.
Para el CARF, igual como lo he expresado en columnas anteriores, es igualmente preocupante que en el escenario fiscal del 2025 existan riesgos como el planteamiento que ha realizado el gobierno de modificar la Ley de la Regla Fiscal. Este planteamiento indica que el gobierno cree posible que no se cumpla con la Regla Fiscal, con el impacto que ello tiene a nivel internacional y que estaría directamente relacionado con mayor incremento de la tasa de riesgo de país (aún más).
Es claro que en vez del presidente lanzar ese tipo de mensajes(pedir eliminar la tasa de riesgo país) lo que debería generar él y su equipo, son condiciones de estabilidad económica, retomar y fortalecer la exploración y explotación de hidrocarburos; disminuir de manera considerable el gasto de funcionamiento y el derroche; mejorar la confianza inversionista; renunciar a su propuesta de modificar la Regla Fiscal; mejorar la ejecución en el presupuesto de inversión para inyectar recursos a la economía y generar mecanismos y estrategias que permitan a empresarios e inversionistas incrementar su confianza en el país. Si se dan estos claros y contundentes mensajes y acciones, el mercado financiero nacional e internacional los recibirían positivamente,repercutiendo en una disminución de la tasa de riesgo con los grandes beneficios que esto conlleva. Es relativamente fácil, la cuestión es de voluntad y en este gobierno eso es lo que falta.