Por: Germán Senna Pico
El pacto de la Habana entre una facción del grupo terrorista FARC y Juan Manuel Santos, convinieron la creación de la figura del sistema integral de verdad, justicia, reparación y no repetición, en adelante SIVJRNR de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), aquí se creó la comisión de la verdad que dirige el cura jesuita Francisco de Roux, se supone qué cómo esta entidad creada o convenida del pacto habanero se le encomendó la misión de esclarecer los patrones y causas del conflicto armado interno y, en tal sentido satisfacer el derecho a la verdad de las víctimas.
Pero hemos visto que el cura Francisco De Roux y sus comisionados, han adelantado en sus audiencias, una actividad proselitista en pro de lavarle la cara al terrorismo de izquierda llámese FARC, ELN, EPL o M19, pero sólo se han prestado para señalar y acusar a militares, policías o, a las instituciones democráticas del estado y, sobre el papel de visibilizar a las víctimas del terrorismo de izquierda en cabeza de estas estructuras y sus jefes, no hemos visto nada.
El pasado dos (2) de septiembre se llevó a cabo una audiencia de la comisión de la verdad en la Universidad Industrial de Santander sobre la violencia contra dirigentes estudiantiles, maestros y líderes sindicales en ella hablaron en especial, muchos militantes de la unión patriótica, éstos últimos hijos del partido comunista colombiano, estructura política e ideológica responsable desde mi conocimiento, de todos los crímenes cometidos por las FARC, EPL, ELN y M19 y qué en mi opinión, Colombia está en mora de declararlos ilegales o prohibirlo, así como lo hizo Polonia recientemente.
En esta audiencia miramos en las intervenciones que realizó alias Pastor Alape y muchos jubilados de la UP, partido comunista y hasta ex miembros del EPL, donde negaron toda injerencia en las actividades proselitistas y armadas al interior de la Universidades y colegios en Colombia.
No más echen un vistazo a las paradas militares que hacen terroristas del ELN y FARC en la Universidad Nacional, estos son los mismos que ahora se autodenominan primera línea, hay suficiente evidencia y archivo ya que ellos mismos publican sus actuaciones en redes y páginas web, luego no es sano que se oculte las actividades que han realizados maestros y estudiantes desde los claustros universitarios y donde se han planeado muchos actos de terrorismo que merecen explicación y juzgamiento.
Al visitar los perfiles en redes sociales de esta comisión, podemos ver que en realidad esta entidad es una plataforma de proselitismo pro-izquierda y donde algunos de sus comisionados, al mejor estilo de la señora Lucía González actúan como instigadores, jueces y parte señalando a líderes de derecha como validadores de la violencia y acusando a miembros de las fuerzas militares o, a las autodefensas como únicos responsables de la violencia en Colombia y, de cierta forma, creando el imaginario que los crímenes de las estructuras terroristas de izquierda armada, fueron crímenes legítimos y justificables mientras los de la derecha armada son actos bárbaros y atroces que merecen el repudio y castigo de todo la nación y sociedad en general.
Así han invertido los valores a las nuevas generaciones a través de estas entidades y replicado por la academia en universidades, colegios y hasta los hogares a través de propaganda alusiva al actuar de la izquierda política y armada en redes sociales, haciendo creer que los terroristas de izquierda, llámese Alape, Timochenko o Tornillo son víctimas y no victimarios.
Lo vimos desde los inicios de las negociaciones en la Habana, donde el activista comunista Enrique Santiago en representación de las FARC y Humberto de la Calle en representación de Juan Manuel Santos, les metieron otro gol a los colombianos para exculpar a los criminales de FARC y hacerlos ver como NO responsables de miles de crímenes con el sofisma de “víctimas del conflicto”, de esta manera, los jóvenes no identifican a los victimarios de FARC, sino que se crea un imaginario que el victimario es el conflicto y transmiten esa responsabilidad sólo al Estado o, a otras estructuras principalmente de derecha.
Señores, jóvenes de mi amada Colombia, acá no hay víctimas del conflicto, acá hay víctimas de las FARC, ELN, EPL, M19, AUC, BACRIN, Narcotráfico y algunos agentes del Estado y esos victimarios tienen nombres y apellidos.
Eso hay que visibilizarlo, no dejando la teoría difusa y etérea que las víctimas, son víctimas del conflicto y de esta forma desapareciendo del radar judicial y de la memoria histórica colectiva a los verdaderos perpetradores.
Siempre hemos visto que en los países donde ha habido conflictos regulares e irregulares, se crea una comisión de la verdad para esclarecer los patrones, causas y motivaciones de las violencias y de cierta manera, unir a la sociedad en pro de la no repetición de hechos degradantes y victimizantes, pero esa comisión se crea cuando de verdad se acaban los conflictos o guerras, pero ese no es el caso de Colombia, se suma la ilegitimidad que tienen ante las mayorías de colombianos la JEP y todas sus entidades entre ellas la comisión de la verdad que dirige el cura Francisco de Roux .
¿Será que cuando alguna vez en los próximos 60 años, cuando los elenos o la otra facción de FARC que no negoció con Juan Manuel Santos y De la Calle, negocien con algún gobierno de turno no tendrán que volver a crear otra comisión de la verdad para volver a reescribir la historia al amaño de los comisionados sesgados como los actuales?.
Y a propósito de la amnistía que por estos días ha propuesto el ex presidente Álvaro Uribe Vélez y que los áulicos del pacto de la Habana han criticado, me gustaría verlos cuando estos grupos armados exijan en una futura negociación más impunidad que la que Santos y De la Calle, le dieron a las FARC, eso es más que una amnistía, pero ellos la disfrazan de justicia restaurativa para beneficio sólo de sus pares políticos e ideológicos y, cuando alguien pide equilibrios judiciales para los demás actores ahí sí, saltó la liebre de la impunidad en sus arengas y diatribas proselitistas.
Para finalizar quiero decirle a mis lectores y detractores, que el tema de falsos positivos reales no fue esclarecido por la JEP, esto fue develado gracias al proceso de justicia y paz entre el gobierno de Álvaro Uribe Vélez y la comandancia de las AUC, en total en esta justicia transicional, se esclarecieron más de 2400 hechos simulados como combatientes caídos en combates y desde Justicia y Paz, se envió esa información a la JEP, pero éstos a través de unas ONGs afectas a las FARC, aumentaron el número de casos con información no corroborada judicialmente por la fiscalía general de la Nación.
Y la información que reporta justicia y paz, soporta hechos desde el año 1998, pero los activistas de la JEP, para crear un efecto político contra Uribe, encasillaron la información de los hechos como si sólo hubieran ocurrido en el gobierno Uribe, eso es un hecho que deslegitima más todas las actuaciones de este sistema transicional de justicia.
En mi condición de ex combatiente y con conocimiento pleno de muchos hechos de falsos positivos, puedo afirmar que estos casos se han dado en Colombia desde mediado de los años 80s y para el desagrado de muchos, en los gobiernos de Ernesto Samper y Andrés Pastrana pudo haber un número más elevado de falsos positivos que en los dos gobiernos de Uribe.
Germán Senna Pico
Email: germansennapicko@gmail.com
Ex militante (BCB-AUC)