Por: Duván Idarraga
Se siguen generando noticias y anuncios que afectan la economía del país; uno relativamente bueno y otros no tantos. Empecemos mencionando lo positivo:
Se conoció el comunicado del DANE sobre el resultado del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país para el segundo trimestre del 2024, un 2.1%. Podemos decir que la cifra es buena, revierte la tendencia mostrada en periodos anteriores por debajo de un digito; pero no es un guarismo que sea destacable y se encuentra lejos de ser lo que el país requiere para iniciar una verdadera senda de crecimiento económico. Al comparar el dato del segundo trimestre del año 2024, con igual periodo del 2023 que fue del 0.4%, es un buen resultado ya que representa 170 puntos básicos más; pero con una base tan inferior, no es algo para sentirse orgulloso.
Donde se comprueba que no es un buen dato es al comparar con el resultado del segundo trimestre del 2022, donde hubo un 12.3% de crecimiento; es decir, una reducción de 1.020 puntos básicos (cae el 82,9%). Si hacemos la comparación con el resultado del segundo trimestre del año 2021, con un crecimiento de 18.6%, encontramos que hay una reducción de 1.650 puntos básicos (baja el 88.7%). Definitivamente, el dato del segundo trimestre del 2024 está muy lejos de los logrados en el gobierno de Iván Duque; lo importante, no es el resultado que requiere el país.
De los sectores por actividad económica que aportan a este resultado, tenemos los que crecen: Agricultura 10.2%;Suministro Electricidad 2.6%; Construcción 2.4%; Comercio alpor Menor 0.2%; Actividades Financieras 1.4%; Actividades Inmobiliarias 1.9%; Administración Pública (burocracia y funcionamiento) 4.8%; Actividades Artísticas 11.1%. Los que decrecen: Explotación de Minas 3.3%; Industria Manufactureras 1.6%; Información y comunicaciones 1.9%.
Ahora comentaré sobre algunas de las situaciones que no aportan al desarrollo económico del país ni a generar la confianza requerida en los diferentes actores. Inicio con la situación generada con el Presupuesto General de la Nación (PGN) para el año 2025, el cual no fue aprobado por el Congreso ante la negativa del gobierno de realizar los ajustes que se le estaban pidiendo, especialmente frente al tema del crecimiento desbordado del gasto de funcionamiento que representa un incremento de $18,2 Billones frente al 2024. Recordemos que, en lo corrido de este gobierno, los gastos de funcionamiento han subido $116,6 billones (55,16%) en solo 3 años. Como consecuencia de lo anterior, el PGN tendrá que ser decretado por el gobierno por el monto definido en $523 Billones, afectando aún más las finanzas públicas del país ya que se encuentra desfinanciado y es prácticamente un hecho que la reforma tributaria o ley de financiamiento que presentó el gobierno no va a ser aprobada por el congreso y con la cual estimaban recibir $12 Billones.
Por los lados de Ecopetrol las noticias no son nada favorables. A la disminución significativa de utilidades en los dos años durante el gobierno Petro, se suma el anuncio de J P Morgan de rebajar en un 30% su precio objetivo, recomendando a los inversionistas ser cautelosos frente a la acción de la empresa: “De acuerdo con JPMorgan, Ecopetrol se encuentra en un periodo turbulento, afectado por márgenes deprimidos en el sector downstream, un crecimiento limitado en la producción, conflictos de intereses entre accionistas y administración y un entorno geopolítico inestable. Estos factores se combinan para crear un entorno desafiante que dificulta el crecimiento sostenible y la estabilidad financiera de la compañía.” Como consecuencia se pierde 47% del valor de la empresa en la bolsa de Nueva York (antes de las elecciones del 2022, el ADR se cotizaba en US $16.9, hoy en US $8.9) y el 38.7% en la Bolsa de Valores de Colombia (a mayo del 2022, la acción de cotizaba en $3.102, hoy en $1.900).
Por el lado de las Finanzas publicas la situación es cada vez mas compleja; no se cumple la meta del recaudo impuestos. La disminución en el recaudo tributario del periodo enero a agosto del 2024 versus igual periodo del año 2023, fue del 14.9%. Es un dato que se ubica por encima de lo vivido durante pandemia cuando la caída fue del 9.2% por razones ampliamente comentadas. El resultado del 2024 es el peor comportamiento en los últimos 10 años.
El déficit fiscal del segundo trimestre del 2024 es de $35 billones (el 3.3% del PIB), si comparamos este resultado con igual periodo del año 2020, en plena pandemia cuando fue de $28 billones, encontramos que es mayor en $7 billones (un 25%). Se ratifica que este es un gobierno que gasta a manos llenas, pese al desastroso comportamiento en el recaudo de impuestos (por supuesto, ligado a los malos resultados en los estados financieros de las empresas durante el 2023) no se genera un verdadero plan de austeridad en el gasto publico (en especial los de funcionamiento) para buscar un menor daño fiscal. Es altamente posible que en 2024 y 2025 no se cumpla con la Regla Fiscal con las consecuencias que ello conlleva frente a las calificadoras de riesgo, la disminución de la calificación y el incremento de los costos de la deuda y del acceso a nuevos empréstitos.
Si revisamos los resultados de la Inversión total, el panorama es menos favorable; encontramos que en el segundo trimestre de 2024 esta se ubicó en el 16.5% sobre el PIB, un dato inferior al del mismo periodo del 2020 en plena pandemia, cuando fue del 16.6% del PIB; pero si lo comparamos con igual periodo del 2019, que fue del 22.1% del PIB, la situación se torna mucho más compleja.
El resultado relativamente positivo del crecimiento del PIB durante el segundo trimestre no es suficiente para compensar las malas noticias económicas de los otros frentes mencionados; sigue siendo un panorama muy sombrío. El gobierno Petro tuvo una gran oportunidad de generar consensos y reducir el monto del PGN del 2025, brindando a la comunidad nacional e internacional un mensaje positivo y de sensatez; no lo hizo, se trasmitió todo lo contrario lo que en nada contribuye al ambiente favorable y de confianza que tanto se requieren la economía del país, los inversionistas y los demás actores del mercado.