• Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto
jueves, junio 8, 2023
16 °c
Bogota
El Expediente
  • Iniciar Sesión
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
El Expediente
Sin resultados
Ver todos los resultados
Inicio Opinión

Petro amenaza ahora al Fiscal Barbosa desde Lisboa

por El Expediente
mayo 7, 2023
en Opinión
Tiempo de leer:5 mins read
0
La destrucción del Congreso de Colombia
39
COMPARTIDAS
66
VISITAS
Compartir en FacebookCompartir en WhatsappCompartir en TwitterTelegram

Por: Eduardo Mackenzie

Gustavo Petro sigue sin querer definir claramente su actitud ante la fiscalía general y ante la labor del fiscal general de la nación, Francisco Barbosa. En un comunicado dado a conocer en Lisboa, donde se encontraba ayer en visita oficial, el nuevo ocupante de la Casa de Nariño dice: “acepto el llamado de la honorable Corte Suprema de Justicia y respeto y respetaré la autonomía e independencia de la fiscalía general de la Nación”.

De nada sirve que Gustavo Petro diga que “respeta y respetará la autonomía e independencia de la fiscalía general” cuando Petro, en ese mismo comunicado, sigue amenazando y lanzando insinuaciones calumniosas contra el fiscal general Barbosa.

El comunicado de Lisboa está redactado de tal forma que hace pensar que Francisco Barbosa, y no Gustavo Petro, es quien trata de insubordinarse contra la Constitución y la ley. Ese texto omite toda referencia al temor del fiscal general de que su vida está en peligro por denunciar las desviaciones constitucionales del mandatario.

El texto de Lisboa adultera lo que dice el artículo 251 numeral 6 de la Constitución Nacional. El equipo que redactó el comunicado asegura que la Carta Política “le ordena al Fiscal, de acuerdo con el numeral 6º del artículo 251, suministrar al presidente la información de las investigaciones que le sean requeridas cuando, como es el caso, esta (sic) sea relevante en materia de orden público”.

La Constitución no dice eso. 

Ni el presidente de la República ni ningún operador judicial puede tergiversar, adulterar, ni torcer las frases de la Constitución. Eso lo hace Petro en su comunicado de Lisboa. La Constitución, en el artículo y numeral citado, no dice que el presidente puede “ordenarle” al fiscal que dé una información. Dice que una de “las funciones especiales” del fiscal general es “suministrar al gobierno información” sobre las “investigaciones que se estén adelantando”, cuando sea “necesaria para la preservación del orden público.” 

El fiscal general no está obligado a dar las informaciones “que le sean requeridas” sino a dar las informaciones sobre “las investigaciones que se estén adelantando” y si él ve que esa información es “necesaria para la preservación del orden público”.  Y no cuando terceros –y el presidente lo es en este caso– consideren que ésta es “necesaria” para la preservación del orden público. 

El lector puede ver los múltiples cambios de sentido que el comunicado de Lisboa pretende hacer pasar como si éste se apegara a la letra y espíritu del artículo 251.

Si no existe esa facultad del fiscal de ofrecer información sobre “las investigaciones que se estén adelantando”, sino que debe tomar como una “orden” todo lo que le “requiera” el presidente, y obrar en el instante y en los modos que el presidente exija, la independencia de la Fiscalía, y el debido proceso, serían una ficción. Lo que existiría sería un poder sin contrapeso del presidente sobre el fiscal. Solo el ente investigador (fiscalía) puede decidir si una información sobre una investigación dada de manera inoportuna puede arruinar o beneficiar la investigación penal. El mismo jefe de Estado no puede decidir sobre esa delicada materia, pues él no está al frente de la investigación. A eso alude el numeral 3 del citado artículo cuando dice que el fiscal general podrá “determinar el criterio y la posición que la Fiscalía deba asumir, sin perjuicio de la autonomía de los fiscales delegados en los términos y condiciones fijados en la ley.”

Otro es el modelo que Petro quiere imponer, utilizando el recurso de operar sutiles adulteraciones de sentido a los preceptos constitucionales. Petro sigue pues sin querer aceptar las reglas del juego democrático.

Creyendo que con un  confuso “comunicado a la opinión pública”, dictado desde el extranjero, puede salir airoso de la polémica que el mismo creó al tratar de hacer creer que la Fiscalía y, por ende, el resto de la rama judicial, eran sus subordinados, lo cual obligó tanto al fiscal general, como al presidente de la Corte Suprema de Justicia, a rechazar como una falta grave esa intentona, ahora Petro vuelve a su juego fullero de decir una cosa y su contrario, para que una parte de la opinión pública pierda la pista del asunto y crea que él sí “respeta” la Constitución. 

El comunicado, además, acusa al fiscal general de entregar “vagas explicaciones a los serios y gravísimos interrogantes que plantea un periodista”. “De ser ciertos [esos “serios y gravísimos interrogantes”] pondrían en riesgo el orden público y la institucionalidad de la Justicia”. Queda visto que el artificio acusador es deleznable pues el texto de Lisboa no está seguro de lo que dice. La fórmula “de ser ciertos”, desbarata la acusación.

Sobre ese frágil andamiaje el redactor de Lisboa saca dos conclusiones que carecen de premisa: que el fiscal “no solo le está faltando el respeto al presidente, sino que está violando la Constitución”. Y repite la falacia: “Grave daño le hace el fiscal general a la propia Fiscalía al guardar silencio frente a estas denuncias”. Y en un mensaje aparte, Petro jura que el fiscal Barbosa “no quiere o no puede investigar un delito de lesa humanidad” y que en vista de eso él activará “los mecanismos que la Constitución y el Derecho internacional le confieren para que exista justicia”. 

En ningún momento la Constitución dice que actuar para restablecer el orden público depende de la respuesta que le dé el fiscal general al presidente como comandante supremo de las fuerzas armadas de la República. No obstante, ese es el nudo de la nueva calumnia que están tratando de montar contra el fiscal Barbosa. 

En otras palabras: Petro “respeta a la Fiscalía” pero no respeta al fiscal –ni a la Constitución, en realidad–. 

Siguiendo la derrotada teoría del exfiscal Montealegre de que el presidente sí puede darle órdenes al fiscal general (ninguno de ellos acepta en realidad las explicaciones en derecho del fiscal general y del presidente de la CSJ), el nuevo jefe de Estado estima que no responder a esas órdenes inconstitucionales equivale a “faltarle el respeto al presidente” y a hacerle “daño a la fiscalía”.

La perspectiva es obvia: Petro evita el análisis constitucional que proponen tanto la Fiscalía como la CSJ y opta por irse por el bajo mundo de los chismes y diretes y presenta el caso como un vano juego de egos y poderes. En realidad, lo que se juega es el destino de la justicia en Colombia y del debido proceso y el de los innecesarios poderes adicionales de que quiere gozar el nuevo inquilino de la Casa de Nariño.

———————————-

(Visitas Totales 87 )
Tags: Eduardo MackenzieEl Expediente
Compartir16EnviarTweet10Compartir
El Expediente

El Expediente

¿Quieres Apoyarnos?


 

Popular

  • Maduro financió la campaña de Petro a través del Clan Torres. Benedetti ya se lo contó a la DEA

    Maduro financió la campaña de Petro a través del Clan Torres. Benedetti ya se lo contó a la DEA

    5577 Compartidas
    Compartir 2231 Tweet 1394
  • Euclides Torres, testaferro de Benedetti y mano derecha en las reuniones de la embajada en Venezuela

    2516 Compartidas
    Compartir 1006 Tweet 629
  • El Clan Torres, Venezuela, Indra, Laura Sarabia y la llegada de Petro al poder ¿Cómo se relacionan? 

    135 Compartidas
    Compartir 54 Tweet 34
  • Laura Camila Sarabia Torres y el poder del Clan Torres en Casa de Nariño

    3709 Compartidas
    Compartir 1484 Tweet 927
  • Culpable o inocente, renuncie Presidente

    106 Compartidas
    Compartir 42 Tweet 27
Tweets by EIExpedienteCol

Facebook

Recomendado

El Machismo-Leninismo, la amenaza en Colombia

2 años atrás
La salida se encuentra arriba, a la derecha

La unidad pendiente entre fuerza pública y población

3 años atrás
El Expediente

Dirección: Carrera 19A # 84 - 29 oficina 502
Teléfono: 3132161175
Contáctenos: info@elexpediente.co

Nuestro compromiso es con la verdad.

Secciones

  • Ciudadanas (44)
  • Corrupción (541)
  • DATO El Expediente (253)
  • Opinión (2.394)
  • Postconflicto (32)
  • Redes (7)

Redes

  • Política de privacidad
  • Política de cookies
  • Contacto

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

Sin resultados
Ver todos los resultados
  • Inicio
  • Ciudadanas
  • Corrupción
  • Opinión
  • Video
  • Redes
  • DATO El Expediente

El Expediente Todos los derechos reservados © 2022

¡Bienvenido de nuevo!

Inicie sesión en su cuenta

¿Olvido su contraseña?

Retrieve your password

Ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico para restablecer su contraseña.

Iniciar
Ir a la versión móvil