Por: Luis Manuel Ramos Perdomo
Lo de Aida Merlano ha sido más melodramático que melódico, no obstante subsumirse, al igual que algunos capítulos de su vida, que decidió hacer públicos, en una especie de “Tocata y Fuga” pero indiscutiblemente constituye una más de las operetas criollas.
Su fuga fue, en honor a su nombre, una verdadera “marcha triunfal” y su retorno, más que la celebre Opera que lleva su nombre, una Opereta sin telón pero con cortina, cortina de humo.
Al igual que la obra de Verdi tiene cuatro actos muy interesantes y no me cabe duda que tendrá más, ya no por obra del compositor italiano sino por la de su compatriota, el italiano presidente de Colombia Gustavo Petro.
La ex congresista y pseudo experta en rappel urbano bajo la modalidad de descenso no controlado, al parecer cuenta con demasiada información de variopinto contenido, que se presume podría comprometer a miembros de importantes familias costeñas consideradas clanes que hoy nutren las filas de la oposición y cuentan con aspiraciones políticas para las elecciones regionales de octubre.
El punto es que la estrategia ya no resulta oportuna y puede incluso ser contraproducente para el partido de gobierno y, en consecuencia, favorable a la Ciudad de Barranquilla, el Departamento del Atlántico, sus habitantes y el desarrollo de la Región.
Negar el desarrollo de la “Puerta de Oro de Colombia” bajo la administración de Alejandro Char, Elsa Noguera y Jaime Pumarejo durante los últimos 15 años o la lograda para el Departamento por Eduardo Verano y Elsa Margarita Noguera es querer tapar el sol con un dedo.
Lo ocurrido con el diputado a la Asamblea del Atlántico, Director de la Campaña Petro Presidente, miembro del Pacto Histórico e hijo del presidente, estuvo muy lejos de ser una explosión controlada, fue una verdadera implosión que terminó demoliendo las debilitadas bases del denominado Pacto Histórico.
Más allá del morbo y sensacionalismo que puedan generar la intimidad o secretos de alcoba de una mujer a la que el ex senador Bolivar compara con una especie de prepago protagonista de sus narconovelas, la información de la hoy poco esbelta mujer, en el plano judicial, relacionada con eventuales Hechos Jurídicamente Relevantes es inoportuna, se encuentra viciada y en el evento de ser considerada información legalmente obtenida, eventualmente acompañada de algunos elementos probatorios y evidencia física, aterrizaría en un escenario procesal penal prescrito o próximo a prescribir y frente a la jurisdicción electoral, chocaría con la infranqueable barrera de la cosa juzgada.
La pretensión del gobierno y de los miembros del Pacto Histórico por desprestigiar a sus adversarios políticos en la región atlántico, fortalecerá las aspiraciones y garantizará el triunfo de la oposición.
Ni la fervorosa pasión petroprogresista, ni la mermelada, lograrán enceguecer al electorado quien con seguridad tiene en su mente que la pretendida descalificación proviene de ese sector “del cambio”, cuestionado por hacer cosas más oscuras y aberrantes que aquellas que develaría la Señora Merlano, parte de las cuales fueron anunciadas en la completa y extensa entrevista que concediera a la Periodista Vicky Dávila y la Revista Semana.
La entrevista realizada por el Periodista Daniel Coronell a Petro y las respuestas que proporcionó, aún retumban en la conciencia de una sociedad que rechaza la irresponsabilidad paterna. Algunos han interpretado que en la “Lavada de Manos” y de imagen, se negó a un hijo, si se quiere problemático y hasta oveja negra, a quien pretender deconocer y hoy le arrojan el agua del drenaje pese a la confianza depositada como gerente y a su “exitosa” gestión durante la campaña.
Lo mediático del macondiano evento seguirá generando incertidumbre y desconcierto frente a los hechos pues, desconocemos si finalmente corresponde a la respuesta a la solicitud de extradición elevada por el gobierno de Colombia, al cumplimiento de los protocolos de Interpol en virtud de la existencia de la circular roja, a un proceso de deportación o simplemente a un favor político de Nicolás Maduro a Gustavo Petro.
La mujer que para fugarse no tuvo reparos en descender vertiginosamente por una cuerda y aterrizar en sus posaderas, es hoy recibida por edecanes de la Policía quienes le tienden la mano para descender los tres escalones de un jet privado y recorrer una nueva especie de cerco humanitario realizado por funcionarios de Migración Colombia, la Defensoría del Pueblo , la Policía Nacional e Interpol Colombia.
La Señora Merlano desprovista de elementales mecanismos de seguridad para el transporte de prisioneros, da una rueda de prensa, mientras una mujer policía sostiene cual perchero, una costosa cartera de reconocida marca. La omisión de una requisa o haberle privado de cualquier elemento con el que incluso se hubiera podido hacer daño rompe todo protocolo y dadas las coincidentes circunstancias es posible especular, pues la cartera es de la misma marca de exclusivos turbantes utilizados por algún miembro del pacto histórico para transportar divisas.
En ningún momento de su proceso migratorio y de “captura”, diligenció el formulario de ingreso de divisas al País diseñado para el efecto por la DIAN y al parecer por la emoción del jolgorio a nadie se le ocurrió llevarla a comparecer ante un juez de control de garantías para legalizar su captura.
En la pomposa recepción de la celebridad, faltó la chiva rumbera, la papayera, los mariachis y el traslado en el carro de bomberos.
Lo cierto es que Aida Merlano se encuentra en Colombia y a disposición de las autoridades judiciales no sólo para el presunto cumplimiento de la pena que le fuera impuesta, sino seguramente para colaborar con la justicia suministrando información relacionada con presuntas prácticas de corrupción y financiamiento ilegal de campañas políticas en el ámbito de lo regional.
Es posible que la señora Merlano tenga valiosa información, pues es bien sabido que durante muchos años se codeó con importantes políticos regionales en los departamentos de la costa norte colombiana y, que incluso sostuvo relaciones personales y de otro tipo con algunos de ellos, luego no podría ser una sorpresa el hecho de que empezaran a salir a la luz pública una serie de verdades, cuya consecuencia a la postre, será siempre morbosamente política a partir del desprestigio y daño reputacional que se pueda generar a los adversarios políticos del pacto histórico para evitar el triunfo de las colectividades que representan en las elecciones que se avecinan.
No obstante, ni siquiera la señora Merlano y toda la información que pueda suministrar, tienen la virtud de opacar el escándalo que por razones públicamente conocidas viene enfrentando el gobierno de Gustavo Petro. Ninguna irregularidad relacionada con la financiación de campañas políticas del pasado podrá superar el impacto negativo y las consecuencias en la gobernabilidad que ha generado la información que vincula a Nicolás Petro con la recepción de dineros de dudosa procedencia destinados en principio a la financiación de la campaña política del pacto histórico en sede segunda vuelta, con la cual se hiciera posible la llegada de su padre a la presidencia de la República.
Conocedores como pocos, los miembros de la izquierda colombiana, saben que un clavo saca otro clavo y un escándalo tapa otro escándalo, pero se equivocaron al importar la tormenta tropical “Aida” para la misma época en la que el huracán “Nico”, de 5 categoría, azota las entrañas del progresismo, devastando la gobernabilidad.
No deja de resultar irónico que el reconocido abogado Miguel Ángel Del Rio Malo, de quien se dice, tiene algunas aspiraciones políticas en la región e incluso de otra naturaleza en la Fiscalía General de la Nación, le tienda la mano para acompañar en la Defensa a la Señora Aida Merlano, mientras públicamente y para esos efectos, le da la espalda a quien hasta hace poco tiempo era considerado un amigo cercano.
Tampoco podrá el escándalo de la señora Merlano lograr desvanecer las dudas e inquietudes que han surgido frente a los motivos reales que han llevado al gobierno Petro a presentar iniciativas legislativas y proyectos de reforma que contemplan, bajo los mecanismos de acogimiento, sometimiento, sujeción, amnistía, indulto y el más insólito de todos el libre albedrío presidencial, favorecer a miembros de las organizaciones criminales responsables de delitos incluso considerados como de lesa humanidad.
El esfuerzo y desgaste del gobierno no está siendo correspondido por los miembros de aquellas organizaciones que según se dice tuvieron reuniones con allegados a la casa presidencial en el denominado pacto de la picota, con miras a obtener beneficios de naturaleza legal que en términos generales constituyen una especie de impunidad, acompañada de un protocolo para la legitimación de capitales producto de sus actividades ilícitas. Organizaciones criminales como el “Clan del Golfo” vienen desarrollando actividades terroristas en el territorio sometido a su influencia, específicamente aquel en el que se desarrollan actividades mineras consideradas ilícitas, en donde la explotación del oro y algunos otros minerales se encuentra sometida a unas reglas fijadas por la organización criminal para regular el mercado y fortalecer sus finanzas.
La nueva respuesta del gobierno a quienes prometieron el oro y el moro durante la campaña aparenta ser enérgica y contundente, parece que la Seguridad Humana de Petro, ha entendido su inviabilidad y en una especie de metamorfosis se empieza a convertir en una bizarra y mala copia de la Seguridad Democrática de Uribe .
Ya se nota a un Petro desesperado, acogiendo argumentos propios del Presidente Uribe para solucionar los conflictos y la violencia generados por quienes consideraba sus aliados. Petro se está volviendo Uribista, incluso el novelón de su paternidad pretende venderlo como una “encrucijada del alma”.
Las decisiones del gobierno Petro para enfrentarse a la minería ilegal y los rumores relacionados con intereses específicos desde la vicepresidencia y el ministerio de minas para trasladar el monopolio de la exploración y explotación minera de grupos delictivos lejanos a empresas y personas incluso algunas extranjeras allegadas al gobierno central, se suma a las preocupaciones de quiénes hoy motivan paros, protestas y estallidos al mejor estilo de los convocados para el año 2021 por los promotores de la campaña de la Colombia Humana y el Pacto Histórico.
Mientras tanto se nos informa de manera diplomática y políticamente correcta que, pese al fallido segundo ciclo de negociaciones con el ELN en México, la negativa del grupo a dejar las armas, la reiteración de la necesidad de la guerra, se iniciará un proceso de paz paralelo con los disidencias de las FARC en cabeza de los terribles Ivanes: Márquez y Mordisco.
La narrativa petroproresista empieza a recibir clases de la historia, se encuentra bajo la espada de Damocles y abriendo el telón al último acto.
El cierre de esta Opereta está lejos de la Aida de Verdi y su Marcha triunfal y, no merece ovación, pues como lo dispusiera la vicepresidenta, lo que cierto es que los Colombianos están “de malas” y “pueden llorar”.