Por: Fernando Torres Mejía
¡Al menos 21 muertos y 68 heridos tras carro bomba en Escuela de Policía de Bogotá!, escalofriante noticia verdad, truncar la carrera, el futuro y las ilusiones de estos jóvenes quienes hicieron grandes sacrificios y no solo ellos, también causar el daño irreparable a unas familias quienes jamás podrán recuperarse de semejante dolor, pero eso de asesinar, secuestrar, atacar, delinquir a jóvenes, se volvió paisaje en este país, en donde incluso no se entiende cómo se puede aceptar sentarse frente a frente con estos criminales, cuando siempre se ha estado en contra de su forma de actuar y proceder, pero no solo de ellos, sino también de quien hoy gobierna.
¿Cómo puede una persona coherente, firme, recia y que siempre ha trabajado con dedicación y entrega por el bienestar del país, de la noche a la mañana dejarse capturar por las mieles de un gobierno que hoy lo invita como si nada a que se siente a dialogar con un grupo de terroristas y asesinos como lo son el ELN?.
Por este tipo de decisiones, se empiezan a armar una serie de conjeturas, cuestionamientos, dudas y especulaciones sobre las verdaderas razones por las cuales una persona como José Félix, cambia su rumbo y forma de pensar, sin importar el golpe tan bajo que le está dando no solo a quienes lo admiran y respetan sino también por el “daño” que le está causando a la carrera ascendente de su esposa la senadora María Fernanda Cabal, quien aspira llegar a la presidencia y quien además cuenta con un número importante de seguidores quienes ven en ella la única esperanza que tiene Colombia de ser capaz de arrebatársela a la izquierda y al socialismo que avanza a pasos agigantados.
¿Será que para ser político y para tratar de ganar protagonismo se tiene que olvidar que nunca se ha estado de acuerdo con unas políticas y forma de gobernar, pero que además no importan los insultos y acusaciones de paramilitar que se recibieron de quien siempre estuvo en la otra orilla y con quien siempre estuvo en controversia?
“A José Félix muchos lo queríamos ver preso”: Gustavo Bolívar
Los colombianos jamás olvidarán el grave y nefasto error que cometió el general Mora cuando conformo las mesas de negociación con los narcoterroristas de las FARC y salió tiempo después a publicar un libro donde quiso enmendar el error que según él cometió, y así sucederá con José Félix quien muy seguramente con sus grandes dotes de escritor y columnista, publicará un libro en el que diga que fue engañado y que lamenta haber aceptado y el haber creído en Petro, porque así son todos, luego se quejan de lo que fue “una crónica de una muerte anunciada”.
Aunque el presidente Uribe defendió la decisión, asegurando que “la participación del doctor Lafourie puede contribuir a aproximar un aceptable nivel de acuerdo nacional sobre el tema que requiere reflexión y hechos de paz del ELN”, debemos recordarle que no se llegara a una paz total porque ellos no se conformaran con menos de lo que ya recibieron las FARC, antes por el contrario, reclamarán mucho más, lo que generará una mayor polarización y descontento general, así que no se ve claro que podrá aportarle una persona que hasta hace poco tenía una posición dura frente a este grupo.
Es tan desconcertante la decisión, que la Cabal fija una posición dura, dejando claro que su talante no tiene discusión, aunque le toque enfrentar «fuego amigo», al menos así lo dejo entender al manifestar, «Yo no estoy de acuerdo en negociaciones con los elenos» y siguió diciendo. “Es su rol, pero por mi parte no tendrá el respaldo como tal y tampoco voy a morigerar el discurso (…) tengo convicciones, yo no mudo de piel».
¿Qué sentirá José Félix, si es que aún conserva ese sentido de autoridad y coherencia, sentarse al lado de Iván Cepeda, quien jamás ha disimulado el odio al CD y al presidente Uribe?, pero también ¿sentarse frente a frente con un grupo de terrorista?
Es claro que no existen ex asesinos, ex secuestradores, ex terroristas, ex violadores, quien ha sido criminal, es y lo será por el resto de su vida y de la historia, José Félix, debió pensar muy bien antes de aceptar ser parte de esa mesa de diálogo, el descontento de una inmensa mayoría de colombianos que no ven con buenos ojos que se les sigan brindando privilegios a grupos de terrorista y además que esta decisión significaría un ¡Nuevo obstáculo para la aspiración presidencial de la Cabal!.