Por: Julio César Leal Duque
No cabe duda que para los economistas no es fácil ver como se toman desiciones económicas a través de la política con visos de populismo, me refiero al salario mínimo que pasó a $1 millón de pesos, muchas preocupaciones nos llegan a la mente; pero a veces toca abstraernos incluso de nuestras preocupaciones para pensar en los demás, muchos colombianos necesitan ese aumento. Fui invitado al ForoIn organizado por el Comité Intergremial de Antioquia el día 14 de diciembre, tocó esperar al Presidente dos horas, pero valió la pena.
No puedo negar y sería muy egoísta no darle el crédito que se merece el señor Presidente, yo me conmuevo fácilmente, sobre todo cuando se cometen injusticias sociales, pero me conmueve más el trabajo por los más necesitados. Se y he visto que para los mandatarios en Colombia los compromisos políticos y los vericuetos jurídicos son una pesadilla.
Yo llevo varios meses molesto, como economista y asesor tributario sobre todo, ver como nos tienen los políticos y los grupos de interés jodidos con el presupuesto y los impuestos; son una desgracia en este país, la pesadilla y el obstáculo para el crecimiento. Pero veo una habilidad importante del Presidente para pensar en los más necesitados, da esperanza ver que no todo es malo.
La verdad es que el Presidente le quitó a los corruptos casi 25 billones que se trasladaron a los bolsillos de millones de colombianos afectados por la pandemia y la pobreza, los programas sociales que permitieron irrigar a los pobres con recursos son de admirar. Esos billones contribuyeron a quitar el hambre y estimularon el consumo de los hogares, irrigaron la economía, generaron bienestar tangible. Esos 25 billones no se los robaron los corruptos.
Otro acierto del señor Presidente con su equipo es que la plata de las carreteras no se perdió como en otros gobiernos, la plata está en los túneles de la línea (más de 30), los proyectos 4G terminados, y otros en curso, muy avanzados; la infraestructura es parte del camino para desarrollar las regiones, avanzar en competitividad y mejorar las condiciones de vida de los colombianos. El Presidente le quitó a los corruptos esa plata y la plata se ve en las obras, es una realidad, es tangible.
El Presidente Duque ha defendido a nuestros soldados y policías de la Patria, eso también es una lucha contra la corrupción.
No hay palabras para describir la impecable operación con la que capturaron al narco-terrorista de “Otoniel”, nuestros policías y soldados siempre han sido un ejemplo, siempre dejan el país en alto, siempre son un motivo de orgullo, además hay que tener en cuenta que son importantes porque son la garantía de la estabilidad de la Nación.
Nuestras fuerzas militares han sobrevivido a todo, han demostrado que no hay enemigo al cual no hayan vencido; desde mi punto de vista el enemigo más grande que han tenido son los políticos, vamos a ver solamente algunos ejemplos:
Después de las humillaciones de Juan Manuel Santos donde los puso al mismo nivel de los terroristas, hizo una Corte como la JEP donde no vemos nada de justicia, tuercen la verdad con una comisión que no ha atendido las solicitudes de más de 400 mil soldados y policías afectados por los terroristas, además tienen que ver como los terroristas ocupan curules en el Congreso, eso es solo una muestra de la política y la corrupción del país.
Lo peor son los políticos solapados, escondidos en los gobiernos como los que vimos en la tal “Comisión de Expertos Tributarios”, además de pésima comisión desde lo técnico tributario, con apátridas tratando de atentar contra la estabilidad de la Nación recomendando poner impuestos a nuestros policías y soldados de la patria para bajarles la moral, atentando contra nuestros héroes que dan la vida como nuestro policía Intendente Edwin Guillermo Blanco Báez, que dio la vida por sus compañeros y por salvar a Colombia de “Otoniel”; la vedad es esa, esos bandidos de cuello blanco que no están en la selva pero que desde los escritorios de los ministerios en Bogotá atentan contra Colombia.
Nuestro Presidente no ha claudicado a la presión de los corruptos y ha protegido a nuestros pobres y a defendido a nuestras instituciones democráticas; todos los días defiende a nuestros soldados y policías.
El Presidente Duque deja educación gratuita para estratos 1, 2 y 3 entre otros; aliviar las cargas de los más necesitados en ese sentido también es importante, aunque falta depurar los corruptos colados en las universidades que han dejado la educación a través de contratos e intermediarios; ahora a los profesores de muchas universidades les pagan miserias porque entre los profesores y las universidades metieron empresas que se ganan los ingresos que deben ir a los profesores; un profesor que se debería ganar 5 millones o 10 millones le pagan un millón y el resto se lo dan a esas empresas de políticos que se quedan con la plata de la educación, la plata para estimular y contratar a los mejores; esas cosas son las que no dice Fecode por ejemplo. Ahí debe intervenir el presidente para que no se sigan robando los recursos, desviando la plata. Pero la herencia de educación gratuita no tiene precio para quien quiere superar la pobreza y salir adelante.
Gracias Presidente por esos hechos tangibles.