Por: Germán Senna Pico
Hace mucho rato en Colombia se perdió el respeto por las instituciones que administran justicia y en gran parte, eso se debe más por el proceder oscuro en su manera de actuar, de eso no se escapa ninguna rama del poder, pero dentro de lo que conozco, sé que la rama judicial es una entidad con un cáncer terminal al que se le debe aplicar eutanasia no asistida, acabarla de tajo y crear o construir un poder judicial serio donde la corrupción y la animadversión política e ideológica, no se sobrepongan a pronunciamientos en providencias judiciales.
Esta semana vimos como la mal llamada “jurisdicción especial para la paz” (JEP), remedo de tribunal creado por el pacto entre el grupo terrorista FARC y la familia Santos, volvieron a demostrar como en los viejos tiempos del sistema radial acusatorio del tinterillo Montealegre, que no son un tribunal de justicia sino, un instrumento político en permanente campaña y proselitismo.
Pudimos ver las declaraciones (preparadas y concertadas) del exgerente del Fondo Ganadero de Córdoba Benito Osorio Villadiego ante el espurio tribunal (JEP) sobre los supuestos vínculos del jefe ejecutivo de FEDEGAN José Félix Lafaurie y ex AUC, pero en este caso directo, puso de presente la presunta fraudulenta elección del fiscal general de la Nación en el año 2005, cargo donde fue elegido como fiscal, el abogado Mario Iguarán Arana. Ahí sí vimos muy sincronizados a Benito Osorio, Mancuso y a los operadores de audiencias virtuales de la JEP, como quien dice, se pusieron de acuerdo en condiciones de tiempo, modo y lugar, pre a la consumación del hecho a mostrar. Ni los de los reality show tienen tanta pericia para coordinar todo y asegurar la audiencia en su franja al aire.
Vemos que el señor Mancuso se ha vuelto como instrumento de consulta para la justicia politizada de Colombia, cada vez que la fiscalía, tribunal o corte necesita de alguna actuación para darle apariencia de verdad, lo ponen en su franja primetime para corroboración y asestar un golpe político a quien vaya direccionado, sobre todo muy convenientemente en épocas electorales, donde es utilizado para que certifique X o Y cosa, pero muchas de sus victimas e incluso la administración de justicia, no conocen nada sobre la estructura de mando del Bloque del cual fue jefe el señor Salvatore Mancuso. La fiscalía y las cortes deberían preguntarse eso, todos los bloques tienen una estructura financiera militar y política, pero en la de mancuso él era el todo poderoso, pero incluso muchos fiscales le siguen la pista a algunos de sus familiares que tienen hechos graves por responder ante la justicia, algunos de ellos hoy gozan de la libertad en Italia.
No entiendo por qué Mancuso se mete en tantas cosas, será para buscar beneficios o, para no prescribir o sentirse olvidado de la franja primetime donde lo puso el sistema radial acusatorio de Colombia, pero eso sí, oculta convenientemente otras. A propósito, sobre lo que aseveró Benito Osorio acerca de la elección del ex fiscal Mario Iguarán Arana, y donde metió a José Félix Lafaurie, pienso que tanto Mancuso como Benito Osorio deberían ser excluidos de cualquier beneficio judicial o sub rogado penal, ya que ninguno de los dos podría probar en ningún grado de certeza, lo que dicen respecto a ese episodio del fiscal Iguarán que considero, debe ser aclarado en Colombia ante alguna instancia judicial o legislativa.
En una reunión en una finca del bajo cauca antioqueño, en mayo de 2006, escuché por primera vez, algunos detalles de cómo se pagaron mas de un millón de dólares para intervenir e influir en la elección del fiscal general, incluso, conocí a uno de los que entregó el dinero en una oficina del centro comercial andino en Bogotá y donde intervino un prestigioso abogado como intermediario, pero quien puede aclarar esa actuación ante la justicia o ante órgano legislativo o judicial, es Carlos Mario Jiménez Naranjo “alias Macaco”, incluso, lo volvió a repetir en una reunión con nosotros en la cárcel de la Ceja en septiembre de 2006, luego mancuso lo que hace es repetir algo que él no sabe como ni cuando se realizó. Así pasó con las fabulas de Francisco Villalba supuesto ex AUC, que dijo mil cosas del ARO y la Granja en Ituango, que resultaron ser falsas y que convenientemente Mancuso recreó y se las atribuyó
Les aseguro, que la fama que tenia Mancuso con Militares, Magistrados y políticos, era la de un cólico, ya que era más fácil que la virgen suelte al niño que obtuvieran un peso de él, ni a sus propios trabajadores les paga bien como para hacerle participe de una vaca o colecta para pagar algo. En ese mundo en que vivíamos y del cual fuimos testigos, la vaca a ordeñar por muchos de las personas cercanas a políticos, militares y magistrados, se llama Carlos Mario Jiménez Naranjo, quien sí tenía una abundante chequera y, que no escatimaba en gastos y además era mas respetado en las AUC que Mancuso, además daba confianza a todos, incluso a sus propios enemigos.
Creo que toda la sociedad de nuestro país necesita saber toda la verdad para cicatrizar tantas heridas, pero no es utilizando la justicia como instrumento político para direccionar un resultado electoral en favor o en contra de determinados líderes políticos, sin duda la “justicia” que tenemos debe ser erradicada como los cultivos ilícitos y, ojalá con glifosato de alta pureza, ya no es viable armónicamente el poder judicial en Colombia.
En beneficio de las víctimas, la justicia y el poder legislativo, están en mora de crear una instancia judicial con beneficios o sub rogados penales, para que ex AUC y ex guerrillas, aclaren muchas situaciones que aun están en el limbo y donde hay miles de victimas que necesitan resolver tantas preguntas. Los casos de Jorge 40, Macaco, René, Memín y otros se les debe abrir una ventana para que este país conozca tantas cosas que seguro cerrarían muchas heridas abiertas y sangrantes.
La violencia y cientos de hechos victimizantes en el eje cafetero, bajo cauca, sur de Bolívar, Vichada y nordeste antioqueño quedarían sin conocerse si Macaco no tiene garantías, igual pasa con casos de Jorge 40 y otros ex AUC, ex FARC, ex ELN y ex EPL quienes podrían aportar mucho al esclarecimiento de hechos.
A propósito, los paquidérmicos de la JEP son muy hábiles para mostrar presuntos hechos de colaboradores y financiadores de las AUC, pero muy veloces para ocultar los colaboradores y auspiciadores de las FARC durante mas de 40 años de terrorismo contra todos los colombianos. Principalmente ocultando la responsabilidad del PCC y la UP en crímenes de lesa humanidad por los que igual que los criminales de FARC, no pagarán un solo día de cárcel.
Germán Senna Pico
Email: germansennapicko@gmail.com