Por: Andrés Villota
En un evento académico, pregunté sobre dos hechos para los que no encuentro una explicación lógica y sensata. Quise saber la razón por la que Joe Biden, Gabriel Boric y Gustavo Petro, tienen una gobernabilidad cercana a cero, tienen tan bajos niveles de popularidad y son repudiados por la sociedad que los eligió con las votaciones más altas en toda la historia de sus respectivos países.
También, quise saber la razón por la que los títulos de Deuda Pública Local (TES) suben de precio, a la vez que el precio del dólar baja, a pesar que la economía colombiana está colapsando y Gustavo Petro le ha pedido a los inversionistas que le condonen la deuda a Colombia para que pueda usar esos recursos, mejor, para “lo del clima” y así evitar la extinción de la raza humana porque ya no hay más tiempo. Mis inquietudes se quedaron sin respuesta.
Los activos financieros que se transan en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), son activos intangibles a los que se les asigna el valor con base a las expectativas porque los derechos que le otorgan a su tenedor se pueden obtener, solamente, en el futuro. Se compran los flujos futuros del activo financiero. Los precios de los activos financieros, como los TES y como las acciones, son primas de riesgo.
Se paga más por las acciones de la empresa que se percibe como más segura y se paga menos por el título de deuda pública que se percibe como más riesgoso, por ejemplo. El rendimiento financiero compensa el mayor riesgo que se asume. Si pago menos, la rentabilidad aumenta y si pago más, la rentabilidad disminuye.
Riesgo de que el emisor del bono no pague completo los rendimientos en la fecha establecida, por ejemplo. Riesgo de que Colombia no devuelva el capital, el día que se vence el TES porque Gustavo Petro le arrebató el dinero a los inversionistas para usarlo en “lo del clima”. Riesgo de que la empresa que emite las acciones, no produzca, no crezca y su actividad no sea sostenible en el tiempo.
Las expectativas y la percepción de riesgo se forman con base a la información que es pública. Las asimetrías en la información, es decir, que no todos sepan lo que todos deben saber, es la culpable de que solo unos pocos tengan la información necesaria para tomar las decisiones de inversión y actúen en consecuencia. Eso explica el movimiento errático de los mercados que se traduce en ineficiencia ante la asignación de valor distorsionada al precio de los activos.
El mercado toma un rumbo diferente al que debería tomar con base en la información pública. La lógica tendencia de los precios de los TES, debe ser a la baja porque las expectativas sobre lo que pueda pasar en el futuro son bastante inciertas y hay un alto riesgo de que Colombia no cumpla con sus obligaciones porque el gobierno del cambio pretende destruir el aparato productivo colombiano.
Los colombianos están desatados comprando casas en Estados Unidos, aunque la economía estadounidense está colapsando por culpa de las decisiones tomadas por Joe Biden. Los bancos que se han quebrado en la actualidad representan un volumen de activos muy superior al de los bancos que se quebraron en el 2008.
La compra de finca raíz debería enfocarse a otros lugares porque el proceso de desdolarización avanza en el mundo a pasos agigantados y la pérdida de valor de los activos representados en dólares americanos es un hecho. Un ejemplo claro, en tiempo real, de la contradicción entre las expectativas formadas por la realidad y la toma de decisiones de inversión.
Los precios caían en caída libre desde la elección de Gustavo Petro, pero de repente, mágicamente, la tendencia cambió en diciembre del año 2022 y los precios de los TES empezaron a subir, sin que existiera información pública alguna que pudiera soportar ese cambio inexplicable en la tendencia.
El precio de los TES subió aunque los inversionistas extranjeros de portafolio cerraron sus posiciones por el aumento en la percepción del riesgo país e hicieron una venta masiva de TES en febrero del año 2023, lo que debería haber provocado la caída en los precios por simple Ley de la Oferta y la Demanda, pero no, los precios de los TES, sospechosamente, siguieron subiendo.
La percepción de riesgo sobre Colombia aumentó porque había un alto riesgo de que Colombia no pagará su deuda en el futuro con base en los anuncios de Gustavo Petro en Twitter. Sumado a que los ingresos del país se van a caer por la destrucción de la industria de oil & gas promovida por los funcionarios del gobierno Petro.
Un seudo intelectual petrista, teórico de la conspiración, me dijo que Gustavo Petro no se había puesto frac en España porque la cola del frac representa la cola de los Reptilianos y, también me dijo, que la valorización del peso colombiano y de los TES, ocurría porque a Colombia le habían devuelto, hace un par de meses, todo el oro que le pertenecía, gracias a la gestión, ante el Vaticano, de Gustavo Petro y de su esposa.
Si la teoría del conspirador petrista fuera cierta, eso podría explicar la razón por la que los Creadores de Mercado de los TES, de repente, le empezaron a asignar valor a un bono emitido por Colombia después de una gran caída en los precios de la deuda pública colombiana desde que fue elegido Gustavo Petro.
Pero como en el Vaticano manda el Papa, que es un señor muy bondadoso y correcto por tratarse del representante de Dios en la tierra, incapaz de robarle un gramo de oro a un país pobre como Colombia, la única razón lógica que explica lo que está pasando, es que los inversionistas en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC) sufren de esquizofrenia, están negando la realidad y viven en un mundo paralelo en el que Colombia no se dirige al abismo sino que va a ascender a otra dimensión de la mano del líder supremo del Pacto Histórico.