Por: Roberto Trobajo
La JEP y esa muda Comisión de la Verdad, descaradamente, esconden la verdad.
El farsante Santos desprestigió los que eran respetables Premios Nobeles de Paz, jamás nada que ver con Desmond Tutu (Nobel de Paz, 1984) arzobispo y pacifista sudafricano que sanó las heridas de las víctimas y hasta de los victimarios, desangrados por el Apartheid.
Tutu creó una verdadera justicia restaurativa después del fin del régimen apartheid: la Comisión para la Verdad y la Reconciliación donde las víctimas de graves violaciones de los derechos humanos contaban sus dolorosas experiencias y en la que los victimarios confesaban sus crímenes; y fueron las víctimas las que decidieron cómo castigarse a tantos asesinos y violadores.
Desmond Tutu estableció que “sin perdón no hay futuro, pero sin confesión no puede haber perdón” así dijo en un informe que fue entregado al entonces presidente Nelson Mandela, también Nobel de Paz (1993).
Esa justicia restaurativa sudafricana permitió el esclarecimiento de las desapariciones y otros delitos que hubieran quedado en la oscuridad, y posibilitó que las víctimas recibieran indemnizaciones por sus sufrimientos al tiempo en que se garantizó castigos ejemplarizantes para los despiadados victimarios.
Las Audiencias fueron televisadas, para que todos en Sudáfrica y el mundo conocieran la verdad.
Transparencia y justicia real fueron las renombradas distinciones de esa Comisión para la Verdad y la Reconciliación, modelo para posteriores organismos que han usado el nombre de Comisión de/para la Verdad en distintos países esforzándose en salir de violencias.
Sin embargo, en Colombia, Santos acordó con los asesinos-violadores-terroristas una “justicia” para satisfacer a victimarios y revictimizar a las víctimas, una JEP y esa muda “Comisión de la Verdad” que deben desaparecer porque sabotean a la paz.
La JEP selecciona a las víctimas que quieren “oír” con sus oídos sordos y a veces citan algunos victimarios dizque para que cuenten sus cuentos. Y nada de transmisiones televisivas, abiertas y públicas, mismo estilo asumido por esa “Comisión de la Verdad” dirigida por otro clérigo: el jesuita Francisco José de Roux, amigo de los victimarios de la FARC, ELN, EPL. ¿Alguna duda de esas falsas “Comisión de la Verdad” y JEP?
Ambos entuertos “jurídicos” exigen respeto, sin respetar a la VERDAD.
¿Tienen ciegas a la Corte Penal Internacional y la ONU? o ¿la CPI y la ONU esconcen la cabeza como del avestruz para no ver? ¿Hasta cuándo los Colombianos de Bien vamos a seguir permitiendo tantos sadismos contra las víctimas? y peor aún ¿hasta cuándo el masoquismo de que con lo recaudado por nuestros impuestos sigan financiándose la JEP y esa “Comisión de la Verdad” al servicio de los victimarios burlándose del dolor de las víctimas?
Le tenemos que hacer VER al mundo la VERDAD de los descaros de esos depredadores-vividores de la Paz en Colombia.
Exijamos que sean citados ¡los que son! y que se televisen las audiencias.
Paremos a estos cínicos de la tal JEP y de esa “Comisión” que esconden la VERDAD.