Daniel Coronell tiene muchas venas comunicantes con la contratación pública y una de ellas es el negocio derivado de la producción y transmisión de las loterías del país a través de la productora Nacional de Televisión y Comunicaciones S.A NTC cuyo origen financiero está ampliamente documentado.
Actualmente Daniel es socio de Jorge Acosta, Félix de Bedout y Ana Cecilia Orozco Tascón, y es el primer renglón en la junta directiva. El jefe de una máquina de contratación estatal en la que firma Acosta y que en 2018 reportó una ganancia bruta de $22.876 millones y una utilidad, para sus bolsillos, de $2 mil millones derivados de las arcas del Estado.
Cuando a Daniel se le acabó la contratación con el Ejército Nacional, un foco que le abrió Juan Manuel Santos donde facturó más de $5 mil millones, le puso el ojo al negocio del chance y las loterías y encontró en las apuestas una fuente de ingresos para su ya de por si maltrecha productora NTC.
El negocio se llama El Banco de la Suerte y trasmite los sorteos de loterías y chances en todo el país mediante un contrato que asignan los alcaldes y gobernadores, funcionarios bajo el temerario escrutinio de Coronell todos los domingos en Revista Semana.
Una de las fuentes de contratación de NTC es la gobernación de Cundinamarca y la Lotería de Cundinamarca. En nuestra investigación identificamos siete contratos entre 2014 y 2020 que suman $1.000 mil millones aunque pueden ser más.
En concreto NTC había firmado contratos por $825 millones con la Lotería de Cundinamarca entre 2014 y 2016. Ese ritmo de contratación cambió y en 2017 no se registró ningún contrato al inicio del año. Se evidencia que el gobernador Rey no le había prolongado la contratación a NTC. Como dicen popularmente le cortó el chorro.
En ese entonces, a mediados de julio de 2017 Coronell comenzó a dedicársela al gobernador de Cundinamarca. Retomó una investigación publicada en El Expediente sobre el cartel del volteo de tierras y comenzó a fustigarlo con su mazacote editorial. El gobernador Rey estuvo en su mira durante un tiempo.
En el año 2018, poco después de su arremetida contra ‘El Rey de Cundinamarca’ como lo solía llamar, se reactivó la contratación de la gobernación con NTC, pero en menor cuantía con el contrato 055 de 2018 por valor de $45 millones y luego otro ya en enero de 2020 por $75 millones.
Daniel nunca advirtió a sus fervorosos lectores que tenía intereses contractuales en esa gobernación como tampoco lo hizo cuando aplicó el mismo modus operandi con otros mandatarios mientras NTC perfeccionaba contrataciones.
El negocio del chance y las loterías es grande. NTC produce y emite Super Astro Sol, la Lotería de la Cruz Roja Colombiana, Super Astro Luna, Loteria de Bogotá, El Samán de la Suerte, Lotería del Cauca, Cafeterito Apuestas, Loteria de Cundinamarca, Extra de Colombia, Sorteo El Pijao de Oro y Sorteo El Dorado y la Lotería de Boyacá, negocios en los que sin duda influyó el poder que obtuvo durante 20 años en las páginas editoriales de Revista Semana disparando sin contemplación contra funcionarios que comenzaron a temer a sus columnas y entender cómo funciona su negocio.
Esa suerte de extorsión mediática con sus respectivos efectos judiciales es una práctica muy conocida y documenta de algunos directores de medios de comunicación que actúan en sintonía con Daniel.. Todos saben todos callan.