Por: Argiro Castaño
Comencemos por decir que vengo de la época del acetato, del LP, del disco de 78 y 45 revoluciones y que de pequeño jugaba “telebolito” en casa de un amigo ricachón.
Que para mí llegó lo máximo en tecnología con la llegada del “Beeper”
Esa pequeña y mágica cajita negra, que llevaba pegada de la correa a la altura de la cintura a la cuál llegaban mensajes de todo tipo.
Para esa época andaba de conquista con mi negra y era lindo y muy romántico sentir cuando sonaba esa chicharra con su ronquido particular y comenzaban a correr la letras horizontalmente con mensajes como estos de mi amada: “te extraño” “te quiero” “pasa esta noche por mi” “tan rico lo que me hiciste anoche” (le había hecho frisoles con coles, garra y chicharrón.)
También llegaban mensajes no tan románticos como: “mijo, necesito la puta plata para hoy. Ojo pues marica con salirme con raras”
Después de casado con mi negra sus mensajes ya no eran tan románticos “mijo, no hay carne” “mijo, nos mocharon la luz por 3 cuentas vencidas” y así.
Después llegó el celular MOTOROLA el tipo panela, ya andaba desquebrado y fui de los primeros en tenerlo en mi pueblo.
Andaba con él al cinto, cuál revolver 38 listo para ser desenfundado.
Ese fin de semana que me lo compré me fui para una feria equina y casi ni miré los caballos esperando el momento mágico de escuchar ese anhelado ring ring ring.
Cuando ocurrió el milagro de sonar mi mundo se detuvo, me paré como en cámara lenta mirando hacia todos lados cerciorándome que si me estuvieran viendo mientras decía lleno de orgullo: Aloooooo!
Después llegaría el BlackBerry y con eso medio aprendí a mandar mensajes de texto después de mucho tiempo.
La verdad ese tema de las redes no me interesaban en lo más mínimo, para esa época estaba más bien preocupado en madrugar a trabajar. También de llegar temprano los sábados a casa para ver al Dr. Uribe en sus concejos comunales putiando ministros en vivo y en directo.
Estábamos en los 8 maravillosos años del gobierno Uribe y solo me preocupaba por trabajar, trabajar y trabajar.
Pero poco nos duró la dicha, porque a la sombra de Uribe venía Juan Manuel Santos que con astucia y agazapado se nos fue metiendo de Uribista.
Se puso sombrero paisa, poncho y carriel, y hasta paisa trató de hablar el ifueputa, cosa que no logró por gago.
Lo elegimos presidente y en los primeros meses pensamos que era el digno sucesor de Uribe cuando le dio de baja a Alfonzo Cano.
Todos victoriamos a ese ifueputa y gritábamos: Ese es ! Ese es ! Ese es ! Y sí, ese era el ifueputa que nos iba a dividir esta patria entre amigos y enemigos de su paz.
Comenzó los diálogos y a darle todo tipo de gabelas a los que nos habían voliado plomo por más de 50 años.
Comenzó mi indignación y le dije a mi negra:
-Mija! Abrime una cuenta en ese tal Twitter.
-Como así mijo? yo no te veo a vos ahí escribiendo cosas.
-Pues me vas a ver Mija, porque si no me desahogo de alguna manera me cago de la putería.
-Listo mijo… que nombre le pongo?
-Pues el mío mija! Jose Argiro Castaño.
-Mijo, necesitas ponerle una biografía.
-Eso q es mija?
-Pues quién sos vos y qué hacés… algo así.
-Pues yo soy carpintero, campesino y Uribista, eso soy entonces ponga eso.
Y así llegué a esta red donde estamos personas de todos los estratos sabiendo de todo y arreglándolo todo cada día del año.
Llegué A putiar a Santos, y a seguir y defender el legado del Dr Uribe.
Gracias a esta red he conocido personas maravillosas que ahora son mis grandes amigos.
He podido de alguna manera sacarle una carcajada a alguien que está pasando por momentos difíciles o que está por allá solo en algún lugar del mundo en compañía de un gato. Que se ríen y gozan con algunas de mis ocurrencias que a diario escribo en Twitter.
También con mi posición Política me he ganado muchos amigos y bastantes enemigos, por decir las cosas sin mucho puto adorno y de frente.
Entonces encontré la razón de mi llegada a esta red hace muchos años y me dediqué a ser lo que soy, a escribir lo que pienso, lo que siento y lo que creo.
Entonces si hablar con desparpajo, ser auténtico y buena persona, si estar en Twitter motivando la gente a madrugar a trabajar, a luchar sin descanso por sus sueños, a defender nuestra democracia, nuestras creencias, costumbres y nuestras tradiciones, si sacarle una carcajada a muchas personas a diario es ser un influencer… entonces soy un INFLUENCER!!
Argiro