Por: Julio César Leal Duque
Hay varios principios básicos de tributación que venimos viendo deteriorados a raíz de la presión del Presupuesto General de Nación sobre el sistema tributario, varios exministros de Hacienda haciéndole el juego a la politiquería que viene del Congreso han venido aumentando el gasto burocrático sin control alguno. De esta forma se ha empezado a deteriorar los principios básicos de tributación y han deformado el Impuesto sobre la Renta y los Complementarios.
Para no entrar mucho en el tema técnico hablaremos solo de algunos daños, dignos de exposición y de vergüenza ajena:
El primer error es que vienen atormentando a la población diciendo que “..más personas deben tributar”, y uno no sabe si es que son ignorantes o se hacen, palabras que vienen de quienes afirman vehementemente ese error conceptual; esto porque la no presentación de las declaraciones de Renta no implica que las personas no tributen; existe un mecanismo muy eficiente para que las personas no tengan que estar declarando y tributar al mismo tiempo; se llama Retención en la Fuente, es anticipar el impuesto, si las personas de bajos ingresos se les retiene y no presentan declaraciones, esa retención es el Impuesto de Renta recaudado en forma instantánea y esa es su forma de tributar sin tener que presentar declaraciones. Pero no, acá bajaron los topes para declarar dizque porque la gente no contribuye (absolutamente falso), cuando lo que se ve, es un negocio brutal poner a miles de personas de clarar “chichigüas” para alimentar la ambición de los que yo llamo “los chichipatos de la tributación”, son felices cobrándole a los que ganan menos de $150 millones al año desde $70.000 hasta $400.000 por una declaración, parece más una mafia haciendo lobby para llenar los bolsillos de algunos con centavos; cuando ese dinero hace más beneficio a la economía, si esos contribuyentes consumen con esa platica sirve más.
Lo otro es que congestiona la cuenta corriente de la DIAN con “basura” que solo llena los bolsillos de los desarrolladores de software y bases de datos que no tiene ninguna utilidad, ninguna porque con las retenciones en la información reportada en la exógena, con eso es suficiente para controlar. En ese mismo “chichipatismo” inventaron las declaraciones voluntarias que han generado una avalancha de devoluciones de esas retenciones en la fuente y lo que hacen es erosionar el recaudo. Es más eficiente subir el tope y eliminar tanta declaración, con eso simplifican la vida de la gente y los costos en la DIAN, solo imaginarse que cuando arrancó el director actual de la DIAN pidió 2.000 millones de dólares, después corrigió y dijo que no, que eran 500 millones de dólares, y le asignaron 250 millones de dólares. Como dicen en el bajo mundo “…piden más que suegra marigüanera”. Este perverso invento de poner a personas de bajos ingresos a declarar, viola el principio de Neutralidad donde el impuesto distorsiona las decisiones económicas de los individuos; dejar de gastar en consumo para estar pagando declaraciones. Además crear formatos e informes para contratar más sistemas se está volviendo un hueco sin fondo, para declarar por ejemplo el Patrimonio de algunos contribuyentes hay que poner la misma información en múltiples formatos como por ejemplo el formatos 110 (o 210), 420, 440, 445, y la repetidera en la información exógena. Todo complicado y enredado.
También vimos lo que llamo el “monstruo de dos cabezas”, en este caso el inventor puso dos impuestos sobre la Renta, una belleza de deformación denominada “Impuesto sobre la Renta para la Equidad”, lo llamaron CREE, lo más tremendo es que salían en televisión sacando pecho mostrando el invento. Justamente el adefesio más burdo para violar el principio de equidad, esto porque atentaba contra la teoría del beneficio, es decir, que el impuesto debe ser sobre las utilidades (los legisladores de este año 2020 hicieron una igualita, la tal Ley que grava con el 2,5% sobre los ingresos para el deporte); lo que aplicaron dos veces sobre las mismas utilidades, y para dárselas de inteligentes entonces sacaron el impuesto del Estatuto Tributario (no… pues tan creativos). También violó el principio de capacidad de pago. Desincentivaron la capacidad productiva de las empresas, el ahorro y la generación de riqueza. Además de crear más formularios y agregar desorden a la cuenta corriente de la DIAN. Mas gastos para los empresarios y más gastos en software para la DIAN. La prueba es la contracción del crecimiento económico desde el 2010 hasta nuestros días.
El otro invento parecido a gravar a los agentes económicos no por sus utilidades sino por sus ingresos, fue poner límites a los costos y deducciones. Sacaron del sombrero el 40% de límite, destruyeron las bases gravables de las personas naturales, no puede haber una brutalidad más grande, es supremamente regresivo, es como poner un torniquete a una extremidad sin estar necesitándolo, ya les está dando por poner a todo el mundo a declarar dizque sobre los ingresos, o suponer que la gente tiene utilidades, es no solo autoritario, es una manera absurda poner al Estado a confiscar, además prohibido por la Constitución Nacional.
Ahora bien, cuando no ven como meterle la mano (en medio de la ignorancia técnica o se hacen) a las bases, entonces empiezan a inventar más deformaciones como que para hacer algo hay que pasar por la DIAN, para tener una ESAL (Entidades sin ánimo de lucro) hay que pasar por la DIAN, no les falta sino que pongan a los contribuyentes a que la DIAN revise las cirugías, o que pongan a la gente a que los funcionarios de la DIAN les revise los tratamientos de odontología, jajaja, porque se inventan cosas que sobre pasan los límites no solo legales, también de la imaginación; un caso patético fue lo que hicieron con el Artículo 90 del Estatuto Tributario, donde le dan facultades a los funcionarios de la DIAN para hacer avalúos, ja! No faltaba más!!! violando la Ley 1673 del 19 de julio de 2013, donde se estable que solamente e incluso para efectos fiscales los avaluadores autorizados por la A.N.A. (Autoregulador Nacional de Avaluadores) que da el Registro RAA, para poder avaluar activos en diferentes categorías.
También en ese artículo 90 del E.T. se confunden conceptos básicos económicos como precio y valor, es impresionante el nivel de desconocimiento de quienes redactaron esa norma, muy parecido a lo que pasa con el Informe de la Comisión de “Expertos” Territoriales, donde no distinguen que es ordenar el territorio y gravar el territorio, o confunden la aplicación de los impuestos territoriales con los nacionales como decir que para los lotes mal llamados de “engorde” la solución es poner un impuesto municipal cuando para hacer reforma agraria lo correcto es la Renta Presuntiva que bajaron al cero por ciento (0%). No saben que los avalúos determinan el valor de los inmuebles (distinto al precio de los inmuebles) y tampoco saben que los avalúos que hacen los municipios (catastrales) son distintos a los avalúos comerciales, avalúos residuales, avalúos de mercado e.t.c. y que los mal llamados “engordes” pueden ser deteriorados con el ordenamiento territorial. Un ejemplo es que cuando se cambia el uso de industrial a residencial un lote puede pasar de valer por ejemplo 16.000 millones a valer 4.000 millones. Y con ese informe pretenden cambiar las cosas en los municipios.
Lo correcto, según mi opinión, es arreglar los daños que le han hecho a la estructura tributaria completa del Impuesto sobre la Renta y los complementarios como el de Ganancia Ocasional. Por estar corriendo para sacar recursos para alimentar la burocracia se ha perdido la técnica, económica y tributaria. Se hacen recomendaciones sin consultar, incluso reformas que se conocen únicamente cuando la radican en el Congreso, como a escondidas, es de muy mal gusto, como un engaño para el pueblo. Se le recuerda al Presidente y a los Ministros que el principal compromiso cuando se les elige es con los 10 millones de personas que votaron por ellos, ese compromiso es más grande que los acuerdos políticos y los compromisos con los que apoyaron las campañas y ayudaron a pagarlas. En esta situación de déficit fiscal es más importante bajar el gasto burocrático que subir los impuestos, lo correcto es simplificar el Estatuto Tributario y dejarlo como un lulito.