Por: Germán Senna Pico
Desde el inicio de la campaña del hoy presidente, se filtró información de los contactos de alfiles del movimiento político pacto histórico y jefes de estructuras armadas en cárceles y campamentos en varias regiones del país, posteriormente, los jefes de estructuras armadas de todos los pelambres, decidieron al unísono apoyar esa campaña política, sin que la Corte Suprema ni fiscalía, investigara sobre estas actuaciones y el fin de los acercamientos para conjurar pactos entre la campaña de Petro y el crimen organizado. Recordemos la “invitación” que hizo en audios “alias Marquitos Figueroa” a sus coterráneos para que votaran por Petro a la presidencia.
Pero la gente del pacto histórico y demás alfiles de Petro, se inventaron el cuento de paz total, para avalar acercamientos y acuerdos entre voceros de su partido y actores armados ilegales. Ahora lo que vivimos en Colombia, es un coogobierno entre el gobierno de turno y el crimen organizado.
No es difícil cerciorarse de eso, sólo basta con ir a las regiones de orden público y ver como los actores armados, se pasean por las calles de nuestros municipios y veredas como si ellos fueran autoridad, incluso, suplantando a la policía y demás autoridades judiciales. Si van al Catatumbo en norte de Santander, podrán constatar que la policía y ejército, está impedida para actuar o proceder contra estructuras armadas.
Si vas al Cauca en la zona de Argelia o la cordillera nariñense pasa lo mismo, igual en la zona de Urabá y Córdoba…etc.
En muchas zonas de nuestro territorio, sobre todo en las zonas de orden público, la autoridad la ejercen los grupos armados ilegales, la institucionalidad ha sido borrada de un tajo en el coogobierno de Petro y el crimen organizado, bien sea, el gobierno del CAMBIO. Y de verdad las cosas cambiaron, pero para sucumbir a la sociedad colombiana en una era de penumbra, y lo más aterrador es que no vemos en el horizonte, un General o Coronel de cualquier fuerza, que le quiera poner fin a esa guachafita.
¿Cuánta falta hace en muchos países de américa latina un Augusto Pinochet?
En tiempos de furor de la pasada campaña presidencial, muchos columnistas y “líderes de opinión”, publicaron en artículos y redes sociales que, si ganaba Petro los militares harían un plan tortuga en su operatividad para bloquear su gobernabilidad, de hecho, basado en esos cuentos y chismes, el presidente electo borró de un plumazo la cadena de mando y sucesión en la policía y fuerzas militares, para imponer una cúpula de acuerdo a sus intereses, lo que ningún gurú de la prensa y medios de comunicación avizoró, fuera que el plan tortuga y de inutilización de la fuerza pública, viniera del mismo presidente y no de los mandos militares, como publicaron varios columnistas afines al petrismo.
Ojalá que cuando el inquilino de la casa de Nariño termine su periodo, aun exista voluntad y deseos de patriotismo en nuestras fuerzas militares y de policía, por ahora el panorama es desalentador en la moral de nuestras tropas. Por lo que hemos visto hasta el momento, el actual gobierno pretende imitar lo que Andrés Manuel López Obrador o (AMLO) hace en México, bien sea, cogobernar con la criminalidad para que el efecto placebo entre mafias, grupos armados y demás actores del crimen con instituciones castrenses, no deje ver las realidades que ocurren en las regiones apartadas y que incluso, hasta se invisibilice el asesinato de personas y/o líderes sociales para transmitir un ambiente de paz y tranquilidad.
De seguir esta situación como hasta ahora la hemos presenciado, al gobernante que suceda a Petro en 2026 o antes, tendrá que hacer un enorme trabajo de concientización al interior de nuestras fuerzas para retomar el rumbo de la democracia o los restos que aun queden cuando el actual presidente abandone la casa de Nariño. Soy un convencido que un acuerdo de paz que involucre a todos los sectores de la sociedad y a todos los actores armados ilegales, sería muy bueno para nuestro país y sin dudas esto traería una verdadera pacificación en nuestros campos y ciudades; la pregunta es. ¿cómo viabilizar que esto en la realidad sea posible?, en el gobierno no hay personas que entiendan eso, aunque muchos arenguen y pregonen el cuento de la paz total en todas sus intervenciones.
La paz total se aleja más, cuando vemos ese teatro qué el gobierno ha llamado (diálogos regionales vinculantes) con sectores y fuerzas vivas de la nación, sólo se le de participación a organizaciones afines a la izquierda radical o afines al gobierno.
Bien sea, quienes no hagan parte de la rosca del gobierno, no harán parte del “dialogo social regional vinculante” que promueve y arenga el gobierno en sus plataformas y redes sociales.
En la práctica, el gobierno Petro le está haciendo pistola a las organizaciones sociales y demás agremiaciones que, con gran representación en las regiones, no hacen parte de su linaje político e ideológico.
Así les harán pistola a las organizaciones armadas no afines a FARC y ELN que, en campaña apoyaron a Petro para ganar la presidencia. No existe posibilidad que se den los beneficios que piden los miembros del Clan del Golfo y otras organizaciones armadas que se lucran del narcotráfico, lo mismo debe pasar con la gente de Iván Mordisco e Iván Márquez o ELN que también se lucran del narcotráfico, pero qué, por su afinidad política e ideológica con el gobierno de turno, esas actividades criminales no serán talón de Aquiles para darles la misma impunidad total que les dieron a los terroristas de las FARC.
Con la supremacía del narcotráfico en Colombia, no será posible jamás, contar con la cacareada “Paz Total” que pregona el gobierno y sus simpatizantes. Germán Senna Pico Email: germansennapicko@gmail.com