Por: Julio César Leal Duque
Lo mejor de una democracia es disfrutarla, ejercerla, salir a votar, estar libre en todo sentido; los ciudadanos tenemos la responsabilidad de votar y elegir bien, ¡votemos! Salgamos a votar y de paso renovemos el Congreso, la única forma de no seguir igual es votando por gente nueva, esa es la renovación del congreso, congresistas nuevos. Nadie nace aprendido, y de paso castigar con el voto a aquellos que lo han hecho mal.
La abstención no es buena, de esta campaña me ha gustado ver dos cosas positivas: la primera es ver al Presidente Uribe recorriendo algunas ciudades, esa es la verdadera política, al lado de la gente, escuchar a los ciudadanos, es ejemplar lo que hace, ese es el ejemplo de liderazgo que muchos candidatos no aprenden, y eso que no aspira a ningún cargo, pero es el ejemplo. De corazón como ciudadano agradezco ese ejemplo, hay mucho envidioso criticando, pero la verdad es una, no hay otra forma de hacer política si no es caminando las calles. Claro que también debe haber otros que no las recorren y mandan los bultos de plata, por esos no hay que votar. Tampoco se puede apoyar esos políticos que públicamente hablan desde las poltronas de la casa y los muestran en los medios como los jefes únicos de partidos, dan pena ajena verlos recibiendo candidatos de todo tipo y toda clase de delincuentes hablando abiertamente de maquinarias, que no son otra cosa que corrupción, mejor votar por gente nueva y renovar esa gentuza.
Lo otro que me llena de esperanza es ver a los jóvenes salir a recorrer el país, a buscar los votos, esa es la renovación de la política, yo creo que debemos votar por los nuevos, por los jóvenes. Hay que acabar las puertas giratorias, ojalá existiera un indicador de gestión por congresista, hay unos tan malos que da tristeza cuando vuelven a quedar y siguen en las mismas, comisiones económicas sin economistas, trabajando para intereses de todo el mundo, menos para el Progreso del país, ojalá no vuelvan a salir ese tipo de congresistas.
El riesgo más grande en una democracia es la abstención, los pillos le juegan a esa, a la peligrosa abstención. La abstención se presenta por la desmotivación de ver a los congresistas, pero con mayor razón hay que salir a votar, a cambiar las herencias, los delfines que creen que la política les pertenece porque son hijos de políticos, esos mañosos hay que dejar de votar por ellos.
Hay que votar por aquellos que se la sudaron en las calles, no por los que tienen las vallas más grandes y se gastaron rios de dinero en publicidad, si tiene muchas vallas desconfíe.
Tengo conocidos de varias corrientes políticas, en su mayoría de derecha, yo soy de derecha, eso que llaman de centro me da nauseas, respeto los intereses políticos de la gente, cada uno es libre de votar por el partido que quiera, esa es la magnífica democracia. Por eso hay que votar, el cambio está en el voto, si queremos un cambio es votando. Mi recomendación es no votar por las mismas momias, si le gusta votar por personas con experiencia es válido, hay que darle oportunidad a las personas de la tercera o cuarta edad, no importa, pero nuevos en el congreso, esos atornillados no han servido, si su candidato lleva mucho en el congreso, cámbielo por otro viejito pero nuevo en el congreso.
Hay otra realidad, hoy el peligro no muchas veces no es si el candidato es de izquierda o de derecha porque muchas veces las campañas las pagan los mismos, en las presidenciales anteriores vimos a un grupo económico apoyando la derecha y financiando a Petro, ahí es donde está el problema de la democracia, por eso no es raro ver a Duque poner un congresista pésimo porque hizo unas reformas tributarias que nos llevaron a perder la competitividad del país y después lo nombró como Ministro de Trabajo, o ahora que para nadie es un secreto que María Angela Holguin, Santista y amiga de Maduro, Duque la nombra, es muy sencillo, Duque parece que no manda, parece que manda el que le pagó la campaña y ahí es donde estamos en riesgo con la democracia, nombrar políticos sin carácter que hacen lo que les mandan los que les pagan las campañas, compromisos políticos a veces sin presentación. Recuerdo cuando estaba el Presidente Uribe en ejercicio que un día fui a una reunión con uno de sus amigos; había un problema nacional, y el presidente Uribe dijo que su interés era la patria, el país y que a pesar de querer a su amigo no podía tomar una decisión en contra de los intereses de la patria. Eso ya no se ve, se ven candidatos trabajando para particulares, una asquerosa actitud, eso es lo que hay que cuidar, hay que mirar quien paga las campañas, a veces, empresarios sin escrúpulos, ladrones, con vínculos con guerrilleros, eso hay que tener cuidado, si una persona sabe de eso, debe denunciarlo. Hay que defender los intereses mayores de la patria y no intereses de empresarios, pagar campañas es legitimo, lo que es ilegitimo es poner a los políticos a trabajar no más para ellos, a que nos los vigilen, a que les hagan exenciones, a que les nombren los miembros de juntas directivas en los ministerios, las otras puertas giratorias.