Por: Germán Senna Pico
Los consejos comunitarios del norte del Cauca afiliados en ACONC, son figuras administrativas legítimas de gobierno “autónomo” consagradas en la constitución, que en teoría deben funcionar para el beneficio de esas comunidades que viven en condiciones vulnerables en territorios apartados de nuestra geografía, esta vez nos limitamos a territorios del pacifico caucano aledaños al rio cauca pero, no se ha cumplido la labor administrativa de estas unidades o entes locales de administración del territorio porque han sido cooptadas por la politiquería y por falsos líderes y activistas que persiguen un fin diferente al de la agenda de bienestar de los territorios donde se crearon.
Esta figuras administrativas, al igual que otras formas asociativas de las comunidades cómo acciones comunales y consultivas, fueron cooptadas por la insurgencia, una de las personas encargadas de esta misión por parte de las guerrillas en el sur occidente del país, fue alias Matías Aldecoa quien en su condición de coordinador de milicias de las FARC en Cauca, también manejó la coordinación del control de masas a través de la formación cuadros “líderes” que a su vez eran fichas claves en las acciones comunales de veredas y corregimientos, este fue el que de la mano de algunos mal llamados líderes indígenas, desarrolló actividades para que la guardia indígena que maneja el CRIC y la ACIN, recibiera entrenamiento, adiestramiento de tipo militar y manejo de explosivos artesanales e incluso, coordinó para que en la guardia indígena aleatoriamente estuvieran metidos guerrilleros de base y cuadros con formación de comandantes y milicias.
Los consejos comunitarios del norte del Cauca no fueron ajenos a la injerencia de alias Matías Aldecoa para tener control en el territorio, de hecho si ustedes analizan, la creación de la guardia indígena de los resguardos, guardia cimarrona al interior de consejos comunitarios y guardias de reservas campesinas, no son figuras que hayan salido de la noche a la mañana para la guarda del territorio como han querido hacer creer.
Los objetivo de guardias indígenas, guardias de reserva campesina y consejos comunitarios no es el cuidado del territorio, ellos han sido punta de lanza para el control social y en ese maridaje que ha manejado la insurgencia han traspasado la raya de ilegalidad miles de veces, pero las instituciones policivas y judiciales en Colombia, no han querido mirar más allá de sus narices con respecto a las funciones de estos supuestos cuidadores del territorio.
La activista Francia Márquez inicia su activismo político en el consejo comunitario de la Toma, municipio de Suárez norte del Cauca de dónde es oriunda, y que desde luego, estos no se escaparon del radar de los objetivos de alias Matías Aldecoa, quien era el formador de “líderes” en la oscuridad para el trabajo y consolidación de la combinación de todas las formas de lucha, pero acá se suma otro actor de índole internacional que apoya financieramente a estos supuestos líderes que posan de defensores del territorio, cuando sus objetivos reales son otros. Ese actor internacional es el mal llamado parlamento de Austrias, que está compuesto en su mayoría por fichas del partido comunista español muchos de ellos ligados o simpatizantes de ETA, con Enrique Santiago a la cabeza quien fuera la persona que manejara los hilos de la negociación entre Juan Manuel Santos y las FARC.
Recientemente llegaron a Colombia varios representantes del parlamento asturiano a disque entregar a la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), un informe sobre la violación sistemática de derechos humanos en nuestro país, pero en sus intervenciones que además siempre afloran las acusaciones de paramilitarismo, terrorismo de estado, crímenes de estado y ni un reproche a los crímenes de las FARC, ELN y del reclutamiento forzado de miles de niños que los grupos terroristas de izquierda cometen a diario en Colombia.
Hay que analizar la financiación que han recibido supuestos líderes o activistas que hoy son fichas claves de partidos políticos para llegar a cargos de elección en nuestro país. Ya miramos el informe de inteligencia militar en este caso de inteligencia de EE UU sobre giros y pagos de agentes rusos para la toma guerrillera de la cual fue víctima Colombia meses atrás. ¿De dónde sale el dinero para que estos supuestos líderes se paseen por el mundo en abierto proselitismo contra Colombia y arengando que los están matando para desacreditar la institucionalidad, autoridad y leyes de nuestro país?
Sobre el activismo de la señora Francia Márquez en defensa del territorio, se puede decir que lo más pomposo fue haber ganado una tutela que tampoco fue redactada ni nutrida por ella misma en su argumentación jurídica para impedir la explotación minera legal a través de compañías nacionales o extranjeras. Labor que se plasma en un papel pero que en la práctica no se ha cumplido puesto que la explotación minera se sigue realizando y sobre todo de manera ilegal que es una de las fuentes de financiación de grupos armados como el ELN y FARC en este territorio que por cierto no se puede llamar territorio ancestral debido a ni los negros ni blancos mestizos en nuestro país, somos originarios.
Pero políticamente la señora Francia Márquez no tiene muchos votos como algunos periodistas cachacos han querido hacer creer, de hecho ya había perdido su aspiración a la cámara en una pasada elección, pues no tiene muchos votos ni siquiera al interior de los pueblos afros del norte del Cauca y sur del valle del cauca, y fue notorio que en la consulta presidencial muchos votos de su candidatura fueron de personas de derecha incluso de votantes del centro democrático para hacerle contrapeso a Gustavo Petro.
Al interior de muchas comunidades negras no ven con buenos ojos su relación con el CRIC, que es donde la señora Francia Márquez se ha formado como “líder” afín a las luchas de la izquierda que desde luego están en sintonía con los objetivos de lucha de las FARC y el ELN en estos territorios. Se ahondan muchas diferencias y disputas entre comunidades afros e indígenas aglutinados en el CRIC y la ACIN, sólo basta con echar un vistazo a un episodio que incluso dejó un muerto en la zona de mazamorrero finca San Rafael en Buenos Aires Cauca, cuando a los indios que recién habían llegado de Toribio, les pareció folclor comerse una vaca de las comunidades negras que habían pasado la cerca de los vecinos indígenas.
Y hace pocos meses miramos en redes sociales los videos de cómo una comunidad negra de Padilla y Corinto, sacó a palo y machete a unos indígenas que querían invadir unas propiedades de donde los afros de estas veredas reciben su sustento económico y de seguridad alimentaria, desde luego esto ha recrudecido la confrontación entre negros e indígenas al tiempo que ya muchos afros de estas veredas en asambleas dijeron que si tienen que armarse para defender su territorio de los indios no lo van a dudar ni un segundo. Así están de tensas las relaciones entre afros e indígenas en el norte del Cauca. También tuvimos conocimiento de una reunión que se llevó a cabo entre las dos etnias a principios del año 2018 en casas viejas cerca al resguardo de Huellas Caloto y donde algunos dirigentes indígenas increparon a los afros que su territorio era todo el piedemonte y llanura de los municipios de: Corinto, Caloto, Santander de Quilichao, Padilla, Suarez, Buenos Aires, Puerto Tejada, Miranda y Guachené y, que ellos recuperarían su territorio arengando que la hacienda Japio serpia su próximo objetivo a ocupar o a recuperar según sus diatribas, fue allí cuando uno de los dos representantes de la comunidad afro especialmente del consejo comunitario de Yarumito de Caloto le respondió a los indígenas que “no están ni tibios venir a decir lo que han afirmado en esta reunión” paso seguido se acabó la reunión y se acrecentó el distanciamiento, eso imprime que muchos afros no se convencen del trabajo de la señora Francia Márquez por su afinidad con el CRIC y marcha patriótica muy afines a las FARC.
La semana pasada se conoció de un panfleto atribuido a las supuestas águilas negras donde amenazan a varios líderes indígenas del norte del cauca ligados al CRIC, ACIN y otros a consejos comunitarios, coinciden estas amenazas con la terminación de prorrogas de los esquemas de protección de la UNP, pero les aseguro que las tales águilas negras no existen y, menos las tales amenazas. Se volvió cultivo de maleza que las autoamenazas individuales y colectivas se reproduzcan para mantener esquemas de protección de la UNP.
German Senna Pico
Email: germansennapicko@gmail.com