Por: Roberto Ortíz
En reciente visita que hicimos varios concejales al interior de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales PTAR Cañaveralejo, pudimos constatar las denuncias que habíamos venido haciendo sobre el serio problema ambiental que está atravesando la ciudad, por culpa del incumplimiento de los trabajos que tienen como fin descontaminar gran parte de las aguas servidas para luego devolverlas al río Cauca.
Incumplimiento de reparación de dicha planta por parte de la firma Española ACCIONA; ante la cual, no ha existido la voluntad política de la actual administración de EMCALI de hacer efectivas las cláusulas del contrato, que permiten multar a dicha empresa por su reiterado Incumplimiento. En conclusión, producto de la visita, queda en claro que si la planta no está funcionando al 100% el riesgo ambiental para la ciudad y para el río Cauca es muy grave.
Hoy la PTAR esta desmantelada debido a la intervención que realizó y no concluyó la firma española, por lo que, ante el riesgo sanitario, hemos propuesto varios concejales que se declare una urgencia manifiesta, pues la planta de tratamiento prácticamente se encuentra en condición de Cuidados intensivos.
Pero hay que decir, que las aguas llegan contaminadas al Rio Cauca producto de la falta de civismo, y del mal manejo que hacemos los caleños votando a su cauce desde sofás, camas, hasta animales muertos.
Es un crimen ecológico que muchos habitantes de la zona rural viertan sus desperdicios humanos al rio, y contribuyan con el deterioro de nuestros ríos utilizando sus cristalinas aguas desde los nacimientos para usos agrícolas y recreativos, y en otros casos, para el lavado de minería artesanal contaminando con mercurio las fuentes hídricas, sin ningún sentido de conservación de las aguas ni de respeto por la salud humana.
En mi condición de líder ciudadano y político, he venido proponiendo de manera reiterada la necesidad de construir una seria política pública medioambiental para proteger nuestros 7 ríos que vierten sus aguas al rio Cauca.
He manifestado que es una necesidad impostergable hacer un PACTO POR LA EQUIDAD con los corregimientos de Santiago de Cali, sobre la base de fortalecer el empoderamiento de sus habitantes en los procesos de participación y toma de decisiones comunitarias para la conservación del medio ambiente y de nuestros ríos.
Las juntas que administran los más de 40 acueductos veredales deberán ser el eje de este pacto, en el cual, a partir del fortalecimiento de estas organizaciones y de su compromiso con el cuidado del agua y del medio ambiente, se pueda disponer de toda una construcción de política pública que aborde temas de salud, educación, vivienda, vías, conservación del medio ambiente, atención de situaciones de pobreza externa, y emprendimiento.
Igualmente, he propuesto, que el futuro ordenamiento territorial de Cali en Distrito Especial debe contemplar la decisión de hacer de todos los corregimientos una sola localidad con un alcalde menor, que sea a su vez, en compañía de las juntas administradoras del agua, los dolientes de ese pacto por la equidad.
ROBERTO ORTIZ URUEÑA.