Por: Luis Alfredo Ramos
Uno de los libros más importantes de la última década tiene un título muy sugestivo y un argumento profundo. Fue escrito por ROBINSON y ACEMOGLU, profesores de Harvard y MIT y se titula “PORQUE FRACASAN LOS PAISES”. En sus casi 600 páginas de una investigación rigurosa, analizan cómo fue el proceso de formación, transformación e institucionalización de distintas naciones pasando por Inglaterra y llegando a la época contemporánea, tratando de mostrar porque unas naciones funcionan y progresan y porque otras similares se quedan en el atraso total, para concluir de forma terminante cómo el funcionamiento de las instituciones en cada nación determina el éxito o el fracaso de las mismas.
Este maravilloso libro es un espejo para Colombia, una nación que amamos a pesar de todo lo que le ha tocado vivir, particularmente en los últimos 45 años, cuando narcotráfico y corrupción han devastado la sociedad y nuestra democracia.
En estas últimas cuatro décadas, los ciudadanos hemos visto como se deterioran las instituciones, a pesar de los esfuerzos de algunas administraciones, en una caída que parece no tocar fondo. No hay duda de que instituciones como los partidos políticos, el congreso, la justicia, y en alguna forma el ejecutivo, se han desviado de sus funciones y la opinión pública ha considerado que constituyen un fracaso frente a lo esperado por el ciudadano de a pie. Se puede concluir que han fracasado esas instituciones por no responder a políticas inclusivas, donde la ley , la transparencia y la equidad sean la constante. Los autores llegan a señalar el porque los países pobres lo son, porque allí se toman decisiones que crean pobreza y cómo un estado ineficaz, crea pobreza. Definen con claridad que solo con instituciones políticas y económicas inclusivas se logra el desarrollo y concluyen que las coyunturas críticas pueden propiciar un cambio, pero hay que tener mucho cuidado porque esos cambios abruptos pueden cambiar una democracia en una tiranía.
Esto es lo que puede pasar en Colombia si las instituciones que hemos mencionado no funcionan bajo los parámetros descritos por los autores del libro mencionado, y si la eficacia, el cambio, la innovación y la tecnología, no se hacen presentes en la construcción de la Nación.
Recomiendo este libro, mucho más en el momento crítico que vive Colombia cuando su democracia está seriamente amenazada por fuerzas extremistas.
LUIS ALFREDO RAMOS BOTERO