Por: Fernando Torres Mejía
Se empieza a despejar el camino y de igual forma el tiempo que no se detiene, por eso si o si, los partidos políticos y los que quieran lanzar sus candidaturas a la presidencia, tienen que empezar a mostrar sus reales cartas, en momentos en que aunque nos cueste creer, hemos retrocedido en todos los aspectos, en lo económico, social, seguridad, salud, desempleo, crecimiento de producción de cocaína pura que paso de 1.738 toneladas en 2022 a 2.664 en 2023, es decir se incrementó en un 53%, en fin en lo único que estamos “bien”, es en la ingenuidad y estupidez de una inmensa mayoría de colombianos algunos que no votan, otros que por unos cuantos pesos, lo regalan y permitiendo que la clase política, llámense presidentes, congresistas, gobernadores, alcaldes, etc., sean los únicos que vivan “sabroso” y claro los narcoterroristas de las Farc quienes firmaron el negocio del siglo en 2016, más conocido como “Acuerdos de Paz”
El Centro Democrático “madrugó”, por eso este 16 de noviembre “vence” el plazo para quienes aspiren a ser “precandidatos”. Entre los que ya se decidieron están Paola Holguín, María Fernanda Cabal, Paloma Valencia, Andrés Guerra y Miguel Uribe, por eso iniciarán correrías por el país con la presencia del señor Presidente Álvaro Uribe Vélez, como ha sido su costumbre.
De otra parte no se descarta una consulta interpartidista para aunar esfuerzos y contar con un único y fuerte candidato para enfrentar a esa izquierda radical, al progresismo y claro al comunismo que se niegan a entender que son pésimos administradores pero sí buenos cómplices del terrorismo, la delincuencia, y la criminalidad.
Ahora bien, en esta oportunidad y en aras de que el Centro Democrático no continúe perdiendo líderes, militantes y seguidores importantes y de renombre en las distintas regiones, se debe distanciar de las prácticas no muy sanas que han sido propias de muchos otros partidos, para que no lo sigan comparando y equiparando porque esto le está causando un daño irreparable.
Como olvidar las “jugaditas”, como la que le hicieron a Paola Holguín quien en lista abierta, obtuvo la segunda votación más alta de ese Partido al Senado en 2018, después del expresidente Álvaro Uribe, por lo que le correspondía la presidencia de esa corporación, pero se la arrebataron para dársela a Ernesto Macias, con una promesa que no le cumplieron.
Liliana Rendón se convirtió en la aspirante elegida después de enfrentarse al exdiputado Andrés Guerra Hoyos y ganarle en una encuesta que se conoció a inicios de mayo de 2105, quedando todo listo para que en la convención departamental le entregaran el aval para ser candidata a la gobernación de Antioquia, pero dicho evento lo aplazaban y la aplazaban, hasta que al final en la convención nacional se lo negaron, vaya usted a saber ¿por qué?
Pero hay muchas otras “jugaditas” como las que le han hecho a María Fernanda Cabal, tal vez en este momento la carta más importante del C.D., para tomar las banderas del partido y llegar a la nominación que por varios años viene trabajando y demostrando y que por “extrañas” circunstancias internas se la han negado, y eso que cuenta con gran reconocimiento, las mejores y mayores oportunidades para ser la candidata única de esa colectividad, no en vano su caudal electoral 189.000 votos para llegar al senado en 2022, por eso los militantes en su gran mayoría insisten en que no le pueden seguir negando la oportunidad que se la ha ganado con trabajo, conocimiento, y mucho sacrificio.
Recordemos que en 2021, en un proceso que dejo un gran sinsabor y mucho de qué hablar, le truncaron su anhelo de ser aspirante a la presidencia y se eligió a Óscar Iván Zuluaga, jugada que salió mal porque posteriormente retiro su candidatura para que se apoyara a Fico Gutiérrez, que a la postre no logro avanzar a segunda vuelta con Gustavo Petro.
EL CD en esta oportunidad, no debería optar por mecanismos como el de las encuestas internas teniendo en cuenta que la base de datos con la que cuenta no está depurada, esto debido a que la anterior directora del partido nunca tomo la decisión de hacerlo, por lo que tiene que pensar en otro mecanismo transparente, sin cuestionamientos y que no genere más desconfianza.
Finalmente como lo he venido comentando en mis columnas, es el momento de que tengamos una mujer como la nueva inquilina de la Casa de Nariño, y así mismo por respeto, kilómetros recorridos, horas de trabajo, experiencia, conocimiento total del país, etc., no es el momento ni para Andrés Guerra y Miguel Uribe, siendo estos candidatos que podrían hacer un buen papel, pero repito, el turno en 2026, será es para una mujer y ojalá sea de este partido, pero señores del “Centro Democrático, no más jugaditas”
Entre tanto, ¿será que esos rumores que aseguraban que el actual gobierno financiaría al grupo narcotraficante ELN como se lo venían exigiendo, tenían razón?, o ¿como se explica que de repente Petro anuncia que comprará a nombre del estado la hoja de coca a los campesinos?, de ser cierto, ahí si como dicen por ahí, “para verdades el tiempo”.