Por: Roberto Trobajo
La Agremiación Iberoamericana de Prensa Independiente AIPI ya es un hecho, un logro trascendental y aporte vital a la defensa de la libertad de expresión ante sesgos que cercenan los derechos humanos de los periodistas.
Esta iniciativa, anhelada por tantos, nació en Colombia, gracias a dignos periodistas independientes que aunando voluntades y talentos, han dado vida a una agremiación capaz de cuidar que los valientes creadores de contenidos informativos tengan el apoyo que merecen en los empeños por llevarle veracidades a la ciudadanía.
Es que la situación de los periodistas en el mundo va de mal en peor y tienen que ser cuidados, así fue el clamor hecho por los últimos Premio Nobel de Paz, en el 2021, María Ressa y Dimitri Muratov.
María Ressa, de Filipinas, cofundadora del sitio noticioso Rappier, fue elogiada por usar la libertad de expresión para denunciar el abuso del poder y el creciente autoritarismo en su país. La periodista ha sido objeto de demandas para intimidarla; en marzo del 2019 fue arrestada en el aeropuerto de Manila por un supuesto fraude, pero tuvieron que liberarla tras el clamor de los periodistas del mundo.
Dimitri Muratov, cofundador del diario independiente Novaja Gazeta, durante décadas ha defendido la libertad de expresión en Rusia en medio de condiciones muy adversas, informando sobre corrupción y los abusos que comete el gobierno ruso.
Ressa y Muratov representan a todos los periodistas que se pronuncian por la salvaguarda de la libertad de expresión que es vital para la existencia de democracias verdaderas.
En Iberoamérica las adversidades que enfrentan los periodistas son tremendas y fuerzas oscuras, corruptas y autoritarias, sabotean las libres expresiones de las conciencias.
Latinoamérica muestra actos contra los periodistas con nefastos efectos; se vulneran los derechos a expresarse y difundirse ideas, opiniones, información, violándose los derechos de las personas y las sociedades.
La Organización de Estados Americanos OEA está inmersa en acciones para prevenir atentados a la libertad de expresión, proteger a los periodistas, procurar justicia al defenderse a los creadores informativos.
La promoción de la seguridad de periodistas no debe limitarse a adoptar medidas después de que hayan ocurrido los hechos. Por el contrario, se necesitan acciones de prevención dirigidas a atacar algunas de las causas profundas de la violencia contra periodistas y de la impunidad.
Hay que adoptarse medidas que contribuyan a prevenir las violencias contra periodistas, reconocerse de manera constante, clara, pública, firme, la legitimidad y el valor de la labor periodística.
El derecho penal, en cada país, debe reconocer una categoría especifica de delitos cometidos en represalia por el ejercicio de la libertad de expresión y que sean castigados los que atenten contra los periodistas.
Es que resulta muy duro, difícil, peligroso, ser periodista en países como México donde tantos comunicadores han sido asesinados, o en Venezuela donde se les encarcelan y cierran medios, y aunque en Colombia los periodistas y comunicadores sociales han sido reconocidos como una población en riesgo y el Ministerio del Interior colombiano implementó un programa de protección para periodistas este resulta insuficiente; lamentable el nefasto comportamiento del gobierno peruano saboteando el periodismo libre en ese país.
Al mismo tiempo en que la AIPI contribuya a unir periodistas para enfrentar los flagelos que azotan y atentan contra los que trabajan para hacerles llegar informaciones y verdades a los pueblos, se debe estimular y reconocer a quienes están consagrados a informar.
Propongo que la AIPI instaure el premio “Herbin Hoyos”, joven periodista que el Covid-19 nos mató a principios del pasado año y talentoso-valiente defensor de las víctimas de terroristas y violadores de lesa humanidad; premio que debería entregarse este próximo 23 de febrero (día de su partida física) o el 13 de septiembre (su natalicio); galardón con el que se debería dar reconocimientos a periodistas con notable trayectoria.
Abundan nombres: entre los colombianos considero que los primeros en recibir el premio “Herbin Hoyos” bien podrían ser Fernando Londoño, Rafael Poveda, Claudia Gurisatti, Gustavo Rugeles; del Caribe la cubana Yoani Sánchez, Gabriel Moyssen de México, el venezolano Henrique Otero, y la Federación de Periodistas del Perú.
Aunque el premio más importante que merecen los periodistas independientes de Iberoamérica ya se creó, ya está dado, la Agremiación Iberoamericana de Periodismo Independiente AIPI, que deviene en regalo anhelado para los dignos creadores de informaciones dedicados a las verdades, a la libertad de expresión de las conciencias, a contribuirse al fomento y fortalecimiento de las democracias. Con la AIPI hay esperanzas.