Por: Roberto Trobajo
Los animales no saben de ideologías, credos, castas, estratos, razas. Perros, gatos, pájaros, y toda la fauna que habitan el planeta, nunca han necesitado de política y religiones para existir, quizás por vivir inocuos (sin hacer daños) muy distintos a como los “humanos” hacen, durante siglos.
Los “políticos” populistas siempre utilizan a los animales para venderse cercanos a la gente, familiares, buscando beneficios electorales.
Es que en política nada es casual y los políticos echan manos a mascotas para captar adeptos. En USA y España, cuatro de cada diez hogares tienen un animal de compañía. Así han estado ganándose votos durante décadas.
En Colombia –según una reciente encuesta de Fenalco- el 43% de las familias poseen animalitos, y de acuerdo con la revista Pet Industry, ya hay más de 3 millones y medio de mascotas en Colombia.
Los políticos nunca dan puntadas sin dedal. Calentando campaña para el Congreso, anda por el país la concejal de Bogotá Andrea Padilla, y es más que evidente que se lanzará a la Cámara de Representantes en llave con el hijo de Piedad Córdoba, Juan Luis Castro Córdoba, hoy senador del partido Verde, donde ambos militan.
Ahora Andrea Padilla recorre Colombia, dizque esterilizando perros y gatos, dejando a un lado lo mucho que se necesita avanzar en Bogotá, pues su prioridad está en coordinar campaña en los departamentos colombianos.
Andrea bloquea en redes sociales a quienes piensan diferente a ella políticamente, más impidiendo que evadiendo a muchos verdaderos animalistas que intentaron pedirle mediación para que alcaldías apoyen Refugios.
No es mi caso porque no tengo refugios ni fundaciones para cuidar animalitos; sin embargo, Andrea declinó ir a la clausura del taller de primeros auxilios y atención psicológica a animalitos, que organicé junto con los chicos de protección animal de la universidad Javeriana, y evadió coadyuvar a que en todos los colegios de Bogotá se desarrollará el proyecto “Solidarios Animalistas” donde miles de estudiantes hicieran trabajo social…aunque no importa, este año lo haremos uniéndonos a jóvenes animalistas ¡de verdad!
Esa Andrea Padilla sólo tiene tiempo para chupar prensa y correrías políticas, disfrazada de animalista.
Poco me importa si todo lo que hace es para lanzarse a la Cámara por Bogotá o al Senado compartiendo con su parner el hijo de Piedad Córdoba. No hay mal que por bien no venga, y tras el nulo apoyo de ella, muchos verdaderos animalistas se han entusiasmado con el proyecto social-educativo de protección animal que haremos en Bogotá, Medellín y… en toda Colombia, sin darle espacios a políticos populistas pretendiendo el voto de quienes aman a los animales.
Solidarios Animalistas será protagonizado por niños y adolescentes de colegios, jóvenes universitarios, protegiendo y cuidando animales, con la desinteresada colaboración de empresarios, artistas, celebridades reales, y sin políticos metidos para jalonarse votantes.
Las personas realmente interesadas en ayudar a los animalitos, y conozco ¡muchísima! gente buena preocupada por el cuidado y la protección animal, se unen y colaboran sin importar ideologías ni credos, y sin otros intereses que los de mejorarles vidas a los animales.
Los animalitos no votan, entonces espero que quienes conviven con ellos –amándoles, cuidándolos, acompañándoles- no voten por esos dizque animalistas que andan interesados en el “voto animal”.