Un animal político

Por: Fernando Torres Mejía

El 25 de abril de 2025, renunciará a su cargo donde se codea con la realeza y vive como todo un “rey”, así es esta figura de la política colombiana y aunque para muchos es un personaje indeseable, falso, hipócrita, traicionero y todos los demás calificativos con los que se le conoce, es sin ninguna duda un hombre inteligente, que a diferencia del comercial de “Davivienda”, nunca ha estado en el “lugar equivocado”, hablando políticamente, porque siempre ha estado donde debe estar, en el equipo de los ganadores y cada uno de sus movimientos, lo han llevado a estar al lado del poder desde sus inicios cuando hizo parte de las juventudes galanistas.

Buen orador, con el don de la palabra, “culebrero” aunque no es país, nació en Cali, a pesar de sus constantes traiciones a sus aliados, mantiene una estrecha y muy buena relación con los que realmente tienen el poder en este país y con quienes él sabe que lo van a respaldar para cumplir su principal obsesión, llegar a ser presidente de Colombia.

Este personaje controversial y que es capaz de traicionar hasta su propia familia para lograr sus objetivos, se “arrastra” sin ningún rubor y se mueve como esos animales salvajes que sigilosamente esperan el momento preciso para “atacar” a quien se le atraviese para “acabarlo y devorarlo”, sin importarle de quien se trata.

Es bueno recordar que ha militado en varios partidos políticos y en todos estos ha tenido roses que lo han llevado muchos casos a ser expulsado por sus “extraños” y non santos comportamientos, formas de proceder y de actuar, pero también gracias a su paso por el Congreso, sin duda una persona experimentada y con gran conocimiento de la “cosa” pública.

Hizo parte del movimiento de Luis Carlos Galán, milito, en Cambio Radical, ingresó al Partido Social de Unidad Nacional (Partido de la U) como Coordinador Nacional del Nuevo Partido, ha hecho parte de la Comisión Tercera de Asuntos Económicos, de la Comisión Primera de Asuntos Constitucionales, de la Comisión Segunda de Asuntos Internacionales, Presidente de la Comisión de Paz del Senado, elegido Presidente del Senado, Presidente y codirector del Partido de la U, Vicepresidente del Parlamento Latinoamericano y miembro de la Comisión Mundial de Desarme.

Hizo parte de la delegación del gobierno en los diálogos de paz con FARC-EP. En su larga y controversial carrera, no podía quedarse por fuera de hacer parte del primer gobierno de izquierda en Colombia, por eso no dudo en aterrizar en el Pacto Histórico para encargarse de garantizar la gobernabilidad de Petro durante su primer año de mandato, donde era necesario una persona como él para calmar las turbulencias que dejaba a su paso, el gobierno del “cambio”, tan solo comparable con el Huracán «Mitch», de categoría 5 en la Escala de «Saffir-Simpson», qué noviembre de 1998 atravesó el océano Atlántico con viento que superaron los 252 kilómetros por hora.

Como se puede inferir, sin duda será un candidato fuerte, que se sabe mover en aguas mansas y turbulentas, que como se mencionó anteriormente, no le importará traicionar a quien haya que traicionar, que contará con el ejemplo y respaldo de sus principales mentores y porque sin duda será el ungido y gozará de todo el apoyo de Juan Manuel Santos y Gustavo Petro a quienes no les ha interesado de verdad trabajar por un país justo y democrático que muy seguramente verán en él la continuidad de la obra que iniciaron, el primero “arrodillando” al país al terrorismo y el segundo, buscando arrastrarlo hacia una dictadura.

Independientemente de que nos guste o no, debemos estar preparados para tener entre la baraja de candidatos fuertes para el 2026, a quien sin sonrojarse en 2012, pronuncio esta frase tan elocuente que sonaba honesta y sincera, “tengo y seguiré teniendo la más grande admiración por el presidente Álvaro Uribe, a quien creo de la talla histórica de Bolívar. Y voy a seguir defendiendo su obra de gobierno”: Roy Leonardo Barreras Montealegre, sin duda “un animal político”

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